La gestión económica de Mario Abdo a lo largo del 2022 y de estos cuatro años de gobierno no ha sido la más destacada si se compara con las administraciones que le antecedieron. Apenas asumió la Presidencia, la economía ya sufría un primer embate, la desaceleración, situación que se agravó con la pandemia, la mala gestión que fue señalada por industriales, millonarios préstamos, el contrabando, la inflación y la falta de respuestas a los sectores más vulnerables de la sociedad.

El 2022 fue un año en donde más del 75% de los productos de la canasta básica sufrió un aumento de precios, según un reporte de la Secretaría de Defensa al Consumidor (Sedeco). Frutas, verduras, carnes, productos a granel, prácticamente todos tuvieron un incremento en sus precios, al tiempo en que se redujo el ingreso de remesas desde el exterior y crecía el contrabando.

El Banco Central del Paraguay (BCP) informó días atrás que el ingreso de remesas a nuestro país se redujo en un 17% en octubre en términos interanuales, e incluso se tuvo un ingreso de 0,8% menos si se compara con el mismo mes del 2021; es decir, el porcentaje del 2022 fue aún menor que el registrado en un año, en el que todavía se hacía frente a la pandemia.

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El contrabando también fue una de las grandes problemáticas no afrontadas por este gobierno que terminó azotando a los productores, hecho que originó que estos no puedan vender sus producciones a un precio razonable; es más, en muchos casos, incluso perdieron un gran porcentaje de sus cosechas.

Desde la Federación Nacional de Productores Frutihortícolas del Paraguay exigieron acciones concretas al Gobierno y solicitaron que se implementen operativos para lograr que se reduzcan los niveles de contrabando. “Solo queremos vender nuestros productos y lastimosamente no hay respuestas”, lamentaron desde el gremio.

Los productos frutihortícolas no son los únicos que ingresan de contrabando, combustible, fármacos e incluso insumos odontológicos llegan a nuestro país de forma ilegal y, según estudios de la Fundación Pro Desarrollo, el 47% de la economía paraguaya es subterránea; es decir, informal. Todos estos factores internos contribuyeron a que el Paraguay tenga una baja proyección de crecimiento económico.

De acuerdo a la estimación del Banco Mundial (BM), Paraguay será el país que menos crecerá en comparación con los países de América Latina y el Caribe. Nuestro país solo logrará crecer en torno a 1,5%, mientras que Colombia, Argentina y Bolivia registrarán un crecimiento en torno al 3,9% y 5,4%.

El BCP también informó que la inflación proyectada para el término del 2022 es de 8,6%. El 2021 cerró con una inflación de 6,8% y el 2020 con 2,2%, esto refleja cómo en poco tiempo la inflación se disparó de forma importante. Este año también se caracterizó por los constantes ajustes del precio del combustible, lo que ocasionó la movilización y cierre de rutas por parte de conductores de plataformas y camioneros.

Las organizaciones sociales han cuestionado al gobierno de Abdo por no dar respuestas, tal es el caso de la articulación de ollas populares, cuya representante lamentó la falta de reglamentación de la ley de ollas populares, hecho que representa un impedimento para el desembolso de recursos, y advirtieron que no saben cuánto tiempo podrán seguir sosteniéndose, dado a que a diario crece el número de personas que piden un plato de comida.

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Desde la Comisión de Hacienda de la Cámara de Senadores indicaron que el déficit fiscal para este año es de US$ 250 millones y para el 2023 se estima que ascenderá a US$ 322 millones; el presupuesto planteado para el siguiente año propone la creación de cargos y aumentos de salario, en su mayoría para funcionarios del Congreso. Además, aún se siguen evaluando millonarios pedidos de préstamos y el mismo Ministerio de Hacienda advirtió sobre el peligro que esto representa para el Estado.

La Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (Feprinco), en su evento de cierre del 2022, indicó que al igual que los últimos dos anteriores, el 2022 fue dificultoso para el sector empresarial y los representantes del rubro lamentaron la falta de voluntad política para combatir los “males endémicos” que imposibilitan al país alcanzar un crecimiento sostenido. Aseguraron que el país necesita de previsibilidad, seguridad jurídica, gobernanza y transparencia.