Este jueves, se llevó a cabo el acto de posesión de Rubén Ramírez Lezcano como el nuevo ministro de Relaciones Exteriores. Durante su discurso, el secretario de Estado recordó que Paraguay cuenta con altos potenciales que pueden ser aprovechables para insertar al país en el mundo, de una manera más dinámica y eficiente.
“El mundo hoy nos plantea una serie de desafíos en un escenario de altas tensiones geopolíticas, de una volatilidad en los mercados internacionales, la incertidumbre respecto a la economía global, entre otros aspectos. Esto plantea que la política exterior paraguaya sea lo suficientemente dinámica, ágil e innovadora para poder abordar estos desafíos como una gran oportunidad”, resaltó el canciller.
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Además, garantizó que priorizará una administración basada en la prudencia y la austeridad, siguiendo con la línea de la construcción de una política internacional sólida y contundente al momento de defender los altos intereses nacionales. Esto con el objetivo de integrar al país de una manera eficiente en la región y, desde esa proyección, al mundo.
“El vicepresidente de la República es también un bastión en la misión que emprendimos como gobierno desde el 15 de agosto, en la construcción de los consensos que son necesarios para que nuestra política internacional puedan ser llevadas adelante en un marco de armonía y construcción”, resaltó el nuevo canciller nacional, resaltando que a través del segundo al mando, Pedro Alliana, se están facilitando las conversaciones con el Congreso.
Además, Ramírez Lezcano recordó que el Ministerio de Relaciones Exteriores debe actualizarse y modernizarse. Esto además de generar los escenarios propicios que faciliten una mayor inclusión social, inserción internacional y una imagen exterior de primer nivel; “no podemos representar lo que no somos, por ello nuestra coordinación política será clave, permitiéndonos negociar lo que realmente queremos”, puntualizó.
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Senado convoca a negociadores para detallar los alcances del acuerdo histórico con Brasil
El ministro de Relaciones Exteriores, Rubén Ramírez Lezcano, y el director paraguayo de Itaipú, Justo Zacarías Irún, fueron convocados por la mesa directiva del Senado, encabezado por Silvio “Beto” Ovelar con la finalidad de detallar al Congreso Nacional los alcances del acuerdo histórico concretado recientemente por los gobiernos de Santiago Peña y su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
La convocatoria impulsada principalmente por los parlamentarios de la oposición se encuentra fijada para este lunes 13 de mayo a las 9:00. Buscarán conocer los aspectos técnicos y políticos que fueron tenidos en cuenta por el equipo negociador. No se descarta que también se busque indagar sobre las estrategias que serán implementadas por el gobierno de Peña para encarar al vecino país en la revisión del Anexo C, del tratado de Itaipú.
El gobierno de Peña anunció, este último jueves, la firma de un histórico acuerdo entre Paraguay y Brasil, mediante la definición del nuevo precio tarifario equivalente a USD 19,28 kW/mes que irá hasta el año 2026.
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Este valor implica que Paraguay recibirá 280 millones dólares en concepto de royalties, 650 millones dólares en inversión social, 265 millones dólares en compensación de energía y 53 dólares en utilidades de capital y otros. Esto hace un total de 1.250 millones de dólares por año y 3.750 millones en tres años.
Las negociación no solo permitirá a nuestro país obtener mayores rentas, sino que también posibilitará la venta de nuestro excedente eléctrico producido desde la entidad binacional, situación que es considerada como un reivindicación de nuestra soberanía energética. A la vez ambos gobiernos acordaron finiquitar la renegociación del tratado de la binacional antes de que acabe el 2024.
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Tarifa de Itaipú: nuevo acuerdo representa un gran salto para Paraguay
El presidente Santiago Peña oficializó el acuerdo fijado con el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva sobre el precio de la tarifa de la Itaipú Binacional, el cual quedará en 19,28 dólares Kw/mes. “Este es un logro que para nuestro país representa un salto cualitativo y cuantitativo”, expresó el canciller nacional Rubén Ramírez Lezcano.
En una conferencia de prensa, el secretario de Estado, quien forma parte del Consejo de Itaipú, junto con otros miembros del equipo, remarcó que el logro se materializa luego de intensas negociaciones, iniciadas desde el 1 de mayo del 2023, para trazar el futuro de la entidad binacional.
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Ramírez Lezcano manifestó que el entendimiento entre ambos países se puede destacar en capítulos formalizados: la tarifa fijada para 2024, 2025 y 2026, el mantenimiento de la vigencia de los acuerdos operativos durante todo el periodo mencionado.
Además, Paraguay tendrá la posibilidad de vender su energía al mercado libre brasileño, de acuerdo con las normas vigentes del Brasil. Estos principios serán tenidos en cuenta en las negociaciones a ser concluidas, dentro de lo cual el canciller nacional destacó la calidad del equipo técnico a cargo
Nuevos hospitales y obras
La jefa de Gabinete, Lea Giménez, mencionó que otro logro histórico se observará con los procesos de transparencia sobre los recursos, sin mencionar las inversiones sociales que permitirá el nuevo acuerdo, para obras claves del gobierno.
Aseguró que para el término del mandato de Peña se contará con siete nuevos hospitales plenamente equipados, aparte de inversiones importantes en lo referente al transporte y los planes viales del país, sin dejar de lado lo referente a la seguridad.
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“Estamos definiendo los mecanismos para asegurar un uso transparente y abierto a la ciudadanía sobre la rendición de cuentas, referente a dónde estarán esos recursos. En cuanto a las inversiones, no tenemos los números finales, pero el presidente Peña marcó una hoja de ruta clara”, indicó.
En cuanto al vicepresidente Pedro Alliana, quien participó como representante del Poder Ejecutivo, destacó el apoyo por parte del Congreso, brindando un respaldo político a cada uno de los procesos de negociación liderados desde la Presidencia de la República.
“Los consejeros desde un principio han demostrado un alto grado de compromiso y patriotismo para que esto sea una realidad. Esto es fruto de un esfuerzo conjunto entre técnicos de primer nivel y políticos”, resaltó Alliana.
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Tarifa de Itaipú ya podría quedar definida este jueves
Las negociaciones sobre la tarifa de la Itaipú Binacional continúan con meticulosidad por parte de las autoridades nacionales y brasileñas. Atendiendo a que las conversaciones se encuentran prontas a acordar un monto definitivo para las partes, probablemente este jueves ya se anuncie el trato final.
El martes, el presidente Santiago Peña había mantenido una reunión con autoridades brasileñas para dar continuidad a las negociaciones acerca del costo de la tarifa energética. En ese entonces, no se habían hecho anuncios oficiales sobre la tarifa, debido a la cautela en torno a la formalización.
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No obstante, las autoridades destacaron las etapas avanzadas en las que se encuentran actualmente ambas partes, donde las prioridades tanto de Paraguay como de Brasil han sido puestos sobre la balanza de las negociaciones para acordar términos equilibrados.
Paraguay aún se mantiene en su postura sobre el precio de la tarifa energética en torno a los 22,60 kW/mes y esto ha sido ratificado por el mandatario, quien afirmó que las conversaciones técnicas se han desenvuelto para defender los intereses centrales del país, que se basan en el aumento de la tarifa.
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Si bien las labores de las autoridades nacionales se centran sobre la defensa de sus intereses, los representantes también han remarcado que las reservas en torno a la tarifa energética, previamente al anuncio oficial, se debe netamente a la prudencia por el acuerdo a ser ejecutado.
El medio de comunicación brasileño O Globo informó que tanto Brasil y Paraguay llegaron a un supuesto acuerdo de fijar el precio de la tarifa en 19,28 dólares kW/mes. Ante la difusión de la información, el canciller Rubén Ramírez Lezcano dijo que hubo un “avance sustantivo”.
El alto funcionario de Estado, quien forma parte del Consejo de Administración de la hidroeléctrica acotó que en todo este proceso de negociaciones hubo una serie de especulaciones, donde las autoridades nacionales han elegido guardar prudencia, lejos de actuar con secretismo.
“Tenemos que formalizar los acuerdos alcanzados. Las especulaciones no derivan de los resultados que estamos logrando, que son auspiciosos para ambos países. La virtud de esta negociación será la ganancia de ambos países en Itaipú como factor de desarrollo para nuestras naciones”, remarcó.
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La política exterior del Dr. Francia
- Por María Victoria Benítez Martínez (*)
- Fotos: Gentileza
José Gaspar Rodríguez de Francia tuvo una relación ambigua con las grandes potencias mundiales de la época, Gran Bretaña y Francia. Por un lado, quería ser reconocido por estos países y, por otro, retenía a sus ciudadanos. En ambos casos, es importante señalar las ventajas y limitaciones de su política exterior.
Desde la época del Consulado, pero sobre todo desde fines de 1814, el Dr. Francia tuvo las manos libres para manejar el país como quería, reorganizando la administración, el Ejército y hasta la Iglesia paraguaya. Su poder era omnipotente. Los funcionarios españoles y sus opositores políticos criollos fueron excluidos.
Los que quedaban no tenían autonomía y el dictador controlaba casi todas las decisiones, por triviales que fueran. Además de ser los intermediarios del dictador, los funcionarios rurales eran también sus ojos y oídos encargándose de gestionar los contactos con los extranjeros que se aventuraban hasta las fronteras paraguayas.
RELACIONES CON BUENOS AIRES
El Dr. Francia considera la política comercial de Buenos Aires como una continuación de la española, que sembró las semillas de la desunión que caracterizó la política argentina en la primera mitad del siglo XIX.
En términos de comercio, la libre navegación fluvial era un concepto relativamente nuevo en aquella época. En 1815, las principales potencias europeas, reunidas en el Congreso de Viena, firmaron un tratado sobre el sistema fluvial europeo. El artículo 109 estipulaba que “la navegación en todo el curso de los ríos (los que atraviesan o separan Estados) será enteramente libre y no se prohibirá, en lo que concierne al comercio”.
El Dr. Francia se inspiró en este concepto, que era una necesidad absoluta para Paraguay. Sin libre acceso al Paraná por el sur, el país estaba a merced de las provincias de Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos y, en última instancia, Buenos Aires.
La apertura del puerto de Itapúa al comercio con los brasileños a partir de 1823 permitió a Paraguay, en muy poco tiempo, no solo liberarse en parte del yugo impuesto por Buenos Aires y las demás provincias argentinas, sino también recuperar su prosperidad y, lo que es más, aportar ingresos financieros a las arcas del Estado a través de este comercio.
El Dr. Francia no dudó en calificar a los porteños de “malvados sin honor, bandoleros sin freno, piratas y ladrones desenfrenados”, “inicuos, pérfidos y embusteros, o falsificadores y engañadores de la opinión pública”. Los agravios políticos reinaron entre Asunción y Buenos Aires durante casi treinta años mientras el Dr. Francia permaneció en el poder.
No solo existían desacuerdos comerciales, sino también fricciones políticas. La primera acusación del dictador contra los porteños fue que querían dominar todo el territorio del antiguo Virreinato, es decir, que pretendían sustituir a los españoles. Se les acusaba de perpetuar una mentalidad colonialista en la región.
RELACIONES CON GRAN BRETAÑA
Los sentimientos del Dr. Francia hacia Gran Bretaña y Francia, y sus ciudadanos eran muy diferentes a los que reservaba a sus vecinos. Casi siempre tuvo ocasión de establecer contacto con estas naciones a través de particulares. Los contactos oficiales eran extremadamente raros durante la dictadura. El Dr. Francia estaba muy bien informado sobre los asuntos mundiales, por lo que no se desinteresaba en absoluto de la política de estos dos países. Podemos ver que estas dos potencias no estaban al mismo nivel a los ojos del dictador.
Aunque se decía que el dictador admiraba a Napoleón Bonaparte, parecía tener preferencia por Gran Bretaña y su política de no injerencia en el conflicto entre España y sus colonias. El Dr. Francia vio en el establecimiento de relaciones con estos dos países una oportunidad para que Paraguay desarrollara relaciones comerciales que equivaldrían a un reconocimiento de facto de la independencia y, por extensión, a aflojar el cerco impuesto por Buenos Aires y las provincias del litoral.
El dictador no duda en detener a los ciudadanos británicos y franceses que se aventuran en el país, sobre todo a comerciantes y marineros que carecen de las licencias necesarias para comerciar. De este modo, intentaba presionar a las autoridades británicas para que se pusieran en contacto con él.
Según las cartas de John Parish Robertson, el Dr Francia, al enterarse de que partía hacia Inglaterra vía Buenos Aires, lo convocó y le explicó cuál había sido su política exterior hasta ese momento: cortar las comunicaciones con las provincias del litoral para preservar al Paraguay de la anarquía en que se encontraban. A Paraguay le va mejor que a sus vecinos, pero estos conflictos continuaron perjudicando su comercio e impidiéndole prosperar.
PLAN
El Dr. Francia agregó que no quería tener nada que ver con Buenos Aires y propuso el siguiente plan: “Mi deseo es promover una relación directa con Inglaterra. Los barcos ingleses penetrarán hasta el Paraguay y, con nuestra flotilla, desafiarán toda interrupción del comercio, desde la boca del Plata hasta el lago Xarayes. Vuestro gobierno tendrá aquí su embajador y yo tendré el mío en la Corte de Santiago. Vuestros compatriotas comerciarán, intercambiando sus bienes de guerra y municiones y recibirán a cambio los nobles productos de este país”.
Además de ello, el Dr. Francia le pidió que fuera a la Cámara de los Comunes con las muestras de productos paraguayos que le había entregado y que informara a sus miembros del proyecto. J.P. Robertson declaró que, una vez llegado a Buenos Aires, no continuó su viaje a Londres. En otra carta admite, sin convicción, que desistió del viaje porque el Dr. Francia no lo había designado formalmente y no le había pagado dinero. Es de suponer que J.P. Robertson también era cercano a las autoridades de Buenos Aires y que estas lo habrían disuadido de emprender el viaje.
La idea del Dr. Francia era comerciar y establecer vínculos privilegiados con Gran Bretaña para proteger el comercio paraguayo y obtener el reconocimiento de facto de la Independencia de Paraguay mediante la firma de un tratado comercial.
PRIMERA COMUNICACIÓN
Las autoridades británicas no entraron en contacto con el dictador hasta varios años después. Lo hicieron a través del primer cónsul en Buenos Aires, Woodbine Parish, nombrado en 1824. Nada más tomar posesión de su cargo, Parish fue informado por los comerciantes británicos de sus quejas contra el dictador, que está reteniendo algunos de sus barcos, tripulaciones y mercancías. Escribió al Dr. Francia para anunciarle su nombramiento.
Le invitó a intercambiar correspondencia para fomentar las relaciones amistosas y aseguró a Paraguay que las buenas intenciones de su gobierno hacia los países americanos y Paraguay en particular garantizarían la expresión de sentimientos de gratitud y amistad. Finalmente, solicita la liberación de los súbditos británicos detenidos en Paraguay a cambio de la promesa de una correspondencia más fluida con Su Excelencia.
El Dr. Francia respondió al cónsul Parish que el Gobierno paraguayo saludaba la posición de Inglaterra y estaba dispuesto a establecer relaciones de “sincera amistad, armonía, y mutua correspondencia entre la generosa nación inglesa y el Estado del Paraguay”. También declaró que estaba dispuesto a aceptar un cónsul comercial británico tan pronto como el principio de la libre navegación de los ríos fuera efectivamente reconocido y puesto en práctica. Agregó que era posible que Parish, viviendo en Buenos Aires, “en un país enemigo”, tuviera una imagen distorsionada de Paraguay.
CONDICIÓN
Este acercamiento no fue más allá y, aunque señalaba la actitud favorable del Gobierno paraguayo, Parish añadía que estaba condicionado a un acuerdo entre los gobiernos sobre la libre navegación del Paraná. En otras palabras, Gran Bretaña le pide al Dr. Francia que negocie con Buenos Aires como condición previa.
En cambio, si el Dr Francia quería llegar a un acuerdo con Londres era precisamente para que Inglaterra utilizara toda su influencia para obligar a Buenos Aires a aceptar la libre navegación por el Paraná y no reanudar los contactos con los porteños.
Una política comercial diferente y sin restricciones podría aumentar el potencial del país, en particular mediante el desarrollo de ciertos productos como el algodón, el arroz y el azúcar, “lo que sería extremadamente beneficioso para los británicos”. El cónsul Parish deploró el hecho de que el comercio entre los dos países estuviera casi paralizado. Este episodio puso fin al breve año de correspondencia oficial entre Paraguay y Gran Bretaña y a la idea de un acuerdo entre ambos países.
FLEXIBILIDAD
Las relaciones entre el Paraguay del Dr. Francia y Gran Bretaña muestran que, por un lado, el dictador mostró flexibilidad cuando las circunstancias lo permitieron, sin negar su compromiso con la independencia paraguaya. Por otro lado, el dictador veía a Gran Bretaña como un factor importante para lograr sus objetivos. Esto altera un poco la visión esquemática y negativa que generalmente se asocia al Dr. Francia cuando se menciona la figura del extranjero.
Su visión se basaba sobre todo en el principio político de proteger la independencia de Paraguay y fortalecer la cohesión de los paraguayos en torno a las instituciones republicanas. Si esto significaba utilizar a los extranjeros de una u otra manera, no dudó en hacerlo.
Sin embargo, el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, y el reconocimiento de Gran Bretaña de la independencia de Paraguay no se materializó hasta 1853, bajo el gobierno de Carlos A. López. (Argentina había sido reconocida en 1825).
La política del Dr. Francia se guió tanto por las circunstancias y oportunidades como por una lealtad absoluta al principio de la independencia del país. Las decisiones del dictador le situaron en una posición débil en la escena internacional. Disponía de muy pocos medios para influir y presionar a importantes Estados extranjeros para que se acercaran a Paraguay y lo reconocieran oficialmente. Este fue también el caso de Francia, como veremos en la segunda parte de esta serie.
*Ph. D. en Historia y Civilizaciones - Université Paris Cité – Francia. Máster en Relaciones Internacionales, máster en Letras y licenciatura en Letras Modernas, Sorbonne Université. Comercio Internacional – Droit des Affaires – Conservatoire National des Arts et Métiers