Ayer se cumplieron cuatro años del secuestro del gana­dero Félix Urbieta y los fami­liares siguen con la espe­ranza de encontrar con vida al hombre, por lo que piden a sus captores, el autodenomi­nado Ejército del Pueblo Para­guayo (EPP), un nuevo canal de comunicación. Piden con­tar con una prueba de vida.

“Abrimos una brecha de espe­ranza en la que podamos reto­mar las comunicaciones y tener noticias. Queremos un canal de comunicación con esta gente, si es que los secues­tradores acceden a una salida humanitaria, teniendo en cuenta los nexos que tiene esta gente”, señaló Liliana Urbieta, hija del secuestrado, en confe­rencia de prensa.

Sostuvo que la familia pide garantías para la vida de Félix Urbieta, a fin de que el gana­dero vuelva con sus seres que­ridos y termine el sufrimiento de todos. Reiteró que no hubo más comunicación con los cap­tores desde el 2017, pero siguen a la espera de novedades.

Liliana manifestó incluso que la esposa de Alejandro Ramos, uno de los líderes del Ejército del Mariscal López, una célula del EPP, y que había privado de libertad al ganadero, es fami­liar de ellos, por lo que apelan a los vínculos a fin de tener alguna noticia sobre el hom­bre. “Los secuestradores nos solicitaron un monto, no reu­nimos la totalidad y tuvimos que recurrir a varios amigos de papá, que no nos respon­dieron. Una de las condicio­nes de los secuestradores fue hablar con la prensa y salí en esa fecha, pero nos fallaron y no pudimos completar el pago del rescate de mi papá”, agregó.

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