El cuestionado inten­dente aplica estraté­gicamente la teoría de que la mejor defensa es un buen ataque y, ciertamente, con el rosario de denuncias en su contra, no le quedan muchas opciones.

Ríos Ayala no tuvo mejor idea que querellar y llevar a juicio oral a comunicadores de su ciudad, Villa Hayes, que vie­nen denunciando su mala gestión.

La querella por difamación, calumnia e injuria es con­tra Dolores Mareco, Martín Caballero y Óscar Hellión.

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El jefe de la comuna chaqueña intenta de esta manera aca­llar a quienes expresan disconformidad con su admi­nistración.

Hay que recordar que el intendente tiene encima una denuncia por los supuestos hechos punibles de lesión de confianza, exacción, enri­quecimiento ilícito, evasión impositiva y otros, promo­vida ante la Fiscalía justa­mente por la comunicadora Dolores Mareco, de Villa Hayes.

Los cuestionamientos a su administración son contun­dentes y en pocos días más podría alargarse la lista de intendentes investigados por corrupción.

La Contraloría General de la República (CGR) había detec­tado un rosario de irregula­ridades en la administración de Ríos Ayala mediante una auditoría que culminó hace aproximadamente un mes. Algunas anomalías podrían constituir hechos punibles.

Una de las observaciones que realizó el ente de control y que difícilmente pueda con­trarrestar el intendente tiene que ver con nombramientos y contratos de sus familia­res y parientes, en abierta violación a lo establecido en la Ley Nº 5295 “Que prohíbe el nepotismo en la función pública”.

En el informe de la Contralo­ría solo se menciona a las her­manas del intendente, Gra­ciela y Beatriz Ríos Ayala; a su hijo David Ríos Isasi, a su sobrina Mónica Cabrera Aquino y a su yerno Luis Mar­celo de los Ríos Ayala. Pero son como una decena los familiares y parientes del intendente en el municipio.

Ríos Ayala y sus familiares le cuestan al contribuyente cerca de G. 60 millones al mes y al año más de G. 760 millones.

Otro punto que la CGR citó en su comunicación de obser­vaciones a la comuna es el incumplimiento del pro­grama de almuerzo escolar.

El ente de control detectó asi­mismo que el jefe comunal realizó transferencias entre cuentas (intercuentas) por G. 2.765 millones desde los fon­dos de Fonacide, royalties y bonos a la cuenta de recursos propios, y no pudo constatar la devolución de los fondos a sus cuentas de origen.

ANÁLISIS JURÍDICO

La Asesoría Jurídica de la Contraloría analiza los casos descubiertos mediante auditoría que podrían ser derivados al Ministerio Público.

Según trascendió, de 27 observaciones realizadas por el equipo auditor, solo cuatro pudo levantar el intendente Ríos Ayala con su descargo.

Se espera dictamen para conocer el destino del cuestionado jefe comunal, quien hasta ahora no respondió sobre las denuncias en su contra.­

Etiquetas: #Intendente

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