La industria paraguaya representa aproximadamente el 34% del Producto Interno Bruto (PIB), hecho que sigue dinamizando la economía nacional pese al poco respaldo gubernamental a la inversión privada que sigue luchando contra el contrabando, su principal enemigo. Incluso logró sobrevivir a la crisis sanitaria generada por la pandemia del COVID-19. Durante este tiempo muy duro para el sector siguió dando fuente de trabajo.

Al respecto el ingeniero en electricidad Enrique Duarte, presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), mencionó que con todo el viento contrario que tuvieron, en el sentido de que todavía el efecto de la pandemia sigue afectando la economía, “que tenemos problemas en materia hídrica que generan inconvenientes para la importación de materia prima así como para la exportación de productos terminados, tenemos un contrabando que nos asecha sobre todo por políticas monetarias de nuestros vecinos independientemente de todo eso, el sector industrial está en un proceso de recuperación”.

“Un sector importante de la industria trabajó, puso el hombro en el momento más duro de la pandemia mientras otros tuvieron que parar sus actividades, tuvieron que reinventarse y no hace mucho iniciaron sus labores y buscan recuperarse de manera económica. No obstante somos optimistas, los números y las tendencias nos indican que vamos en ese camino. Esto te da la pauta de la nobleza de nuestro mercado, si no tuviésemos estos efectos probablemente los números respecto a la recuperación económica del país estaría en otros niveles, pero seguimos”, dijo a través del programa Fuego Cruzado, emitido por el Canal GEN.

Señaló que existe una tendencia ascendente en cuanto a la recuperación del sector industrial, lo cual implicaría la “gran confianza que tienen los inversores paraguayos y extranjeros en el futuro del país”. Agregó que en los últimos años en el Paraguay se están radicando mayores capitales extranjeros.

“La inversión requiere de estabilidad económica macroeconómica, requiere reglas de juego claras, de personal calificado y capacidad de acceso al crédito. Durante la pandemia la política monetaria fue flexibilizada para el acceso al crédito, pero a nuestro mejor entender no a los niveles de que la industria hubiere necesitado. También se debe manifestar que la pandemia desnudó cómo la informalidad no permitió que muchos sectores y empresas puedan acceder a esos créditos”, refirió.

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La industria paraguaya en los últimos 10 años creció un 4% y se estima que en el presente año tendrá un crecimiento del 8,5%. Destacó que existen varios rubros que no eran considerados clásicos dentro del país, que lograron posicionarse en el mercado.

“Es lo que las proyecciones muestran. Rubros no tradicionales se posicionaron en el mercado, la industria química, farmacéutica muy bien plantada en el país, con tecnología de primer mundo y con condiciones de abastecer las necesidades del mercado. El sector de la carne cada vez está más profesionalizado, el sector del cemento, según nuestros datos los requerimientos en materia de producción de cemento todavía seguirá creciendo”, indicó.

Duarte cuestionó también la politización de la economía, razón por la cual expresó el deseo del sector industrial en que las autoridades puedan llegar a concordar en torno a un proceso de desarrollo.

“Nosotros consideramos que la politización de la economía es uno de los factores que genera la inestabilidad, por ejemplo, un caso fue del paro de los camioneros, independientemente de considerar que si el reclamo era legítimo o no. Nosotros anhelamos un país en el que la clase política pueda sentarse y llegar a un acuerdo en cuanto al desarrollo económico del país y que aquellos temas que hagan a la política puedan ser tratados andarivel diferente”, sostuvo.

Finalmente Duarte manifestó que el Paraguay cuenta con todas las condiciones para poder lograr el grado de inversión económica, pero que para eso se vuelve necesario mantener un ambiente de armonía que en gran medida depende de la clase política.

“No podemos más estar cuestionando el hecho del cumplimiento de principios constitucionales, como por ejemplo, el tema de la propiedad privada o la libre circulación, o al libre mercado que la Constitución establece, no podemos estar cuestionando y politizando todas estas cosas. Nuestro país que tiene todas las condiciones para lograr el grado de inversión para pasar al grado de desarrollo, necesita de una paz en lo que hace a la economía, no podemos más estar pendientes a las situaciones políticas que utilizan a la económica en busca de adeptos o votos”, sentenció.

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