El mandatario, Mario Abdo Benítez, en el inicio de su penúltimo informe de gestión ante el Congreso Nacional, se jactó en que su gobierno se caracteriza por mantener una institucionalidad democrática; sin embargo, es fuertemente cuestionado por utilizar a las instituciones del Estado como un garrote político para atacar a sus adversarios con miras a los comicios internos partidarios previstos para el 18 de diciembre del 2022.
Al respecto el colorado comentó que el “legado primordial” que su administración se propuso a dejar desde el primer momento es “la consolidación de la conciencia moral democrática, sosteniendo que es uno de los aspectos más “valiosos” que tenemos los paraguayos, el “respeto a la institucionalidad”.
Abdo Benítez continuó afirmando que su gobierno busca que sus ideas y planes se enmarquen dentro de las “reglas del juego democrático” para seguir comentando que espera acabar de una vez por todas con la “infortunada práctica política de buscar echar raíces permanentes en la conducción nacional a cualquier precio”.
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Sin embargo, es acusado de utilizar las instituciones del Estado en colaboración con un sector de la oposición para principalmente atacar y debilitar al sector político del movimiento Honor Colorado, encabezado por el exmandatario Horacio Cartes.
“Es muy grave, se formó una asociación con la finalidad de destruir a las empresas de Cartes para lesionar al grupo político liderado por el expresidente y desde el Poder Ejecutivo y sus ministerios y secretarías, desde esta comisión creada solo y únicamente contra Cartes”, había comentado Pedro Ovelar, abogado del exmandatario.
Como sustento, se encuentran las filtraciones de informaciones confidenciales a ciertos medios de comunicación por parte de la Seprelad, encabezada por Carlos Arregui, en el que se hizo alusión a un supuesto esquema de lavado de dinero y hechos ilícitos dentro del Grupo Cartes, salpicando al expresidente de la República.
La información incluso fue utilizada por el mandatario y su entorno en el marco de su campaña electoral en busca de la titularidad de la Junta de Gobierno del Partido Colorado, hecho que termina por tumbar totalmente su discurso sobre el respeto a la institucionalidad del país.