El sistema de salud del Uruguay es uno de los más exitosos de la región, al respecto, el político Pedro Bordaberry quien fue senador cuando se llevó adelante el proceso de reforma en el citado país, dijo que los actores en ese entonces “estaban de acuerdo en ir por una reforma de salud”. En contacto a través de una videollamada con el canal GEN, reconoció igualmente que existen algunas falencias que ajustar.

Primeramente recordó que Uruguay empezó con un sistema mutualista: “Gente que se agrupó para tener un servicio de salud en el año 1850, la Asociación Española de Seguros Mutuos, después se desarrollaron prestadores médicos privados y quienes no podían pagar pasaban al sistema público”. Agregó que de esta forma se provocó que muchos conglomerados de profesionales empiecen a tener sus propios seguros médicos.

El Sistema Nacional Integrado de Salud es la definición que se le dio a la reforma que impulsaron en el 2007 y permitió integrar a todos los seguros médicos privados en una misma red.

“Todos financiamos con el Fondo Nacional de Salud (Fonasa), así se elige un prestador privado y si no lo elegís te lo asignan, mientras que el Estado participa a través de la Administración de Servicios Sociales del Estado (ASSE), que es el principal prestador estatal de atención integral a la salud", sostuvo.

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El sistema está financiado con los aportes de todos los ciudadanos y el porcentaje depende del grupo familiar; además resaltó que quienes más ganan más aportan.

“Los aportes van directo al Fonasa y quienes ganan más dinero, pagan más. No obstante, con este sistema se incentiva a los privados a que sean prestadores de servicios médicos y el Estado les pague", dijo.

Igualmente, esta reforma también tiene sus experiencias negativas, según confesó, porque “no acompañó con una mejora en la atención, se niveló abajo, porque hay demora para acceder a los servicios, ya sea la atención médica, sacarte una placa o para una operación”.

Por último, comentó que: “El Estado recauda y le paga un porcentaje a los prestadores de servicios privados, según la cantidad de afiliados que lo eligieron”. Los prestadores de servicios privados compiten con el estatal, siendo el ministro de Salud Pública, la autoridad máxima en esta área.

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