La Cámara de Diputados sesiona en la fecha, en forma extraordinaria, para llevar adelante la interpelación al jefe de Gabinete Civil de la Presidencia, Juan Ernesto Villamayor, ante las serias dudas respecto al fallido acuerdo para la condonación de la deuda de Petropar estatal con la de Venezuela, PDVSA. Villamayor deberá responder inicialmente un cuestionario de 15 preguntas, las cuales ya están en sus manos como lo establece la Constitución para estos casos, a fin de permitir al interpelado preparar su defensa, como emulando un juicio.
La convocatoria del plenario está fijada para las 9:00, en la que el jefe de Gabinete tendrá todo el tiempo necesario para responder al cuestionario previamente enviado. No obstante, los diputados luego tendrán la oportunidad de formular preguntas adicionales, ampliatorias o aclaratorias vinculadas con el objeto de la interpelación o con las respuestas dadas por el interpelado. En este estadio tampoco existe un límite de preguntas a realizarse. Finalmente, agotadas todas las consultas, el jefe de Gabinete dispondrá de otro tiempo para sus alegatos finales.
VOTO DE CENSURA
La Cámara Baja podrá tomarse un tiempo máximo de 20 días posterior a la interpelación para evaluar las respuestas brindadas por el ministro del Ejecutivo; si las mismas no satisfacen finalmente, la Cámara volverá a convocar a otra sesión extraordinaria para definir si emiten o no el voto de censura, una herramienta parlamentaria que se traduce en una recomendación del pleno al Ejecutivo de remover al ministro. Para lo cual, necesitarán juntar 53 votos para emitir un voto de censura, que se definirá recién en una próxima convocatoria.
Es importante recordar que el voto de censura no tiene carácter vinculante; es decir, el Presidente no tiene la obligación de destituir a sus ministros; al punto de que la mayoría minimiza las interpelaciones, incluyendo el propio Villamayor; aun así, el voto de censura representa un mensaje político importante para el jefe de Estado, más allá de que decida tomarlo en cuenta o no.