El senador Hugo Richer señaló este viernes que el Gobierno debe garantizar las condiciones económicas a la gente trabajadora si habrá una nueva restricción estricta para contener la propagación del COVID-19, como están pidiendo los médicos ante la alta ocupación en hospitales y la cantidad de fallecidos.
“Si vamos a ir a restricciones, el Gobierno debe garantizar, pero plenamente, la vida de los trabajadores que son afectados por esa medida. El Gobierno tiene recursos, pero no un Pytyvô de G. 500 mil”, manifestó el legislador a los medios de prensa.
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Sostuvo que la ciudadanía debe salir a buscar el sustento diario para dar de comer a su familia, de lo contrario se queda sin ingresos. A su criterio, el Gobierno no toma medidas radicales, por más que se necesiten, para contener la propagación masiva del COVID-19 y dar un respiro a los centros asistenciales.
Richer indicó que el Gobierno debe buscar alternativas para ayudar a los sectores más vulnerables si habrá nuevas restricciones estrictas y que una de las opciones es que el Banco Central del Paraguay (BCP) preste la reserva de dinero porque las restricciones son necesarias, pero actualmente no hay condiciones.
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“Evidentemente las cuarentenas parciales y totales, que es lo que se ven en gran parte de los países del mundo, es una medida necesaria por el tema sanitario. Sin embargo, hay una contradicción brutal porque la gente trabajadora tiene que salir”, agregó el senador de la oposición.
El Ejecutivo prepara una nueva estrategia en un intento por contener el récord de contagios y muertes a causa del nuevo coronavirus. Se aplicarán restricciones por zonas identificadas mediante colores y, además, se evalúan mecanismos para restringir las reuniones sociales, donde radica el foco principal de infección, según las autoridades sanitarias.
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Gobierno de Peña entregará 530 viviendas a familias de San Pedro
El gobierno del presidente de la República, Santiago Peña, tiene previsto para mañana lunes 28 de julio la entrega de 530 viviendas a pobladores de San Pedro, uno de los departamentos con el mayor índice de pobreza en Paraguay.
Las mismas fueron construidas mediante el Fondo Nacional para la Vivienda Social (Fonavis), para familias en situación de vulnerabilidad, de pobreza y extrema pobreza. El programa está orientado a disminuir el déficit habitacional en todo el territorio nacional e impulsar la economía nacional.
Las viviendas fueron construidas en varios distritos del departamento de San Pedro como San Vicente Pancholo, Guayaibí, General Isidoro Resquín, San Pedro del Ycuamandiyú, Villa del Rosario, Capiibary y Tacuati.
El acto, encabezado por el ministro de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH), Juan Carlos Baruja, está previsto para las 10:00 en la zona conocida como Villa del Rosario. Desde agosto del 2023, el gobierno de Peña ya entregó más de 18.378 viviendas, de un total de 27.520 soluciones habitacionales previstas, reafirmando su compromiso con una política histórica de acceso a la vivienda digna.
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San Pedro es una de las zonas más favorecidas con la política habitacional impulsada por el mandatario. Durante sus jornadas de Gobierno en el segundo departamento, el economista resaltó en varias ocasiones su potencial productivo, ratificando el compromiso de su administración con el campo.
La construcción de viviendas no solo tiene el objetivo de garantizar bienestar y desarrollo integral a las familias paraguayas, también cuenta con un fuerte impacto en el desarrollo local: genera empleos, impulsa la economía de la zona y fortalece la industria paraguaya con el uso de materiales cerámicos de producción nacional.
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Viceministerio de Energía tendrá mayor protagonismo para impulsar el desarrollo
- Juan Marcelo Pereira
- juan.pereira@nacionmedia.com
“Queremos utilizar a la energía como un medio para el desarrollo“, manifestó el viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano, en torno al proyecto de ley del Poder Ejecutivo que plantea la unificación de su institución con el Ministerio de Industria y Comercio (MIC), al igual que la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur). Actualmente es dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
“Esto no es solo una fusión de instituciones, es mucho más que eso, se busca dotar al Viceministerio de Minas y Energía de mayores prerrogativas de la que actualmente tiene para ser un coordinador del sector energético integral y tener potestades superiores, normativas, para poder ejercer esa coordinación, control y llevar adelante los grandes desafíos que tenemos como país”, afirmó Bejarano en una entrevista con el diario La Nación/Nación Media.
La iniciativa forma parte del paquete de proyectos de leyes económicas que son impulsadas por el gobierno del presidente de la República, Santiago Peña, y tienen como finalidad la transformación integral del Estado paraguayo. "Se busca que la energía sea el medio para un mayor desarrollo industrial en nuestro país, ese es el impacto que pretendemos con esta transformación y otorgamiento de rango ministerial. Esto no será un achicamiento del Estado, teniendo en cuenta que la estructura, el organigrama del viceministerio simplemente tendrá un traslado a otro ministerio", refirió.
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Industrialización masiva
“Queremos seguir exportando energía, convertirnos en un mercado de comercialización de la misma, tanto de gas natural por eso se está proyectando el gasoducto bioceánico como también de la energía eléctrica, pero esencialmente como gobierno estamos buscando la utilización con una industrialización masiva. Nosotros sabemos que el gran paso que debemos dar para permear a la microeconomía y la macroeconomía es la industrialización”, acotó Bejarano.
Por otra parte, el viceministro se mostró confiado que la iniciativa ejecutiva será sancionada por el Congreso Nacional sin inconvenientes. “Creería que hay un consenso pleno para que esto se realice de la mejor manera, esto tiene una importancia relevante”, puntualizó.
Principales reformas
El segundo proyecto de ley que figura en el paquete se centra en que el Ministerio de Relaciones Exteriores absorba a la Secretaría de Repatriados. Teniendo en cuenta el grado de inversión que fortalece al sistema financiero, la tercera ley que se presentará consiste en una actualización de la Ley de valores de la Superintendencia de Valores para modernizar todo el marco jurídico del funcionamiento de la bolsa de valores en Paraguay.
La cuarta iniciativa se trata de una nueva ley de energías renovables para dar mayor participación al sector privado. Mientras que el quinto y el sexto contemplan la modernización de las leyes 60/90 y de maquila, regímenes que han sido pilares del crecimiento económico nacional. En ambos casos, se busca adaptarlos a los nuevos tiempos y maximizar su impacto.
También se prevé que los bienes importados bajo la ley 60/90 puedan constituir fideicomisos como garantía para acceder a más financiamiento. Además, se incorporarán rubros ligados al turismo, potenciando la sinergia entre comercio e infraestructura turística. Respecto a la ley de maquila, se anunció una innovación clave: la incorporación de la maquila de servicios. En séptimo lugar se da pie a la creación de un nuevo régimen, el proyecto de ley de ensamblaje de productos electrónicos.
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Titulación masiva: “La tan mentada reforma agraria la está llevando el gobierno de Peña”, dice diputado
El diputado Alejandro Aguilera destacó el compromiso del gobierno de Santiago Peña con la histórica reivindicación de la reforma agraria, al concretarse hasta la fecha la entrega de 10.000 títulos de propiedad desde su inicio de gestión a través del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert).
El Gobierno busca alcanzar la meta de 50.000 títulos a nivel nacional para el año 2028. Aguilera manifestó que la titulación masiva no solo busca regularizar la situación de la tierra para los campesinos, sino que también representa una inversión social significativa en el ámbito rural, permitiéndoles mejorar sus ingresos y calidad de vida.
“La tan mentada reforma agraria la está llevando a cabo el gobierno de Peña con la titulación masiva de tierras. La gestión del presidente está dignificando al campesinado, con la titulación de tierras se multiplica el valor de la propiedad, también se insertan al circuito económico, esto significa que por primera vez tendrán la oportunidad de salir de la postración y progresar”, dijo el dirigente político del departamento del Guairá.
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Primera entrega de títulos en Andrés Barbero
Las afirmaciones de Aguilera surgen tras darse a conocer que para mañana lunes 28 de julio, se realizará la primera entrega masiva de títulos de propiedad a los labriegos de la colonia Andrés Barbero, departamento de San Pedro, con la presencia del presidente de la República. El acto está previsto para las 9:00.
“La Asociación Nacional Republicana se fundamentó sobre las bases del agrarismo nacional, la defensa férrea al campesino. Peña hizo una lista de compromisos que tenía que cumplir durante estos 5 años de administración y entre ellos está resolver el problema histórico de la tierra“, comentó el titular del Indert, Francisco Ruiz Díaz en una entrevista con la radio La Voz de Ñemby.
Son 66 los primeros beneficiarios que recibirán los documentos que les acredita ser propietarios legítimos de sus tierras. Tuvieron que pasar 70 años y 11 presidentes de la República para que finalmente se empiece a entregar los títulos de propiedad a los ocupantes de las tierras de esta emblemática colonia, en la capital del segundo departamento.
“Esto será un momento histórico dentro de lo que es la reforma agraria, representa la solución de un problema que lleva 70 décadas y una muestra de que cuando existe voluntad se puede todo. En total hay 2,000 familias asentadas en la colonia, son 17.000 hectáreas", comentó.
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Carlos Peris: “Todo proyecto de gobierno necesita sociólogos”
- Jimmi Peralta
- Fotos: Archivo
El Dr. Carlos Peris, en conversación con La Nación, aborda una breve reseña de la historia de la sociología en Paraguay, su situación actual y su proyección. En ese marco, plantea una puesta en valor práctico de esta especialidad de las ciencias humanas, que en el contexto de urgencias para el desarrollo productivo nacional nuevamente corre el riesgo de ser postergada en su desarrollo.
Entre otras tantas cosas, desarrollo de la ciencia sin dudas replica con retraso en Paraguay, algo propio del país cuyas causas pueden ser imputadas a sus condiciones geográficas, económicas, migratorias, políticas, culturales y otras tantas más. En los últimos vagones de ese aletargado tren del conocimiento sistemático y verificable, se encuentran aquellas disciplinas que suelen nombrarse de manera general como humanidades.
Ahí, en ese puñado de ramas académicas resiste la sociología, con todavía una novel facultad en la Universidad Nacional de Asunción, y luego de transitar muchas décadas de menoscabo o cajonear por cuestiones políticas a los libros de Comte, Marx, Durkheim, Weber y otros.
El Dr. Carlos Peris, en conversación con La Nación, aborda una breve reseña de la historia de la sociología en Paraguay, su situación actual y su proyección. En ese marco, plantea una puesta en valor práctico de esta especialidad de las ciencias humanas, que en el contexto de urgencias para el desarrollo productivo nacional nuevamente corre el riesgo de ser postergada en su desarrollo.
–¿Cuáles son los orígenes de la Sociología en Paraguay?
–La Sociología en Paraguay empezó a principios del siglo XX de manera muy lenta y secundaria, surgiendo como una materia más dentro de la formación en Derecho. El desarrollo científico del país era muy incipiente, el acceso universitario restringido y la oferta académica se limitaba principalmente a ciencias jurídicas y de la salud, solo en la Universidad Nacional (hoy Universidad Nacional de Asunción).
–¿Existía por entonces alguna inclinación hacía algún marco teórico?
–Los primeros “manuales de Sociología” fueron elaborados por los profesores que llevaron la cátedra, cronológicamente: Cecilio Báez, Ignacio A. Pane y Justo Pastor Prieto. Estos manuales eran positivistas y entendían a la sociedad como un todo orgánico, siguiendo los lineamientos de Auguste Comte y la escuela francesa. Esta orientación teórica se explica porque la sociedad paraguaya de aquella época estaba muy influenciada por las ideas liberales, fruto de la influencia extranjera que entró luego de la guerra contra la Triple Alianza. En sentido estricto, no se puede hablar de una disciplina científica consolidada en esa etapa. El primer texto propiamente sociológico fue “Migraciones”, de Eligio Ayala, publicado en 1941, aunque escrito en Berna en 1915.
–¿Hasta cuándo se limitó la Sociología solo como una cátedra?
–En la década de 1960 se intentó abrir la carrera de Ciencias Sociales en la Universidad Nacional, pero quedó únicamente en los papeles. Una ciencia crítica como la sociología no era conveniente para el estronismo. Un hito fundamental se estableció en 1964, cuando se fundó el Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos, cuyo principal responsable fue Domingo Rivarola. Ahí sí ya podemos hablar de una disciplina no académica, pero científica, que se materializaba en trabajos, libros y una revista en los cuales se debatían cuestiones sociológicas. Lo rural, los procesos migratorios y la estructura social eran los principales temas de investigación. Recién en 1972 se fundó la carrera de Sociología en la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción. Sin embargo, esta iniciativa se vio truncada en la década de 1980 cuando la carrera se cerró con la excusa de que se iba a abrir un centro de investigación sociológico. Nunca pasó, y así el intento de una sociología académica volvió a morir. Lo positivo de esta época fue la consolidación de un grupo de personas que ejercían sociología, entre los que se puede citar a Domingo Rivarola, Ramón Fogel, Luis A. Galeano y Tomás Palau como los principales exponentes.
–¿Y qué ocurre con la sociología en el país después de la dictadura?
–La transición democrática marcó un momento de renacimiento para la Sociología paraguaya. En la década de los 90 vuelve la Sociología a la Universidad Católica y, finalmente, en la década de los 2000 se abre la carrera de Ciencias Sociales en la Universidad Nacional de Asunción, concretando así una aspiración que había quedado trunca, décadas atrás. Este resurgimiento respondía a una necesidad urgente: una sociedad que necesitaba más que nunca entenderse a sí misma debido a las profundas transformaciones que estaba experimentando. La democratización, los cambios económicos, los nuevos movimientos sociales y la apertura internacional requerían herramientas analíticas que solo las ciencias sociales podían proporcionar.
–¿Qué otras temáticas de estudio surgen en ese contexto?
–Los temas de investigación sociológica se fueron diversificando considerablemente, alejándose de la concentración casi exclusiva en lo rural que caracterizó las primeras décadas. La agenda sociológica se expandió para abordar las nuevas realidades del país: procesos de urbanización acelerada, transformaciones en el mundo del trabajo, políticas públicas, movimientos sociales, género, juventudes, y fenómenos emergentes como la migración internacional.
–¿Se puede afirmar que en la actualidad la sociología en Paraguay está consolidada en su desarrollo?
–Sí, definitivamente existe una consolidación, aunque todavía con limitaciones importantes. La carrera de Sociología sigue funcionando en la Universidad Católica y, algo más significativo, se desarrolla en la Universidad Nacional de Asunción dentro de la Facultad de Ciencias Sociales. Que esté en una universidad pública con autonomía es algo que la eleva y la consolida significativamente.
También existen gremios profesionales activos. La Sociedad Paraguaya de Sociología, que tengo el honor de presidir, se formalizó el pasado 21 de julio de 2025 mediante el decreto presidencial n.° 4224. Está activa desde el año 2020, ha publicado más de 5 libros, realizó talleres de capacitación a la comunidad profesional y público en general, y pertenece a la Asociación Internacional de Sociología. Además, fue partícipe en la Cámara de Senadores, junto con el otro gremio, de establecer el Día del Sociólogo/a el 30 de enero, en honor a la cátedra de sociología de Cecilio Báez.
–A pesar de sus vaivenes en este siglo, este es un gremio afín a las publicaciones.
–Las revistas emblemáticas siguen activas: la Revista Paraguaya de Sociología y Estudios Paraguayos mantienen vivo el debate académico. Los profesionales continúan formándose: muchos han obtenido doctorados de prestigio y llevan adelante investigación social de punta en el país. Hoy el quehacer sociológico abarca todos los tópicos de la cuestión social: ruralidad, educación, trabajo, desarrollo urbano, políticas sociales, violencia, desigualdades, medioambiente e ilegalismos, reflejando tanto la maduración de la disciplina como la complejización de la sociedad paraguaya contemporánea.
–¿Cuáles son los principales desafíos actuales que enfrenta la sociología paraguaya?
–El principal desafío es la falta de recursos para la investigación. Aquí, sin lugar a dudas, emerge el Conacyt, una institución que, a mi criterio, requiere una mirada más hacia las ciencias sociales. Aún hay muchas autoridades y científicos que menosprecian las ciencias sociales en su conjunto; esta es una triste realidad.
Por otro lado, me gustaría resaltar el papel de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNA, que es el lugar por excelencia donde el Estado debe brindar un apoyo sostenido para desarrollar las líneas de investigación sociológicas. La institución ha demostrado su liderazgo en la formación de sociólogos y sociólogas, y el futuro de la disciplina, en gran medida, está ahí. Con respecto a los gremios, creo que enfrentamos el desafío de hacer visible la producción sociológica paraguaya. Tenemos investigadores de calidad, pero sus trabajos circulan poco debido a la falta de recursos para publicaciones y difusión académica. Hay que instalar en el conjunto social la comprensión de por qué se necesitan profesionales de Sociología y por qué es una disciplina fundamental para el desarrollo del país.
–Y del futuro, ¿qué nos podría decir?
–El futuro de la sociología paraguaya debe pasar necesariamente por el fortalecimiento de la universidad pública. La Sociología debe seguir viva en la Universidad Católica, incluso por la propia cuestión social que busca la Iglesia paraguaya, pero es en la Facultad de Ciencias Sociales de la UNA donde debe concentrarse el mayor esfuerzo de desarrollo.
Es fundamental que el Estado comprenda que al Paraguay le conviene desarrollar sociólogos y sociólogas, porque solo así se podrá pensar en un desarrollo sostenible y más justo. Hoy se habla mucho de que el Paraguay necesita más ingenieros, pero ¿de qué sirve la tecnología sin perspectiva social? La tecnología sin comprensión sociológica es, de hecho, causante de grandes desigualdades y desequilibrios.
–¿Y cómo se da ese aporte desde la academia?
–Todo proyecto de gobierno necesita sociólogos que ayuden a entender las intervenciones sociales. Las políticas públicas, los programas de desarrollo, la planificación urbana, la educación, la salud pública, todos estos ámbitos requieren una comprensión profunda de las dinámicas sociales para ser efectivos.
Necesitamos una política de Estado que invierta en investigación social, que cree programas de doctorado, que fortalezca las bibliotecas especializadas y que entienda que la sociología es una carrera fundamental para el desarrollo nacional. Es un mito que no existe salida laboral: cada vez se necesitan más profesionales capaces de analizar, interpretar y proponer soluciones a los complejos desafíos sociales del Paraguay contemporáneo.
El futuro de la sociología paraguaya pasa por una obligación política responsable de apoyar la investigación social dentro de la universidad pública y por su consolidación como herramienta indispensable para construir un país más equitativo y consciente de sus realidades.