El intendente de la ciudad de Asunción, Óscar Rodríguez, se refirió sobre el pedido de intervención a su gestión al Ministerio del Interior, anunciando el pasado viernes por la Contraloría General de la República (CGR). El jefe comunal rechazó que haya cometido hechos de corrupción en su administración.

“Que demuestren si yo hice algo indebido, que soy un bandido. Les desafío, si alguien encuentra algo, juro que renuncio a ser intendente, renuncio a la política, renuncio a todo“, indicó el intendente asunceno.

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Ante los reportes sobre presuntos hechos punibles, Rodríguez afirmó que se encuentra predispuesto a someterse a la justicia con el fin de asegurar a los contribuyentes capitalinos, que los recursos económicos del municipio fueron manejados de manera transparente bajo su gestión. “Si yo desvié G. 1.000 me someto (a la justicia) y me voy en fila a la penitenciaría de Tacumbú”, dijo Rodríguez en una entrevista con la 1020 AM, el viernes pasado.

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En la petición de intervención realizada por el órgano extrapoder, que preside Camilo Benítez, informaron que las supuestas irregularidades presupuestarias en la gestión de Rodríguez se dieron entre los años 2021 y 2024. El contralor citó la emisión del bono G8, por G. 360.000 millones realizada en el año 2022 para obras de desagüe pluvial; además de los bonos G9 por G. 195.000 millones en el 2023, que fueron emitidos para pagar deudas de emisiones en anteriores administraciones.

De acuerdo a los datos que fueron proveídos por la municipalidad, a mediados de agosto del año 2024, el bono G8 fue asignado a proyectos de desagüe pluvial en las cuencas de Santo Domingo, General Santos y Abasto. En ese entonces detallaron que algunos proyectos estaban en fases de planificación y verificación, mientras que las obras en San Pablo y Abasto ya alcanzaron durante ese periodo un 30 % de ejecución.

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Mientras que el bono G9 se utilizó para rescatar bonos anteriores, específicamente los emitidos durante la administración de Mario Ferreiro (G3, G4, G5 y G6) con el objetivo de aliviar la carga financiera de la municipalidad. La ejecución de este bono se realizó al 100 %.

En ese entonces, desde la municipalidad indicaron que esto permitió mejorar la liquidez de la municipalidad y reestructurar su deuda, asegurando la continuidad de los proyectos.

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