Desde la Contraloría Ciudadana de Ciudad del Este (CCDCE) expresaron su respaldo al economista Ramón Ramírez, interventor de la Municipalidad de Ciudad del Este, ante una evidenciada campaña de boicot y amedrentamiento que impulsa el intendente Miguel Prieto y su equipo político para obstaculizar el proceso de intervención en su administración.
“Prieto busca amedrentar de una manera agresiva. El interventor y su equipo está llevando adelante su trabajo en un ambiente complicado y difícil. Prieto y su equipo de acólitos buscan confundir a la gente, embarrar la cancha con mentiras. Si no tiene nada que ocultar, que dejen al interventor Ramírez hacer su trabajo“, dijo Julio López, miembro de la organización no gubernamental, en una entrevista con la radio Tribuna.
López siguió sosteniendo que “lo que realmente indigna es que su gestión no resistirá ninguna auditoría. Para ocultar esa situación, se difunden mentiras en redes sociales, y lamentablemente hay gente que aún les cree".
De las 49 denuncias por corrupción que pesan sobre el líder del movimiento Yo Creo, la organización no gubernamental impulsó un total de 15 acusaciones ante el Ministerio Público con la finalidad de resguardar el dinero de los contribuyentes esteños.
“Las denuncias que revelamos son apenas la punta del iceberg. Si escarbamos en todos los hechos de corrupción, él debería estar tras las rejas. Prieto y su equipo resultaron ser un grupo de jóvenes corruptos que mienten a capa y espada. Realmente robaron desde los primeros meses de su gestión e incluso durante la pandemia realizaron acciones irregulares", lamentó.
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Por otra parte, López destacó el trabajo impulsado por Ramírez y su equipo técnico al sostener que “el interventor está desarrollando una política de puertas abiertas. Ya nos hemos reunido y hemos colaborado con las pruebas e información que tenemos".
Principales falencias detectadas en la gestión de Prieto
1. Documentos que aparecen y desaparecen
Desde el inicio de la intervención, Ramón Ramírez y su equipo, se han enfrentado a enormes trabas para acceder a la documentación requerida. “No es desorden, es un desorden bien planificado”, afirmó el interventor. Documentos clave que inicialmente “no existían” en los legajos, aparecen de manera repentina, evidenciando un intento deliberado de obstaculizar la investigación.
2. Dudosa asignación
La propia administración municipal reconoció ante la Contraloría General de la República haber destinado G. 42.000 millones de fondos de capital -que debían financiar obras e infraestructura- para cubrir gastos corrientes y operativos.
3. Obras retrasadas y con plata ya transferida
Se detectaron casos graves de contratos adjudicados y con anticipos millonarios pagados, pero sin ninguna ejecución real. En varios casos, han transcurrido semanas de las fechas de inicio y las obras simplemente no existen.
4. Combustible con cifras imposibles
La intervención también descubrió un esquema de corrupción con el manejo de combustibles.
- Un vehículo declaró un kilometraje que implicaría recorrer más de 1.300 km en un solo día, algo físicamente imposible.
- Otro caso reporta 1.120 litros de combustible cargados en una semana, lo que equivale a llenar el tanque más de seis veces en apenas siete días.
5. Fondos rotatorios usados para compras injustificadas.
Se detectó la asignación indiscriminada de fondos rotatorios a dependencias municipales que los utilizaban para gastos fuera de norma, como la compra de bocaditos, en lugar de destinarlos a urgencias reales.