El presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Gustavo Volpe, denunció y lanzó duras críticas hacia la diputada suspendida en sus funciones, Celeste Amarilla, recordando que amañaba las licitaciones para la merienda escolar en el departamento Central.
Volpe sostuvo que la empresa encargada de proveer leche para la merienda escolar de los niños, a cargo de la ahora parlamentaria, repartía suero saborizado en las escuelas. “Esta diputada amañaba licitaciones del departamento Central y le vendía suero de leche con gusto a las criaturas, y vendía como leche”, apuntó el titular del gremio industrial.
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Las declaraciones de Volpe se dieron durante el lanzamiento de la campaña “Ñande kamby”, con el fin de promover el consumo de esos alimentos nacionales por parte de la Cámara Paraguaya de Industriales Lácteos (Capainlac). El empresario mencionó igualmente que tanto desde la UIP como la cámara de lácteos trabajaron para ser incluidos en la provisión de leche para la merienda escolar.
“Hemos tenido que luchar para que se incluya en la merienda escolar y con Erno (Becker titular de la Capainlac) tuvimos una reunión aquí, donde hoy una diputada malhablada vino y me trató de hijo de ‘p’ por defender este producto”, manifestó.
Agregó que desde ese momento, Amarilla lo puso como “blanco”, principalmente por el éxito que se mantuvo desde las agrupaciones empresariales e industriales. “Nosotros nos juntamos, hicimos prácticamente una audiencia pública y cambiamos esa historia. Desde ese momento esta señora me puso en el blanco y cuando puede me pega algunos tiros, hoy felizmente está suspendida por malhablada. Esta es una persona que maniobraba esas licitaciones y hoy es una blanca paloma y una persona que quiere dar clases de ética”, criticó.
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Industria y servicios reciben menos créditos pese a tener menor morosidad
La industria es la que más aporta al producto interno bruto (PIB), la que menor morosidad tiene, pero es la que accede a menos crédito, según revela un informe del Centro de Estudios Económicos de la Unión Industrial del Paraguay (UIP). Señalan que sectores con alto potencial productivo como la industria y los servicios son los menos atendidos por el sistema financiero.
La UIP, a través de su Centro de Estudios Económicos, emitió un informe titulado “La paradoja del financiamiento del desarrollo”, que expone una contradicción entre el volumen de créditos, que fue creciendo en los últimos años, y su distribución que, según la UIP, no favorece a sectores estratégicos como la industria y los servicios.
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Este informe fue realizado sobre datos de la Encuesta de Financiamiento Industrial 2024, elaborada con apoyo de la Organización Internacional de Trabajo (OIT). Señalan que tanto la industria como los servicios tienen una alta incidencia en el PIB del país, además de una baja morosidad, sin embargo, el comercio y la ganadería concentran la mayor parte del financiamiento pese a mostrar mayor riesgo de impago.
La UIP señala que la industria es uno de los motores de la economía nacional, pero que solo accede a apenas el 7,5 % del crédito bancario. “La industria necesita crédito proporcional a su aporte para transformar la matriz productiva del país”, afirmó sobre el punto Julio Fernández, jefe senior del Centro de Estudios Económicos de la UIP.
Entre las principales causas identificadas, el informe destaca las asimetrías de información, los mayores costos de evaluación crediticia en sectores complejos como las manufacturas, y la persistente percepción de que los sectores tradicionales son más seguros, aun sin evidencia sólida que lo respalde.
La encuesta revela además que una empresa del sector primario tiene hasta tres veces más probabilidades de obtener un crédito que una industrial del mismo tamaño y nivel de facturación. Esta brecha solo se reduce cuando se trata de industrias grandes y exportadoras.
En cuanto a la banca pública, el informe muestra que el apoyo a la industria es todavía limitado. En la última década, la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) apenas incrementó un 5% su crédito al sector, mientras que el Banco Nacional de Fomento (BNF) mantiene una fuerte concentración en consumo, comercio y agricultura.
El documento de la UIP también presenta una hoja de ruta con propuestas para reorientar el sistema financiero, tales como mejorar la información disponible, reducir los costos de transacción, transformar la percepción del riesgo industrial y fortalecer la cooperación público-privada.
“La transformación productiva de Paraguay necesita una nueva arquitectura financiera que acompañe el potencial de sus industrias. El crédito no debe ser un freno, sino el motor del desarrollo”, concluyó Fernández.
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Industria paraguaya enfrenta barreras de crédito, según estudio de la UIP
El Centro de Estudios Económicos de la Unión Industrial Paraguaya (UIP) presentó los resultados de la Encuesta de Financiamiento Industrial, que reveló que el acceso a crédito en la industria paraguaya es moderado, segmentado y posee desafíos estructurales.
Se registró una brecha negativa en el sector industrial de 11,9 puntos porcentuales entre su participación en el Producto Interno Bruto (PIB) y su peso en la cartera de crédito.
La muestra se compuso en un 63 % de empresas del sector manufacturero y correspondió al cierre del 2024. Esta tuvo una alta representación de empresas grandes, seguidas por medianas, pequeñas y microempresas, abarcando diversas actividades, especialmente alimentos, productos metálicos, textiles, bebidas, lácteos y maquinarias.
“Uno de los hallazgos centrales es que el tamaño y la trayectoria empresarial son factores determinantes en el acceso al crédito. Las grandes empresas tienen una probabilidad mucho mayor de obtener financiamiento en comparación con las microempresas”, agregaron.
En tanto, las empresas con más de 40 años de antigüedad presentaron también una ventaja respecto a las más jóvenes.
De acuerdo a los resultados aunque el 68 % accedió al menos a una parte del crédito solicitado en los últimos 12 meses, el 51,3 % de todos los que accedieron obtuvo la mayoría o totalidad del monto requerido. Esta brecha se acentuó al comparar con sectores como electricidad que arrojaron el 71 % o la construcción que fue del 68 %.
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Expansión de operaciones
El principal destino del crédito solicitado para todos los tamaños de empresas fue la expansión de operaciones, seguida por la renovación de equipos, el financiamiento de capital operativo y en menor medida el refinanciamiento de deudas. “Las microempresas reportan una mayor urgencia en cubrir gastos básicos, mientras que las medianas y grandes buscan optimizar su estructura financiera o consolidar procesos de modernización”, sostuvieron.
Las grandes empresas demandaron créditos por un valor superior a USD 1.000 millones, las cuales “en caso de acceder al financiamiento deseado, podrían generar aproximadamente 16.000 empleos directos”, pudiendo crear entre 60.000 hasta 70.000 empleos en total, explicaron.
Atendiendo ese escenario, la UIP consideró la necesidad de promover políticas de financiamiento más inclusivas, segmentadas por perfil empresarial. Instrumentos adecuados a las necesidades del sector industrial, y una mayor articulación entre banca pública, privada e instituciones de desarrollo.
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Identifican 10 desafíos estructurales que limitan a la industria y proponen hoja de ruta
El Centro de Estudios Económicos (CEE) de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), identificó 10 desafíos estructurales que frenan el desarrollo industrial del país y presentó la hoja de ruta propuesta que busca abordar directamente seis de estos puntos.
Este jueves se presentaron los resultados del estudio “Diseño de una hoja de ruta para una política de desarrollo industrial y trabajo decente”, elaborado con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El documento propone una estrategia estructurada para impulsar una política industrial técnica, progresiva y multisectorial, con enfoque en productividad, sostenibilidad e inclusión laboral.
Diez puntos
Los diez puntos abarcan: mejorar la infraestructura, aprovechar mejor nuestra energía (mejorar eficiencia y aumentar oferta energética), agregar más valor a nuestras exportaciones, usar más tecnología y aumentar la productividad, apuntar al acceso al financiamiento.
Además, formar más trabajadores especializados, eliminar barreras comerciales y reducir burocracia, adaptarse a las demandas de sostenibilidad, atraer grandes industrias tecnológicas, así como fortalecer nuestras instituciones.
A partir de la metodología internacional GIFF (Growth Identification and Facilitation Framework) el estudio analizó países que enfrentaron desafíos similares a Paraguay y lograron avanzar en su industrialización, como Croacia, Bulgaria, Costa Rica, Tailandia o República Dominicana.
Cinco líneas de trabajo
Entendiendo esa base en sus experiencias y en las capacidades locales, se identificaron cinco líneas de trabajo sectoriales relevantes para el Paraguay: la primera es la agroindustria 2.0, es decir, escalar desde la producción de soja, arroz y carne hacia bioplásticos, balanceados, gelatina y proteínas vegetales. En segunda línea, la industria de cables y componentes eléctricos, integrando a cadenas regionales para sectores como automoción, salud y energía.
Como tercer lugar, la manufactura liviana y electrónica básica con dispositivos médicos, circuitos, industria química-farmacéutica. En cuarto orden las industrias metalúrgicas y electrointensivas como el aluminio, baterías, hidrógeno verde y centros de datos, aprovechando la energía limpia nacional.
Y por último, dar cabida al sector de textiles funcionales como ropa técnica para salud, deportes, defensa e industria, con alto potencial para mipymes y empleabilidad femenina.
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Apuestan a la IA como una necesidad estratégica para aumentar la competitividad
En un mundo donde la innovación tecnológica y el avance acelerado de la inteligencia artificial (IA) están redefiniendo modelos productivos, educativos y laborales a nivel global, la articulación entre el sector empresarial y el ecosistema académico se vuelve estratégica, para aprovechar estas nuevas herramientas con miras a aumentar la productividad y competitividad.
Por eso, la capacidad de adaptación frente a estos cambios incidirá directamente en la competitividad de los países, la calidad de su formación profesional y la sostenibilidad de sus industrias. Estar ajeno a estas herramientas es estar fuera de lo que se llama la revolución industrial.
En este sentido, la Unión Industrial Paraguaya (UIP) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) organizaron este martes el Foro Internacional “Innovación e Inteligencia Artificial: Oportunidades para la productividad en Iberoamérica”. El presidente de la UIP, Enrique Duarte, señaló que el evento representa una apuesta fuerte al futuro del país. “En un mundo en constante evolución la innovación y la inteligencia artificial ya no son una opción sino una necesidad estratégica para las empresas”, afirmó.
Este foro apostó principalmente a dos pilares, por un lado, la productividad para mejorar la competitividad y en segundo lugar aumentar la formación con miras a las nuevas tecnologías. “Hoy estamos frente a una situación que cambia de paradigma y para nosotros implica un desafío enorme”, refirió Andrés Elich, secretario general adjunto de la OEI.
Explicó que la IA no solo implica la automatización de rutinas, sino utilizarlo de forma correcta. “Estamos ante una herramienta extraordinaria en términos de potenciales que nos obliga a nosotros en el mundo educativo a repensar la forma en que nos relacionamos con el conocimiento y cómo formamos a los jóvenes”, señaló.
El viceministro de Industria, Marco Riquelme, por su parte, resaltó la importancia del conocimiento para la revolución industrial, teniendo en cuenta que si no se apuesta a la formación y capacitación de mano de obra nuestro país estará fuera de esta nueva tendencia. “Con la inteligencia artificial la oportunidad que tenemos es generar productividad y reducir los costos, y a través de las mismas maquinarias que hoy tenemos lograr conquistar otros mercados con la exportación de bienes y servicios”, resaltó.
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