En un debate organizado en Caaguazú entre los precandidatos a la gobernación, el arquitecto Carlos López por Honor Colorado y Marcelo Soto del oficialismo, este último quedó en aprietos luego de las declaraciones contundentes de López. “Si vos sos un planillero, yo no soy”, aseveró.
El debate fue transmitido por TV Aire Coronel Oviedo, un canal regional del quinto departamento, espacio donde ambos candidatos tuvieron la oportunidad de responder las consultas respecto a los proyectos que tenían pensado para la gobernación, cómo pretendían encaminarlos, además de escuchar los cuestionamientos de la ciudadanía.
En la emisión, una médica que se identificó como Lorena Ocampos cuestionó a Soto sobre el motivo por el cual no se pronunció respecto a las descontrataciones masivas en el Instituto de Previsión Social (IPS), así como también por las persecuciones y despojos que hubo en los programas sociales por motivos políticos.
A esta crítica, el candidato oficialista respondió negando la existencia de tales hechos y lo calificó de “victimización política”, desacreditando el cuestionamiento de la doctora. Ante estas declaraciones, el arquitecto López le manifestó que como figura del oficialismo tuvo que abogar en defensa de los descontratados.
Soto, en un intento por defenderse, indicó que este cuestionamiento que se le hacía era parte de una “vendetta política” y el arquitecto respondió con firmeza: “No juzgues por lo que sos, si vos sos un planillero, yo no soy planillero”, y agregó que su intención dentro de la política no es buscar el beneficio propio.
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“Yo entro para trabajar por el pueblo, yo no vengo de la cultura del privilegio, vengo de la cultura del trabajo”, aseveró López y le recordó a Soto ciertos casos en los que en la previsional se descontrataron a médicos y a otros funcionarios por simpatizar con los candidatos de Honor Colorado.
Marcelo Soto, exministro de la Juventud, fue acusado en varias ocasiones como “planillero” en la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), dado que aparecía en actos políticos en horario laboral, esto mientras su remuneración rondaba los G. 30 millones. El arquitecto López afirmó que la violencia se ejerce ante el pueblo cuando se descontrata por motivos políticos a quienes viven de ese salario, a lo que Soto ya no supo qué responder.