“Manifestantes realizamos el juicio político a Marito y Velázquez por mal desempeño en sus funciones, como hechos de corrupción, la pobre ejecución presupuestaria, las licitaciones amañadas y más”, explica la convocatoria para la sexta jornada de manifestación.

El llamado, que invita a participar del libelo acusatorio ciudadano contra el presidente Mario Abdo Benítez y su vicepresidente Hugo Velázquez, está abierto para la ciudadanía y está previsto para las 18:00 de este miércoles frente al Congreso Nacional de Asunción.

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“Hasta que se vaya Marito”

Ante su minoría en el Congreso, la oposición busca forzar con movilizaciones en las calles la renuncia del presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, al que acusa de corrupción e inoperancia en el manejo de la pandemia de COVID-19.

“Si los parlamentarios no escuchan el clamor popular se van a tener que ir también ellos”, advirtió en declaraciones a la AFP el líder opositor Efraín Alegre, presidente del Partido Liberal, primera minoría en el Congreso. “La gente que se está manifestando es la que va a resolver el futuro del país”, agregó el político, quien en el 2018 perdió la elección presidencial frente a Abdo.

Estudiantes, profesionales y empleados, habitantes de la zona urbana sin un liderazgo político visible, se manifestaron una vez más este martes pasado por quinto día consecutivo en las inmediaciones del Congreso, con la consigna “hasta que se vaya Marito”, nombre con el que se conoce popularmente al mandatario de 47 años.

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En varias urbes del interior del país también se registraron movilizaciones. Contingentes de campesinos organizados cortaron la Ruta PY03 (norte) en consonancia con el reclamo. Y un grupo de jóvenes de la Federación de Estudiantes Secundarios se arrimó hasta las inmediaciones de la residencia presidencial vociferando consignas antigubernamentales.

La policía antimotines bloqueó las avenidas que bordean la casa del gobernante e hizo lo propio en la avenida que cruza la residencia del expresidente Horacio Cartes, objeto también de las hostilidades opositoras. Los manifestantes critican a Abdo por la falta de insumos para enfrentar la pandemia y por la supuesta inoperancia para conseguir vacunas contra el COVID-19.

“Los que se movilizan hoy son en su mayoría ciudadanos de la clase media, la que sale muy pocas veces a la calle. La gente se hartó de los negociados y robos escandalosos en nombre de la pandemia”, dijo el senador del Partido Liberal Víctor Ríos.

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El jefe de Estado, que promedia su mandato de cinco años, consiguió la adhesión de la disidencia de su Partido Colorado, que encabeza el influyente empresario y expresidente Cartes, para congelar cualquier pedido de destitución vía juicio político.

Para aplacar la furia popular que degeneró en fuertes enfrentamientos el pasado viernes con la Policía, cambió cuatro ministros, entre ellos el de Salud y el de Educación, “en aras de la pacificación”.

El opositor Alegre sostiene que el respaldo del oficialismo al presidente puede ser momentáneo y evocó lo ocurrido en abril del 2017, cuando miles de ciudadanos marcharon y quemaron parcialmente el edificio del Congreso para protestar contra la pretensión de reelección de Cartes (2013-2018). Tras los sucesos, el Senado dio marcha atrás a una enmienda de la Constitución para habilitar la reelección que ya estaba por ser aprobada.

“Reacción contra la corruptela”

El fundamento de estas protestas “es eminentemente ético”, consideró el analista político Carlos Mateo Balmelli. Las manifestaciones “no son conducidas por líderes sindicales de trabajadores o campesinos. Estas protestas no buscan una reivindicación política, una lucha por la libertad ni por el poder. Es una sencilla reacción contra la corruptela que se aprovecha de la pandemia”, dijo a la AFP.

Para Balmelli, Paraguay no manejó bien la pandemia a pesar de los elogios que recibió en el 2020 de gobiernos y organismos internacionales. “La cuarentena precoz y prematura de siete meses, casi policíaca, fatigó a la gente. A muchos llevó a la ruina económica. No detuvo el contagio que hoy está en sus niveles más altos. Escasean los medicamentos y hay denuncias claras de negociados. La política local se volvió obscena. Eso es lo que causa la furia de la gente”, resumió.

Con 7 millones de habitantes, Paraguay superó el martes la cifra de 171.000 contagios y 3.300 fallecidos por COVID-19. El Gobierno recibió hasta el momento 4.000 dosis de la vacuna Sputnik 5 hace 10 días y 20.000 dosis de la china Coronavac, estas últimas donadas el sábado pasado por el gobierno chileno de Sebastián Piñera en un gesto de auxilio a Abdo.

Aguarda sin fecha de entrega 4 millones de vacunas por el sistema Covax de la Organización Mundial de la Salud y otro millón de vacunas rusas. El Ministerio de Salud declaró “alerta roja” sanitaria “por el aumento inusitado de casos” y exhortó a la ciudadanía a tomar los recaudos para evitar riesgos.

Fuente: AFP.

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