Por Macarena Duarte - macarena.duarte@nacionmedia.com
Andrés Rebolledo es un economista chileno y experto en relaciones económicas internacionales que se desempeñó como ministro de Energía de Chile. Vino a Paraguay en su carácter de Secretario Ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade) para instalar diálogos en torno a las transiciones energéticas, apoyando al país en su fortalecimiento en materia energética.
En conversación con La Nación/Nación Media, el experto destacó los escenarios propicios en los cuales podría trabajar Paraguay para llevar a cabo un mejor aprovechamiento de su potencial energético, colocándose incluso como un actor participativo en la región.
- Con la coyuntura global actual, ¿qué tipo de oportunidades usted observa para la región sudamericana en materia energética?
América Latina y el Caribe, en general, están en una posición muy interesante y expectante en torno a la transformación del sector energético en el mundo. Nuestra región es la más verde del mundo en términos de penetración y participación de energías renovables, tanto en su matriz primaria como en su matriz de generación eléctrica.
En cuanto a los desafíos, el punto de vista a la inserción en los distintos mercados globales, el hecho de tener estos rasgos genera muchas oportunidades para nuestra región a la hora de avanzar en cambios e incorporación de nuevas tecnologías. En este contexto, Paraguay es un país privilegiado desde el punto de vista de la penetración de energía renovable y esto le permite imaginarse un futuro de desarrollo económico con sello de competitividad muy importante.
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- Dentro del proceso de transición energética, ¿podría llegar a considerarse a Paraguay como un actor clave, con el aprovechamiento de sus hidroeléctricas?
En el caso particular de Paraguay, es el país con mayor penetración dentro de la región, como consecuencia de su riqueza y dotación hidro. Claramente, desde esa perspectiva, este país tiene una situación expectante dentro de su competitividad en el mundo, entendiendo que la estructura de las matrices de generación eléctrica serán durante los próximos años un atributo central a los efectos de atraer inversiones y participar en mercados internacionales.
Paraguay tiene un liderazgo que marca un referente en la región, sin duda. Desde Olade empezaremos a tomar contacto con las nuevas autoridades del país, de manera tal a persistir en un trabajo que hemos venido instalando con el gobierno paraguayo, como en el caso de la integración eléctrica y la conectividad a nivel regional que pueda tener con sus vecinos.
- ¿Desde Olade tienen algún tipo de recomendación para que Paraguay aproveche más su potencial en materia energética en general?
El rol de Olade, fundamentalmente, es apoyar a los países en sus políticas públicas energéticas. Lo hacemos desde la capacitación, estudios técnicos y un aspecto muy importante que es propiciar a implementar proyectos de cooperación Sur-Sur, es decir, entre nuestros países de América Latina y el Caribe.
En ese contexto, más que una recomendación a Paraguay, como una modalidad en concreto que deben implementar, ponemos a disposición del país las distintas experiencias y prácticas de los otros países en relación a necesidades concretas. América Latina es muy diverso, rico y complementario, por lo cual es posible avanzar en la cooperación Sur-Sur, donde Paraguay podría ser receptor de algunas experiencias y en otros casos podrá llevar la suya, como su desarrollo hidro.
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- En el plano del hidrógeno verde, ¿cómo observa el desarrollo de estos nuevos vectores en Sudamérica y, en el caso de Paraguay, se está colocando de manera interesante en la materia?
Hay varias consideraciones a tener en cuenta: quienes tienen ventaja para avanzar en el plano son aquellos países que han cambiado su matriz de generación eléctrica o tener una más limpia. Desde la perspectiva regional, Olade tiene la intención de que la región juegue un papel importante, con la certificación del hidrógeno verde.
Determinar cuáles son las características del hidrógeno verde como tal, para que así avancemos con una mirada colectiva respecto al mercado regional de hidrógeno verde. La intención de Olade es que esta industria naciente no se encuentre segmentada con distintas regulaciones que dificulte su desarrollo en el futuro; Paraguay tiene potencial, pero lo ideal sería que se sume a este proyecto unificador y que toda Latinoamérica avance con un mismo concepto.
- En cuanto a los desafíos que podría enfrentar la región latinoamericana dentro de su proceso de transición energética, ¿qué visualiza?
Es importante tener en consideración que, para alcanzar objetivos ambiciosos como la condición de carbono neutral, es importante descarbonizar no solo la matriz de generación eléctrica, sino también otros sectores consumidores de combustibles fósiles como el transporte, la industria e incluso en algunos casos los sectores residenciales.
Algunos países en América Latina avanzan en materia de tener mayor penetración de energía limpia en generación eléctrica. Sin embargo, el desafío es descarbonizar al resto de la economía; si queremos tener movilidad más sostenible, es fundamental tener una matriz de electricidad limpia o incorporar otros tipos de energía.
Se debe avanzar en lo referente a la complementariedad de las riquezas que tiene cada región latinoamericana. Por ejemplo, la generación eléctrica compartida en Sudamérica a lo largo de los años es un sello que no tienen otras subregiones como América Central, pero la cual cuenta con un modelo regulatorio interesante que se puede traer en conocimiento de otras regiones.
América del Sur tiene un recurso muy importante en materia de gas natural, que no tienen necesariamente otras regiones y, por lo tanto, avanzar en integración gasífera será importante. Se debe trabajar en el intercambio de riquezas; todos los esfuerzos regionales contribuirán así a la integración energética general, que es a lo que se debería apuntar.