José Aranda, hermano de Cristina “Vita” Aranda, una de las víctimas fatales del atentado relacionado al narcotráfico acontecido durante un concierto en San Bernardino, lamentó las expresiones del presidente Mario Abdo Benítez, quien afirmó que el sicariato en el Paraguay continuará, y al no proponer soluciones para resguardar a los ciudadanos de la inseguridad.

“No recibimos nada por parte del Gobierno, pero absolutamente nada, ni por lo menos una rosa por parte del Gobierno. Solo recibimos una bofetada con todas esas declaraciones, fue lo único que nos llegó desde el Estado. Tampoco nadie nos dijo que están haciendo algo o que el Estado nos apoyará. La gente de los derechos humanos son los primeros en aparecer cuando muere un delincuente, pero ahora que le mataron a mi hermana ¿dónde están ellos?”, dijo en contacto con el diario La Nación.

Al respecto, agradeció a la ciudadanía el apoyo a la familia Aranda manifestando que su hermana logró ganarse el afecto de los paraguayos. “Si no fuese por eso, estaríamos nosotros más destrozados, si no fuese por el cariño, ella promovía un cambio para las mujeres y vamos a seguir su legado”, indicó.

Por otra parte, manifestó que el asesinato de su hermana no quedará impune, pese a las desacertadas expresiones del mandatario. “Estamos indignados, teníamos una luz de esperanza de que se haga justicia, pero al salir el presidente a dar ese tipo de declaraciones nos tiró por el suelo, se hubiera quedado callado, pudo dar las condolencias, pero no salir a decir ese tipos de estupideces, indigna mucho la injusticia que hay. No vamos a permitir que esto quede en vano”, refirió.

En ese sentido, comentó también que “me estoy yendo a una marcha en Mariscal López con el corazón destrozado y un dolor en el alma, pero si no hacemos un cambio ahora con esto que está ardiente y es nuevo, la gente se olvida y queda como si nada y tenemos hijos, no puede ser que estemos viviendo en la zozobra, hoy fue mi hermana, el día de mañana puede ser mi hijo, mis hermanos, mis padres, cualquier persona y otras familias”.

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Respecto al planteamiento de destituir al ministro del Interior mediante un juicio político, Aranda argumentó que la propuesta es valedera, pero que el problema se centra en la cabeza, es decir en la falta de acciones por parte de Abdo Benítez en la lucha contra la inseguridad.

“El problema no está en el ministro del Interior, el problema está en la cabeza. Si la cabeza está mal, el cuerpo va a funcionar mal. Los parlamentarios están buscando ahora destituir a Giuzzio, pero si la cabeza dice que esto es algo normal, ¿cómo el cuerpo actuará? La cabeza está mal, es el problema, desde arriba comienza. Acá le quedó grande el cargo al presidente. ¿Por qué no se calla, no existe alguien que le pueda decir que meterá la pata? Su señora como madre también le tuvo que decir que tenga un poco más de empatía, que envíe por lo menos un mensaje o que a la vez finja que está dolido por el tema”, refirió.

Finalmente, instó a la ciudadanía a seguir manifestándose para buscar el cambio en el Paraguay, sosteniendo que ya no se puede esperar nada más de las autoridades del Gobierno. Instó a los encargados de la Justicia a esclarecer el conflicto y sancionar a los responsables, pese a comentar que teme que el caso quede impune.

“Nosotros no tenemos que esperar nada más de ellos, de los gobernantes, ya que desde arriba está todo podrido. Si nosotros esperamos algo de ellos, será en vano, tenemos que movernos y decirle que llegan hasta acá. Me duele el alma, la tengo partida, pero no me voy a quedar en mi sofá a llorar. Es la obligación de la Justicia aclararlo todo, pero como siempre lo taparán. Esto no viene de abajo, es algo muy grande, hay mucha gente de arriba metida”, afirmó.

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