Mediante un comunicado, la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC) sumó su postura de repudio al hecho ocurrido en el Buen Pastor donde la condenada Carmen Villalba amenazó a las autoridades y logró que el féretro de su hermano, Osvaldo Villalba, líder del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), ingrese al reclusorio de mujeres para una despedida.
Por medio de la presidenta de la ADEC, Gloria Ayala Person, se hizo pública la postura de la organización. “Un féretro no ingresa a un penal por error o descuido, ha sido una muestra más de la debilidad institucional que desnuda, por un lado, el poder del crimen organizado y retrata crudamente el motivo de desconfianza de las entidades del Estado”, remarca parte del comunicado.
El documento también destaca que un sistema carcelario dominado por la mafia solo es posible porque la misma es funcional a los poderes fácticos que rigen en el país, además de repudiar la cantidad de destituciones que son utilizadas como elementos distractores. “Guárdense el espectáculo de destituciones. Hemos sido mudos testigos de un poder que estuvo sobre las instituciones y la autoridad establecida legalmente en la República”.
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“Órdenes de líderes del crimen organizado que, a pesar de estar privados de libertad, son obedecidas para burla de la sociedad decente por quienes han sido designados como autoridades que deshacen protocolos de seguridad para displicentemente acatar mandatos recibidos usando a la prensa para burlarse públicamente de aquellos que deberían proteger. Qué admiración o respeto podríamos tener a las autoridades que se convierten en bufones de turno ante el crimen organizado”, dicta otra parte de la postura.
Desde la ADEC también manifestaron la preocupación que existe por la fragilidad institucional del Estado, ya que nuevamente se demostró la improvisación con la cual se maneja el sistema penitenciario en el país. “La preocupación está en quienes obedecen, quienes permiten que estas cosas ocurran y permiten que criminales se conviertan en grupos de presión con influencia creciente”, menciona.
“Ha quedado comprobado que en Paraguay no somos iguales frente a la ley y para las instituciones que debieran protegernos; acaso el Gobierno precisa este grosero coqueteo con el crimen organizado para mantenerse en el poder, quien ordena es claro, la preocupación está en quienes obedecen”, cuestiona el documento.
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Decretan prisión en el Buen Pastor de mujer que agredió salvajemente a su novio
El juez penal de garantías de Luque, Nelson Romero, decretó la prisión preventiva en la cárcel de mujeres del Buen Pastor de Dora Cabera Troche, de 22 años, quien está imputada por violencia familiar y homicidio en grado de tentativa por agredir brutalmente a su pareja. La resolución judicial se dio a conocer luego de la audiencia de imposición de medidas cautelares llevada a cabo en el juzgado de Luque.
La defensa de la procesada tendrá la posibilidad de poder apelar la presente resolución judicial y en caso de ser así será un tribunal de apelación del departamento Central quien tendrá que estudiar y definir si corresponde que la mujer siga presa o se revoca la resolución y se le concede unas medidas alternativas a la prisión.
El grave suceso ocurrió el pasado 5 de setiembre, cuando Antony Saul Diestrade, de 22 años de edad, decidió terminar la relación con Cabrera Troche y se refugió en la casa de su madre. Sin embargo, la mujer lo buscó para intentar retomar la relación y, durante el trayecto a la vivienda conyugal, iniciaron una fuerte discusión.
Según el reporte, la agresora hizo caer de la moto a su pareja y lo pateó en la cabeza varias veces hasta dejarlo inconsciente. A pesar de la gravedad de la situación, continuó con la golpiza, escena que fue grabada por testigos y que rápidamente se viralizó en redes sociales.
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Paraguay repudia atentado armado en Jerusalén y reafirma rechazo al terrorismo
El ministerio de Relaciones Exteriores del Paraguay expresó su enérgica condena contra el atentado perpetrado este lunes por un grupo de terroristas armados vinculados a Hamas en la ciudad de Jerusalén, que derivó en la muerte de seis personas civiles y dejó una veintena de heridos.
Este pronunciamiento se dio a raíz del atentado provocado por dos hombres armados que abrieron fuego en una parada de autobús en el cruce de Ramot Junction, al norte de Jerusalén, cerca de rutas que conducen a asentamientos en Jerusalén Este, durante la hora pico de la mañana.
Este hecho ya es considerado como uno de los ataques más mortíferos en la ciudad desde el inicio del conflicto en Gaza. El ataque dejó seis muertos, incluyendo a dos rabinos y un ciudadano español identificado como Yaakov Pinto, de 25 años, recientemente había contraído matrimonio, además de una veintena de heridos, algunos en estado grave, todos civiles que se dirigían a sus actividades cotidianas.
“El Gobierno de la República del Paraguay reitera su firme rechazo al terrorismo en todas sus formas y expresa sus más sentidas condolencias a las familias de las víctimas, así como su solidaridad con el Pueblo y el Gobierno de Israel”, expresa el pronunciamiento oficial a través de sus redes sociales.
Igualmente, el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre, sumó su voz de repudio a través de las redes sociales. “El terrorismo solo siembra dolor e injusticia. Nuestra solidaridad con las víctimas y sus familias”, manifestó.
En el mismo sentido, se expresó el embajador paraguayo en Jerusalén, Alejandro Rubin, quien también expresó su enérgica condena al atentado terrorista perpetrado hoy en Jerusalén.
“Expresamos nuestra solidaridad con las familias de las víctimas y deseamos una pronta recuperación a los heridos. Reafirmamos nuestro anhelo de un futuro de paz y seguridad para todos”, publicó en redes.
Único fin, sembrar miedo y dolor
En tanto, el embajador de Israel en Paraguay, Amit Mekel, lamentó que una vez más el terrorismo demostró su carácter cruel e inhumano ya que dirigió intencionalmente su ataque contra la población civil con el único propósito de sembrar miedo y dolor en la población.
“Ninguna causa ni justificación puede otorgar legitimidad a semejantes crímenes que atentan contra los principios más básicos de la convivencia y de la humanidad”, expresó a través de un comunicado.
Asimismo, mencionó las palabras del primer ministro Benjamin Netanyahu, que tras el atentado ratificó la firme e inquebrantable determinación de su gobierno de enfrentar y derrotar al terrorismo en todas sus formas.
“Israel continuará defendiendo a sus ciudadanos con determinación y firmeza frente a quienes intentan destruir su derecho a vivir en paz y seguridad en su tierra ancestral. Las fuerzas de seguridad actuaron con rapidez para neutralizar a los atacantes y evitar así una tragedia aun mayor, reafirmando el compromiso del Estado de Israel en la lucha contra el terrorismo”, expresa otra parte del documento.
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Jorge Figueredo: “Las reglas de juego deben ser claras y eficientes para todos”
Por Willian Legal
En un país lleno de oportunidades de negocio, con incontables recursos naturales y humanos, es importante abordar el desarrollo desde una perspectiva integral, en la que converjan la ética, los valores cristianos y el compromiso social.
En este contexto, en una nueva entrega de Hacedores de La Nación/Nación Media, conversamos en un mano a mano con Jorge Figueredo, presidente de la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC), cuyas raíces firmes en los valores familiares y en la doctrina social de la Iglesia, plantea una visión de futuro en la que el empresariado debe ser protagonista del cambio social.
En la entrevista, Figueredo plantea una estrategia ante los desafíos para atraer nuevas inversiones extranjeras que contribuyan al crecimiento económico inclusivo y al fortalecimiento institucional del Paraguay.
- ¿Cómo se describe Jorge Figueredo?
Me considero una persona con muchos sueños. Soy un comprometido con las personas porque ese es el motor que, al final de la jornada, más me mueve. Me gusta escuchar, tengo mucha actitud y apertura hacia ese aprendizaje que implica saber escuchar y oír. Creo que es muy importante mantener la humildad para tener la inteligencia de aprender de los demás. Considero que cada persona tiene una historia demasiado interesante que merece ser escuchada.
- ¿Qué lo inspira a involucrarse en la actividad gremial y cómo llegó a ser presidente de la ADEC?
Como en la historia de cada uno, uno observa bastante el ejemplo de los padres en primera instancia y el de los líderes que va conociendo durante su formación, al ver cómo ese compromiso se traduce en acciones concretas.
En mi caso, mi padre —que falleció hace 14 años— siempre fue un comprometido gremial, tanto en su sector como en su forma de colaborar dentro de las empresas y con la sociedad.
Él se sentía comprometido y siempre repetía: “Si yo fui parte de ese porcentaje menor que tuvo la oportunidad de estudiar, educarse y conocer profesores del extranjero, ¿cómo no me voy a comprometer en levantar a todas las personas que me rodean?”
Eso siempre me marcó, que los beneficios que uno recibe deben generar un compromiso, una obligación de dar posteriormente, y que eso se convierta en un círculo virtuoso.
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- ¿Qué acciones propone la ADEC para atraer más inversión extranjera?
Ser serios y mejorar nuestra institucionalidad. Me parecen dos aspectos fundamentales. Tenemos que construir instituciones —tanto públicas como privadas— responsables, que no dependan únicamente de quién reciba al inversor en el aeropuerto para que le vaya bien, sino que las reglas de juego sean claras, eficientes y oportunas para todos, sin importar su tamaño.
Básicamente, todos debemos ser —y parecer— serios al momento de responder. Me refiero a lo institucional, solo así podremos dar mejores respuestas desde el Poder Judicial, desde el sector público.
Y el sector privado también tiene mucha responsabilidad en todo esto. En la ADEC somos conscientes de ello y apoyamos al sector privado para que, juntos, cuidemos esos aspectos.
- ¿Cómo maneja el equilibrio entre su vida privada y su rol como presidente del gremio?
Hay dos factores muy importantes. Primero, el apoyo de la familia es vital. En mi caso, el de mi esposa, que me apoya en todo el tiempo que se requiere, porque uno tiene que dar esa milla extra, sobre todo en tiempo. También el de nuestros hijos —yo tengo hijos pequeños aún—, que necesitan ser atendidos. La familia debe estar muy comprometida para sostenerte en el tiempo que uno dedica a esta actividad extra, que es lo gremial.
El segundo punto es el apoyo tanto de mis hermanos, que están en la compañía Raíces —donde trabajo a diario—, como de los profesionales de la firma, que gracias a su compromiso y su involucramiento, me permiten estar a tiempo completo en la ADEC, mientras ellos me cubren en mis obligaciones correspondientes.
- ¿Qué legado quiere dejar como presidente de la ADEC?
Sin lugar a dudas, quisiera que nuestra futura generación sienta el compromiso de mejorar la calidad de vida de nuestra sociedad, de todas las personas que nos rodean y que deciden habitar esta bendita tierra que es el Paraguay.
- ¿Cuáles son los principales objetivos de la ADEC bajo su liderazgo?
La ADEC nació hace más de 40 años con empresarios comprometidos, inspirados en la doctrina social de la Iglesia. Estos valores nos impulsan a mejorar el clima de trabajo desde dentro de nuestras empresas.
Hoy, la ADEC reúne a lo que yo llamo las tres E: empresarios, ejecutivos y emprendedores, que nos unimos en torno a estos valores para ver cómo mejorar el clima laboral. A partir de allí buscamos generar mejores respuestas para nuestros colaboradores, para el cliente externo —quien recibe nuestro producto o servicio— y también para todo lo que nos rodea, como el medio ambiente.
- ¿Cómo promueve el gremio los valores éticos y cristianos en los negocios?
La doctrina social nos da los pilares. Y, a partir de ahí, en comunidad, cuando uno se junta con otros que comparten esos mismos ideales, es más fácil sostener y apuntalar esos valores que hacen al día a día. Porque en el día a día se toman decisiones importantes que marcan la diferencia.
Cuando tenemos líderes empresariales cada vez más comprometidos, que miran al rostro del cliente y al entorno en el cual se desenvuelven, ¿cómo no nos va a ir mejor como sociedad?
Cuando hablo de líderes empresariales, me refiero a los directores, a las jefaturas, a los líderes de equipo que tienen personas a su cargo. Todo esto se convierte en un búmeran de compromiso, en un círculo virtuoso.
- ¿Cómo contribuyen los miembros de la ADEC al desarrollo económico nacional?
La ADEC históricamente ha mantenido una independencia y una apertura sincera y colaborativa, lo cual le da mucha autenticidad a la hora de tomar postura.
Nuestros socios comprometidos llevan sus experiencias al interior de sus empresas. Y, sin lugar a dudas, la ADEC ha tenido históricamente un rol en buscar consensos nacionales para mejorar las oportunidades para nuestros ciudadanos.
Hay innumerables acciones que uno puede observar. Invitamos siempre a todos a acercarse, porque todas las personas tienen mucho que aportar. Y creo que el factor de la humildad está muy desarrollado dentro de la ADEC. Esa apertura nos permite conocer historias relevantes para mejorar nuestra sociedad.
En Paraguay hay muchas cosas por hacer. Y creo que es una obligación que, si uno ha tenido éxito empresarial o personal, se comprometa con la sociedad que le otorgó ese liderazgo. El despertar de ese liderazgo empresarial es una responsabilidad que, desde la ADEC, sentimos como un compromiso fundamental.
Ficha personal
- Presidente de la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC)
- Director de Raíces Real Estate
- Director de Paraguay Sotheby’s International Realty
- Miembro del Consejo Ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios (Capadei)
- Magíster en Administración de Empresas por la Universidad Católica
- Especializaciones en INCAE, IAE y Aden Business School
- Su pasatiempo es viajar con la familia
- Está casado con Indira, con quien tiene tres hijos: los mellizos Horacio y Joaquín de 14 años y Gianna
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“Las reglas de juego deben ser claras y eficientes para todos”
- Willian Legal
- Fotos: Néstor Soto
Plantea estrategia ante desafíos para atraer nuevas inversiones extranjeras que contribuyan al crecimiento económico inclusivo.
En un país lleno de oportunidades de negocio, con incontables recursos naturales y humanos, es importante abordar el desarrollo desde una perspectiva integral, en la que converjan la ética, los valores cristianos y el compromiso social.
En este contexto, en una nueva entrega de Hacedores de La Nación/Nación Media, conversamos en un mano a mano con Jorge Figueredo, presidente de la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC), cuyas raíces firmes en los valores familiares y en la doctrina social de la Iglesia, plantea una visión de futuro en la que el empresariado debe ser protagonista del cambio social.
En la entrevista, Figueredo plantea una estrategia ante los desafíos para atraer nuevas inversiones extranjeras que contribuyan al crecimiento económico inclusivo y al fortalecimiento institucional del Paraguay.
–¿Cómo se describe Jorge Figueredo?
–Me considero una persona con muchos sueños. Soy un comprometido con las personas porque ese es el motor que, al final de la jornada, más me mueve. Me gusta escuchar, tengo mucha actitud y apertura hacia ese aprendizaje que implica saber escuchar y oír. Creo que es muy importante mantener la humildad para tener la inteligencia de aprender de los demás.
Considero que cada persona tiene una historia demasiado interesante que merece ser escuchada.
–¿Qué lo inspira a involucrarse en la actividad gremial y cómo llegó a ser presidente de la ADEC?
–Como en la historia de cada uno, uno observa bastante el ejemplo de los padres en primera instancia y el de los líderes que va conociendo durante su formación, al ver cómo ese compromiso se traduce en acciones concretas.
En mi caso, mi padre –que falleció hace 14 años– siempre fue un comprometido gremial, tanto en su sector como en su forma de colaborar dentro de las empresas y con la sociedad. Él se sentía comprometido y siempre repetía: “Si yo fui parte de ese porcentaje menor que tuvo la oportunidad de estudiar, educarse y conocer profesores del extranjero, ¿cómo no me voy a comprometer en levantar a todas las personas que me rodean?”. Eso siempre me marcó, que los beneficios que uno recibe deben generar un compromiso, una obligación de dar posteriormente, y que eso se convierta en un círculo virtuoso.
–¿Qué acciones propone la ADEC para atraer más inversión extranjera?
–Ser serios y mejorar nuestra institucionalidad. Me parecen dos aspectos fundamentales. Tenemos que construir instituciones - tanto públicas como privadas-responsables, que no dependan únicamente de quién reciba al inversor en el aeropuerto para que le vaya bien, sino que las reglas de juego sean claras, eficientes y oportunas para todos, sin importar su tamaño.
Básicamente, todos debemos ser –y parecer– serios al momento de responder. Me refiero a lo institucional, solo así podremos dar mejores respuestas desde el Poder Judicial, desde el sector público. Y el sector privado también tiene mucha responsabilidad en todo esto. En la ADEC somos conscientes de ello y apoyamos al sector privado para que, juntos, cuidemos esos aspectos.
–¿Cómo maneja el equilibrio entre su vida privada y su rol como presidente del gremio?
–Hay dos factores muy importantes. Primero, el apoyo de la familia es vital. En mi caso, el de mi esposa, que me apoya en todo el tiempo que se requiere, porque uno tiene que dar esa milla extra, sobre todo en tiempo. También el de nuestros hijos yo tengo hijos pequeños aún-, que necesitan ser atendidos. La familia debe estar muy comprometida para sostenerte en el tiempo que uno dedica a esta actividad extra, que es lo gremial.
El segundo punto es el apoyo tanto de mis hermanos, que están en la compañía Raíces –donde trabajo a diario–, como de los profesionales de la firma, que gracias a su compromiso y su involucramiento, me permiten estar a tiempo completo en la ADEC, mientras ellos me cubren en mis obligaciones correspondientes.
–¿Qué legado quiere dejar como presidente de la ADEC?
–Sin lugar a dudas, quisiera que nuestra futura generación sienta el compromiso de mejorar la calidad de vida de nuestra sociedad, de todas las personas que nos rodean y que deciden habitar esta bendita tierra que es el Paraguay.
–¿Cuáles son los principales objetivos de la ADEC bajo su liderazgo?
–La ADEC nació hace más de 40 años con empresarios comprometidos, inspirados en la doctrina social de la Iglesia. Estos valores nos impulsan a mejorar el clima de trabajo desde dentro de nuestras empresas.
Hoy, la ADEC reúne a lo que yo llamo las tres E: empresarios, ejecutivos y emprendedores, que nos unimos en torno a estos valores para ver cómo mejorar el clima laboral. A partir de allí buscamos generar mejores respuestas para nuestros colaboradores, para el cliente externo –quien recibe nuestro producto o servicio– y también para todo lo que nos rodea, como el medioambiente.
–¿Cómo promueve el gremio los valores éticos y cristianos en los negocios?
–La doctrina social nos da los pilares. Y, a partir de ahí, en comunidad, cuando uno se junta con otros que comparten esos mismos ideales, es más fácil sostener y apuntalar esos valores que hacen al día a día. Porque en el día a día se toman decisiones importantes que marcan la diferencia.
Cuando tenemos líderes empresariales cada vez más comprometidos, que miran al rostro del cliente y al entorno en el cual se desenvuelven, ¿cómo no nos va a ir mejor como sociedad? Cuando hablo de líderes empresariales, me refiero a los directores, a las jefaturas, a los líderes de equipo que tienen personas a su cargo. Todo esto se convierte en un búmeran de compromiso, en un círculo virtuoso.
–¿Cómo contribuyen los miembros de la ADEC al desarrollo económico nacional?
–La ADEC históricamente ha mantenido una independencia y una apertura sincera y colaborativa, lo cual le da mucha autenticidad a la hora de tomar postura.
Nuestros socios comprometidos llevan sus experiencias al interior de sus empresas. Y, sin lugar a dudas, la ADEC ha tenido históricamente un rol en buscar consensos nacionales para mejorar las oportunidades para nuestros ciudadanos.
Hay innumerables acciones que uno puede observar. Invitamos siempre a todos a acercarse, porque todas las personas tienen mucho que aportar. Y creo que el factor de la humildad está muy desarrollado dentro de la ADEC. Esa apertura nos permite conocer historias relevantes para mejorar nuestra sociedad.
En Paraguay hay muchas cosas por hacer. Y creo que es una obligación que, si uno ha tenido éxito empresarial o personal, se comprometa con la sociedad que le otorgó ese liderazgo. El despertar de ese liderazgo empresarial es una responsabilidad que, desde la ADEC, sentimos como un compromiso fundamental.