Las redes sociales resuenan con los reclamos ciudadanos y del personal de blanco ante la falta de insumos para seguir en la lucha contra el COVID-19, la ausencia de vacunas y la suba del combustible, haciéndose eco de este modo de la indignación y hartazgo de la gente por la situación en la que se encuentra el país.

La tendencia en el Twitter #EsteMarzoNadieSeCalla arrasa y suma cibernautas reclamando al gobierno una mejor organización, demostrando así el hartazgo que se da ante una inoperancia en la provisión de medicamentos e insumos médicos para hacer frente a la pandemia, pese a la millonaria deuda de US$ 1.600 millones.

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La presión social se ejerce este mes con más insistencia, haciendo referencia a lo que marca la historia del país, pues una situación de explosión social y crisis política derivó en hechos que marcaron el mes.

Uno de ellos es el Marzo Paraguayo, cuando el 23 de marzo de 1999 el entonces vicepresidente de la República, Luis María Argaña, fue asesinado por tres hombres en Asunción. En ese momento, el magnicidio opacó la tradicional marcha de los campesinos, que en ese entonces llegaron hasta la capital del país para exigir la condonación de deudas.

El asesinato de Argaña marcó un hito de lo que la movilización popular puede lograr, pues el atentado hizo que la gente salga a las calles y junto con la marcha campesina se ejerció tal presión hasta lograr la renuncia del entonces presidente, Raúl Cubas Grau. En su reemplazo asumió Luis Ángel González Macchi, entonces presidente del Congreso.

Otro evento que marcó marzo, dentro del calendario paraguayo, es el gran incendio del Congreso, hecho ocurrido en el 2017. En la noche del 31 de marzo, la sede del Congreso de Paraguay ardió, luego de que un grupo de manifestantes salió a las calles para manifestar el hartazgo contra la clase política que quería modificar la Constitución, incluyendo la reelección vía enmienda.

La gestión del presidente Mario Abdo Benítez dentro de la crisis sanitaria y las faltas administrativas del ministro de Salud, Julio Mazzoleni, obligaron al director del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram), doctor Felipe González Ávila, a renunciar. Esto también enfureció a los internautas, pese a que hoy se confirmó la permanencia de González al frente del centro asistencial de referencia en lo que respecta a infecciones respiratorias en el país.

Los médicos del Ineram, para solidarizarse con el director y marcar su compromiso, también salieron a las calles exigiendo medicamentos para el centro médico. Hasta ayer, el informe del Ministerio de Salud reportaba más de 1.000 pacientes internados por COVID en los hospitales del país.

Mañana a las 9:00, también se movilizan desde el Hospital de Clínicas. Anunciaron el cierre de Mariscal López con los familiares de los pacientes. Desde el Sindicato de Trabajadores del Hospital de Clínicas reclaman también insumos médicos, mientras que los directivos del hospital escuela hablan de un inminente colapso del hospital de los pobres debido a la ocupación del 100% de las camas y la larga fila de pacientes que esperan ser internados.

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Mientras crece la ansiedad por la escasa cantidad de vacunas Sputnik V y la demora en llegar más, los biológicos que están asegurados por el mecanismo Covax tampoco se sabe cuándo llegarán. Esto también impacienta a la ciudadanía ante el aumento sostenido de los casos positivos de COVID.

El 30 de enero el presidente Abdo había informado que se entregarían unas 300 mil dosis a través del mecanismo Covax, lo que hasta hoy día no se concretó. El 17 de febrero había posteado un fotografía en sus redes sociales que conversó con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, para impulsar un cronograma oficial de envíos de más lotes.

Hasta ahora solo llegaron 4.000 dosis y desde el 18 de febrero se sigue esperando un lote más importante desde Rusia. El gobierno ya pagó en su totalidad US$ 10 millones por un millón de inmunizantes que están comprometidos para el país.

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