Por Lourdes Torres - Periodista de Patrimonio Histórico - lourdes.torres@gruponacion.com.py
No es la primera vez que el Palacio de López pierde uno de sus pináculos de la torre principal. Este jueves 30 de diciembre, la tormenta causó el levantamiento de la estructura de chapas y hierros que forman parte de las obras de refacción del Palacio de Gobierno, lo que provocó el derrumbe de dos de los 4 pináculos. Pero hace 153 años, durante la Guerra Grande, el edificio ya había sido bombardeado por navíos brasileños que ingresaron a la Bahía de Asunción y en esa ocasión también perdió uno de pináculos.
Tras viralizarse el triste escenario que dejó la tormenta de ayer con la destrucción de una parte de la torre central del Palacio de Gobierno, varios historiadores y exponentes culturales compararon la estampa similar de cómo quedó el palacio de López luego de ser bombardeado por acorazados brasileño que lograron llegar hasta la capital del país, durante la Guerra de la Triple Alianza.
Nota relacionada: Palacio de López: obras están aseguradas, pero desconocen costo de la reparación
En comunicación con La Nación, el promotor cultural Fabián Chamorro señaló que el 22 de febrero de 1868 llegaron a Asunción buques de la armada brasilera que cañonearon el Palacio y alcanzaron uno de los pináculos que fue derrumbado. En ese sentido, indicó que los barcos brasileros “Barros”, “Bahía” y “Río Grande” aparecieron frente a Asunción y abrieron fuego sobre la ciudad.
“Algunos proyectiles dieron contra el Palacio de López, al parecer alcanzaron otras dependencias del edificio, que hoy da a la costanera, pero sin causar daños extraordinarios. Inmediatamente después, los buques fueron atacados desde la Loma San Jerónimo, lugar donde estaba emplazado el enorme cañón “Criollo”, que fue fundido en Ybycuí. Su estruendo fue tal que los buques atacantes se retiraron río abajo. No volverían hasta enero del año siguiente, ya con la ciudad abandonada”, comentó.
Navíos imperiales modernos
Por su parte, el historiador Claudio Velázquez, especialista en historia militar contemporánea, relató cómo llegaron a la Capital del país los navíos brasileños, señalando que el gobierno imperial del Brasil tuvo que adquirir una flota bastante moderna, que incluía un acorazado, es decir que tenía una coraza metálica que repelía todos los proyectiles paraguayos que defendía la fortaleza de Humaitá.
Es así que que el ejército brasileño logró superar la fortaleza de Humaitá e inmediatamente comenzó la evacuación de Asunción, y se destinó a la ciudad de Luque como capital del Paraguay.
“Fue en ese tiempo posterior que los buques imperiales del Brasil llegan hasta la Bahía de Asunción y bombardean la ciudad de Asunción brevemente. En ese bombardeo fue afectado el Palacio de López, donde derribaron su pináculo. Este bombardeo no tuvo mucha duración porque había bastante desconocimiento de parte de las fuerzas navales imperiales”, comentó.
Tanto Chamorro y Velázquez coincidieron en destacar la importante actuación que tuvo el cañón “Criollo”, cuyo poder armamentista era importante, y al explosionar causaba un estruendo enorme que se escuchaba en toda la ciudad. Así como otros cañones que estaban instalados en la Loma San Jerónimo.
“Justamente se produce un duelo entre esos cañones y los navíos brasileños, lo que genera cierto susto de la flota imperial del Brasil, por eso, fue muy breve el bombardeo que realizaron contra el Palacio de López. Los brasileños no tenían conocimiento de qué había en Asunción y en zona de la Bahía, por eso, ni bien comienzan a sentir que reciben proyectiles y se escuchaban los estruendos del cañón, evacuaron la bahía cuanto antes, río abajo”, relató Velázquez.
Lea más: Pilar espera a turistas con variada agenda de actividades y con mayor seguridad ciudadana
Buques monitores norteamericanos
Por otra parte, Velázquez destacó que los navíos imperiales, una vez que superaron la fortaleza de Humaitá, prácticamente gobernaron las aguas del Río Paraguay. Respecto a las embarcaciones que formaban parte de la tropa imperial, señaló que contó con Buques Monitores, que de acuerdo a las fotografías de la época, parece unos buques hundidos, y solo una pequeña partes se ve en la superficie.
“Parecían submarinos, pero son busques que están diseñado para tener una navegación sublimes en agua de río, y solamente dejan ver una parte de su superficie para que no sean fácil objeto de bombardeos”, precisó.
Asimismo, señaló que la tecnología de buques monitores fue desarrollado por Estados Unidos, durante la guerra civil que fue previo a la Triple Alianza. Indicó que el Brasil adquirió esas naves justamente para poder navegar en aguas del río Paraguay, así como cruzar la fortaleza de Humaitá y tener una navegación casi perfecta.
Lectura recomendada: Vendrán ajustes en el gabinete presidencial, adelantó Daniel Centurión
“La fortaleza de Humaitá era lo mejor que tuvo el Ejército paraguayo, dado que estaba muy bien posicionado en el río Paraguay, porque en ese lugar el río hace mucha serpenteadas y cualquier buque necesariamente debe maniobrar, porque no se puede navegar en forma recta. Eso aprovechaban en la fortaleza de Humaitá, porque cualquier buque enemigo hacía esas maniobras, se le lanzaba todo el fuego posible. Entonces cualquier tipo de embarcación era imposible cruzar la zona, es así que Brasil en 1867 adquiere una flota moderna para poder cruzar esa fortaleza”, relató.
Evacuación de Asunción
No obstante, Velázquez resaltó que si bien se había iniciado el proceso de evacuación de la ciudad día antes, aún permanecían en los alrededores del Palacio de López, algunos ciudadanos civiles, que al escuchar los estruendos genera un caos entre los habitantes, más aún al tomar conocimiento de la llegada de las tropas imperiales.
En cuanto a los daños causados por el bombardeo brasileño al Palacio de López, indicó que fueron menores, más aún teniendo en cuenta que meses después el edificio en su planta baja fue utilizado como caballerizas de las tropas montada brasileña. Teniendo en cuenta que el edificio aún no estaba terminado, la cual fue culminada en la post guerra. Por tanto, da la punta que la estructura del edificio no fue muy dañada por el bombardeo brasileño.