Este lunes, la Fiscalía de Cartagena decidió imputar a las cinco personas detenidas por el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en Colombia; estos detenidos son acusados por presuntos delitos de homicidio agravado, además de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego. Se trata de cuatro hombres y una mujer que fueron detenidos en la ciudad de Medellín la semana pasada.
Este 6 de junio, la Fiscalía labró imputación contra Wendel Scott Carrillo, de nacionalidad venezolana; Francisco Galeano, Eiverson Zabaleta, Cristian Camilo Monsalve y Marisol Londoño, todos fueron detenidos la semana pasada luego de que los investigadores encontraran más de 19 elementos calificados como materiales probatorios claves para ordenar la detención de los mismos.
Cabe destacar que señalaron a Wendel Scott Carrillo, de 31 años, de nacionalidad venezolana, como el autor material del crimen, ya que testigos argumentaron que sería la persona que ejecutó varios disparos contra la humanidad del fiscal antidrogas paraguayo el pasado 10 de mayo.
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Por su parte, Francisco Galeano sería el presunto articulador y financiador del homicidio. Así también, fue detenido e imputado Eiverson Zabaleta, quien alquiló y manejó la moto acuática, con la que llegaron hasta Isla Barú para ejecutar el terrible atentado que terminó con la vida de Marcelo Pecci.
Así también, fueron imputados Cristian Camilo Monsalve y Marisol Londoño, se trata de madre e hijo que en todo momento se encargaron de marcar los pasos del fiscal. Estas personas hasta se hospedaron en el mismo hotel que la víctima para poder enviar coordenadas a los asesinos.
Los datos recolectados por los investigadores de dicho país, con apoyo de la Policía Nacional y el Ministerio Público de Paraguay, llevaron hasta estas personas, quienes enfrentarán cargos por homicidio. Los informes también señalan que los criminales habían seguido a Marcelo Pecci y su esposa Claudia Aguilera desde el mismo momento de su arribo a Cartagena, haciendo un seguimiento de sus movimientos ya desde el 4 de mayo hasta el día en el que se concretó el asesinato el 10 de mayo en la playa de Barú.