Las barras bravas llevan años generando episodios violentos y bochornosos, tal como lo acontecido en el último encuentro deportivo entre los equipos de Olimpia y Libertad, donde hubo todo tipo de situaciones que “ensuciaron” el fútbol y lo alejaron del “fair play”. Tantos fueron los desmanes y destrozos por parte de algunos barrabravas durante el encuentro, que éste tuvo que ser suspendido y varios fueron detenidos por las fuerzas del orden presentes en el lugar.
El partido fue “aprovechado” por algunos integrantes de la barra brava de la “O” para intentar incomodar al presidente honorario del club Libertad, Horacio Cartes, quien fue representado en un sector de la hinchada con una careta y un uniforme. Ahora bien, ¿a qué se debe la virulencia de algunos barrabravas contra el líder del movimiento Honor Colorado y favorito para presidir la Junta de la Asociación Nacional Republicana?
Existe afinidad entre personas que manejan a los barrabravas con actores del oficialismo. Algunos de ellos siguen siendo dirigentes, otros dejaron de serlo, pero siguen influenciando en el grupo de hinchas, e incluso, arreándolos para “animar” eventos del movimiento Fuerza Republicana.
Un caso es el de Rubén Antonio Flecha, actual chofer de Nicanor Duarte Frutos en la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) y exlíder de la barra brava “Ultra” de Olimpia. Según la nómina de la EBY, Flecha percibe cerca de G. 30 millones mensuales, teniendo G. 19.564.410 como remuneración acorde a la categoría H3, monto al que se agrega G. 9.478.275 en concepto de bonificaciones. Este puede ir variando de acuerdo a la situación.
Fuentes aseguran que Flecha comenzó a “ganarse el corazón” de Duarte Frutos ya desde cuando era uno de los líderes de la barra brava Ultrasur, con cuyos integrantes mantiene fluido contacto, ya que de manera periódica son contratados como “animadores” de algunos encuentros políticos del movimiento Fuerza Republicana, que tiene a su patrón como candidato a miembro de la Junta de la ANR.
Flecha lleva años trabajando para Duarte Frutos, al igual que su hermano, Juan Sebastián, quien se desempeña como guardaespaldas, con ingresos inferiores pero no menos importantes, según la nómina de la EBY. Rubén, además de desempeñarse como chofer, cumple otras tareas asignadas por la dirección. Esto explicaría su estrepitoso salario, especialmente sus bonificaciones, que pueden ascender hasta a G. 17.000.000.
El chofer de Nicanor, con influencia en la barra brava del Decano, se encuentra en la EBY como funcionario con estatus de permanente y una antigüedad de casi nueve años. A lo largo de los años, el afortunado exbarrabrava logró construir una mansión en la ciudad de San Lorenzo y ser propietario de tres propiedades más, frutos de su trabajo y amistad con el conocido como “mariscal de la derrota”
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