Durante un acto realizado este domingo frente al Panteón Nacional de los Héroes, la Junta de Gobierno de la Asociación Nacional Republicana (ANR), presidida por el diputado Pedro Alliana, celebró el 135º aniversario de fundación del Partido Colorado que nació a inspiración del general Bernardino Caballero. Estuvieron presentes, el expresidente de la República, Horacio Cartes, el precandidato presidencial Santiago Peña, a más de otras autoridades legislativas y partidarias.

En su discurso, Alliana resaltó que la ANR “se encuentra nuevamente en pleno desafío para encarar los grandes procesos que determinarán el futuro del Paraguay. Y lo hace desde el mirador de su honrosa tradición democrática y su vigorosa doctrina de reivindicación y defensa de los más pobres y desprotegidos”.

“El pueblo sabrá elegir entre la resolución de los conflictos por los caminos del Estado de derecho, la paz social y el bienestar que se cimenta en una economía inclusiva o por la ya probada anarquía que surge de la imposibilidad de mixturar ideologías radicalmente antagónicas, que obstaculizan la gobernabilidad y entorpecen el desarrollo”, prosiguió el titular del partido.

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Más adelante resaltó que la fidelidad a los ejes programáticos que “fueron el sustento de la reconstrucción nacional después del genocidio de 1870 nos sigue haciendo merecedores de la confianza ciudadana, que hoy se refleja en los miles de jóvenes que eligieron voluntariamente militar en las filas del Partido y por la robustecida y dinámica renovación de los cuadros dirigentes”.

“Y esto es así porque no nos hemos dejado intimidar por el relativismo materialista y depredador que pretende poner en duda nuestras certezas universales, nuestras creencias, nuestra fe y hasta nuestra condición humana, integral y digna. Pero aquí estamos los colorados y coloradas para defender los valores de la paraguayidad, sin cerrarnos al mundo y respetando siempre la situación peculiar de país multiétnico y pluricultural”, señaló el discurso oficial.

Añadió que la lucha por las conquistas sociales debe ser una lucha constante y consecuente. “Así como es constante y consecuente nuestra preocupación en la formulación de leyes sabias y protectoras, como nos encomienda la Carta Fundacional para los campesinos, obreros y pueblos originarios. Protección que debe interpretarse como el amparo de los más débiles y no como la concesión de privilegios a los círculos que instrumentan al Estado para la satisfacción de sus ambiciones materiales”, subrayó.

Homenaje a periodistas asesinados

Igualmente, Alliana puso de manifiesto que la Asociación Nacional Republicana es un partido que transitó consecutivamente por tres siglos consecutivos “sin que se resientan sus formulaciones filosóficas, sus enunciados programáticos y su identidad doctrinaria. Y sin devaluar su prestigio, a pesar de las inconductas, el fracaso y la inmoralidad de aquellos que usurparon su nombre en función de gobierno”.

“Nace el Partido Nacional Republicano el 11 de setiembre de 1887, en la agonía de un siglo XIX trágico para el Paraguay. Y trágico también para la Asociación Nacional Republicana por el asesinato del joven que operó la más grande transformación ideológica del coloradismo, el doctor Blas Manuel Garay Argaña, aquel lúgubre 18 de diciembre de 1899″, rememoró el diputado.

“Transformación que, en las lúcidas expresiones de J. Natalicio González, convierte al Partido en el instrumento insustituible del Renacimiento Paraguay. En el recuerdo de quien fue el primer mártir del periodismo nacional, honramos la memoria de quienes fueron asesinados en el ejercicio de esta noble profesión. Violencia que hace días nomás se cobró su última víctima”, acotó.

La llanura, por la intolerancia y la soberbia

El acto siguió con estas palabras: “Y el siglo XXI, que es el siglo de la consolidación democrática -continúo-, es testigo de las sucesivas victorias electorales del Partido durante las últimas décadas, salvo la caída del 2008, por culpa de la intolerancia, la soberbia y la incapacidad de transitar por la ancha avenida del diálogo y la reconciliación de los líderes de aquella época”.

“Periodo en que el pueblo colorado fue humillado y perseguido, violándose, incluso, su sagrado derecho de la estabilidad laboral. Nos quitaron todo, menos el honor. Y de la mano de ese honor volvimos al poder en el 2013, superando por primera vez en la historia política del país el millón de votos para la presidencia de la República”, remarcó el presidente de la Junta de Gobierno.

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Tampoco faltó la autocrítica para condenar a quienes propiciaron “un corte abrupto con su vínculo ético y doctrinario en ese largo y penoso proceso de egocentrismo autoritario que profundizó el infortunio paraguayo y subalternizó los valores y principios de la Asociación Nacional Republicana al culto exacerbado a la personalidad. Ese tramo que ensombreció el horizonte de la Patria y concluyó en febrero de 1989 fue un periodo de vaciamiento ideológico y principista de nuestra organización partidaria”.

“Es complicado examinar la vida de los partidos políticos con la madurez e imparcialidad que la razón histórica nos demanda. Pero nos esforzamos en hacerlo porque es el punto de partida esencial para desterrar los desaciertos y recrear las raíces que moldearon el carácter popular, nacionalista y revolucionario del coloradismo”, concluyó el discurso de Alliana.

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