El especialista en el área de seguridad, José Amarilla, realizó un análisis sobre el atentado y asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en Colombia el pasado 10 de mayo, y sostuvo que el crimen organizado con este hecho está enviando un mensaje de que no existen intocables y lugares seguros.
“En esto no hay intocables y no hay espacios seguros. Es un mensaje no solamente para Paraguay sino también para Colombia, y para el continente en general, indicando que hay poderes muy por fuera de los controles del Estado o de los probables controles del Estado”, refirió el especialista en entrevista para Unicanal.
Igualmente, explicó que esto se da más allá que se haya dado probablemente una falla de la protección de una personalidad importante, teniendo en cuenta el trabajo de lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico que llevaba adelante Marcelo Pecci como agente del Ministerio Público.
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“Esto más allá de que haya habido errores operativos probablemente en los mecanismos de protección de un dignatario de la talla del fiscal Pecci. Es decir, una persona que tiene ese grado de exposición necesita en todo punto de vista de medidas especiales de protección de su seguridad personal y la de su familia”, apuntó Amarilla.
Agregó además que con este crimen existe un mensaje simbólico en varios sentidos, ya que Pecci fue un blanco que en Paraguay era difícil abatir, sin embargo, con su ida a Colombia y con la probable falla en los protocolos de seguridad se logró concretar el ataque y el asesinato del mismo.
“En Paraguay es difícil de abatir, porque se movía en vehículos blindados, porque tenía algún grado de protección de parte de las autoridades, porque su recorrido era un aspecto desconocido. Sin embargo, yendo a Colombia, un país al cual Paraguay tiene copiado varios modelos de procedimientos de seguridad desde hace más de una década, se suponía que en ese espacio, por lo menos en el imaginario de las autoridades, estaría completamente seguro y protegido, y poder llevar una vida completamente abierta”, refirió.
El especialista insistió en la posible falla del sistema de seguridad, aunque con eso se debe ir aprendiendo de la operación de los criminales, que va evolucionando. “Hubo errores operativos sin duda en la protección de esta persona pública, y una demostración de fuerza de parte de las organizaciones criminales que nos muestran que hay que capitalizar los aprendizajes de parte de lo que ellos van mostrando como evolución”, sentenció.
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