El ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Jalil Rachid, reconoció que no es una tarea fácil desmantelar las estructuras del narcotráfico montadas durante el gobierno de Mario Abdo Benítez (2018–2023), periodo en que se dejó el “arco libre” al crimen organizado, lo que permitió la exportación de más 40 toneladas de cocaína detectadas en países europeos.
“Antes era muy próspero el negocio. Es fácil para las estructuras del crimen organizado porque tienen recursos económicos y el dinero corrompe a cualquier funcionario. La relación de hermandad ya no existe más y no existirá“, sostuvo el alto funcionario, este lunes, en una entrevista con ”Así son las cosas" del canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
Rachid acotó: “Nosotros, en la institución hicimos cambios en la parte administrativa y de recursos humanos. Hoy podemos hablar de otra realidad, que hemos cambiado el rostro institucional de la Senad, volvimos a reinstalar todo lo que fue sacado, levantado”.
El ministro detalló que, en el 2019, de Paraguay se remitieron un total de 3.700 kilos de cocaína rumbo a Europa, cifra que fue en aumento con el transcurso del mandato de Abdo Benítez. “Como el negocio salió bien, en el 2020 se enviaron contenedores con 6.000 kilos. En el 2021 se batió el récord en cuanto al envío desde Paraguay, y récord en la incautación en Europa, puntualmente en los puertos de Alemania y Bélgica. En ese año se llegó al total de 32.000 kilos de cocaína enviados desde nuestro país. En aquel entonces, representábamos el 10 % del total de incautaciones en Europa”, dijo.
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Las declaraciones de Rachid se dieron tras el informe de la fiscalía de Albania, que el sábado pasado anunció el desmantelamiento de una poderosa red de narcotráfico en Europa, incluyendo la detención en Bélgica de Franc Çopja, considerado uno de los jefes. La organización está acusada de ser responsable del tráfico en 2020 de 28 toneladas de cocaína procedente de Paraguay, a través de los puertos de Amberes (Bélgica) y Hamburgo (Alemania).
La droga estaba oculta en cajas de jabón, botes de pintura o materiales de construcción. Los fondos procedentes de este tráfico eran blanqueados mediante inversiones inmobiliarias, en particular en la construcción de hoteles de lujo en Albania o en el extranjero. El dinero era transferido hacia Albania por conductores de autobuses de líneas internacionales y mediante un sistema informal de transferencia de fondos conocido como “hawala”.
La policía albanesa incautó bienes inmuebles, incluidos complejos de lujo, en Tirana, así como en la costa albanesa. La investigación se llevó a cabo en cooperación con Europol, así como con las autoridades belgas, francesas, neerlandesas, alemanas e italianas, y se apoyó inicialmente en el descifrado de los mensajes de Sky ECC, muy utilizada por los narcotraficantes.