Hoy inicia el primer día de la Cuaresma, y se celebra el Miércoles de Ceniza, un día santo para la religión católica. Representa un símbolo de rito que se realiza desde la antigüedad con que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia.
En La Catedral Metropolitana, uno de los templos más tradicionales del país, se llevó a cabo la primera misa a las 6:15, luego a las 8:00; y se tiene prevista otras para las 11:00, 13.30; 19:00. El arzobispo Edmundo Valenzuela presidió la de las 6:15 y además estará presente para el de las 11:00.
El ritual que se realiza en la misa, donde se impone en la frente una cruz con la ceniza hecha de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior, se realiza el rito con la frase “Acuérdate de que eres polvo y al polvo has de volver”.
Desde este día se inician con los 40 días en los que la Iglesia llama a los fieles a la conversión y a prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo que se recuerda todos los años durante la Semana Santa.
Durante este tiempo litúrgico del calendario cristiano, los católicos viven su preparación espiritual hasta la fiesta de la Pascua. Inicia el miércoles de ceniza y finaliza con la víspera del domingo de Resurrección, en el cual algunas iglesias cristianas preceptúan ciertos días de ayuno y penitencia en memoria de los cuarenta que ayunó Jesús en el desierto.
El color litúrgico de este tiempo es el morado, que significa luto y penitencia. Es celebrado en la Iglesia Católica, copta, ortodoxa, anglicana y buena parte de las Iglesias protestantes, incluyendo algunas evangélicas pero con inicios y duraciones distintas.
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Cardenales reciben llamado a la unidad en misa previa al cónclave
- Ciudad del Vaticano, Santa Sede. AFP.
Los cardenales invocaron este miércoles la ayuda divina para la elección del sucesor del papa Francisco, entre llamados a “mantener la unidad de la Iglesia” en un momento “difícil, complejo y convulso”. Abierto, incierto y sin claros favoritos, los 133 cardenales electores celebrarán la tarde del miércoles su primera votación en la Capilla Sixtina, ante la mirada fija del mundo en la pequeña chimenea que emitirá los escrutinios en forma de humo.
Aunque el cónclave arranca este miércoles por la tarde, el proceso previsiblemente necesitará más negociaciones y varias votaciones para que la fumata blanca anuncie el “Habemus papam”. El decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, ofició la misa previa a esta elección, uno de los acontecimientos más secretos y misteriosos del mundo.
Re llamó en su homilía a “mantener la unidad de la Iglesia” de cara al momento “difícil, complejo y convulso” que enfrentará el futuro líder espiritual de 1.400 millones de católicos. Los purpurados tienen prevista una nueva oración en la tarde en la Capilla Paulina del Palacio Apostólico, antes de dirigirse a la majestuosa Capilla Sixtina para el cónclave.
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89 votos
La Capilla Sixtina está lista para recibir a los 133 cardenales que participarán en la elección: varias hileras de mesones engalanados con telas marrones y rojas, sobre las cuales aparecen los nombres de cada elector. Frente a los magníficos frescos del Juicio Final que Miguel Ángel pintó en el siglo XV, los llamados “príncipes de la Iglesia” solo votarán “en presencia de Dios” bajo solemne silencio.
En el primer día está prevista una sola votación, en la que no se espera que nadie obtenga la mayoría de dos tercios requerida -al menos 89 votos- para proclamar al 267º pontífice. De ser así, los cardenales votarán cuatro veces a partir del jueves: dos por la mañana y dos por la tarde.
La Capilla Sixtina no será un espacio para discursos, debates y negociaciones que lleven a un nombre en el que estén de acuerdo los “bergoglistas”, devotos de Jorge Bergoglio, y el ala más conservadora que criticó mucho su pontificado reformista enfocado en los pobres.
Los intercambios se darán durante las comidas o reuniones en la residencia Santa Marta y otras dependencias vaticanas, donde los cardenales estarán aislados sin acceso a internet, celular, televisor o prensa. Las elecciones de Benedicto XVI y Francisco tomaron dos días. La mayoría de los cardenales estima máximo tres; los más pesimistas, cinco.
Los purpurados, en cualquier caso, juran mantener en secreto los detalles de todo el proceso. Francisco creó el 80% de los cardenales que participarán en el cónclave, el mayor y más internacional de la historia con prelados de 70 territorios.
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“Extra omnes”
Dentro de la Capilla Sixtina, el italiano Pietro Parolin --el cardenal elector más antiguo según el orden de precedencia-- liderará a los cardenales en la invocación latina del Espíritu Santo: “Veni, Creator Spiritus”. Además de guardar secreto, los cardenales se comprometen a “servir fielmente” como papa si son elegidos.
Y al grito de “extra omnes” (todos fuera), las puertas se cierran y empieza la votación. Cada cardenal escribe el nombre de su candidato, dobla la papeleta y la coloca en un plato de plata, que se usa para depositarla en una urna ubicada frente al Juicio Final.
Las papeletas se queman en una estufa: si no se llega a los dos tercios, se añade un químico para que el humo salga negro; si hay papa, la fumata es blanca. Parolin figura entre los favoritos para relevar a Francisco, de quien fue su secretario de Estado por 12 años.
El diario Il Messaggero incluye además en la “galaxia de papables” al italiano Pierbattista Pizzaballa, el húngaro Peter Erdo, el esrilanqués Malcolm Ranjith y al español Ángel Fernández Artime. Los purpurados se reunieron casi a diario desde el deceso de Bergoglio el 21 de abril para conocerse y discutir temas cruciales para la Iglesia como las finanzas vaticanas, el escándalo de las agresiones sexuales, la unidad de la institución y el perfil del próximo papa.
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Misa celebra “intensa vida pastoral” de Francisco en noveno y último día de duelo
- Fuente: AFP
El Vaticano cerró el domingo los nueve días de duelo decretados por el papa Francisco con una misa en honor a la “intensa vida pastoral” del pontífice argentino. Los Novendiales -como son llamados- forman parte del protocolo tras la muerte del papa.
Francisco falleció a los 88 años el 21 de abril y el duelo comenzó formalmente el 26, día de su funeral ante unas 400.000 personas y altos dignatarios. Su sucesor será electo en un cónclave que inicia el miércoles en la Capilla Sixtina.
Cada día de los Novendiales se celebró una misa en la basílica de San Pedro con presencia de los cardenales de la Iglesia.
La misa del domingo la ofició el cardenal francés Dominique Mamberti, que tiene el título de protodiácono y será quien pronuncie la famosa y esperada frase en latin “Habemus papam” después de que sea elegido el sucesor del pontífice.
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En la homilía, Mamberti celebró la “capacidad de adoración” del difunto jesuita argentino. “Su intensa vida pastoral, sus innumerables encuentros, estaban fundados en los largos momentos de oración que la disciplina ignaciana había inculcado en él”, señaló prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica.
“Nos quedarán en la memoria y en el corazón sus 126 paradas frente a la ‘Salus Populi Romani’, un icono atribuido a San Lucas que representa a la Virgen con el niño Jesús en sus brazos. “Y ahora que descansa cerca de la querida Imagen, lo confiamos con gratitud y confianza a la intercesión de la madre del Señor y nuestra madre”, señaló el cardenal.
Mamberti votará en el cónclave para elegir al nuevo papa al tener 73 años.
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Misa en memoria de Chiquitunga en Roma, presidida por el cardenal Adalberto Martínez
Desde Roma, Mónica Fabiola Ayala
Acaba de concluir esta noche la misa por la festividad de la querida beata paraguaya Chiquitunga. La misma fue presidida por el cardenal paraguayo Adalberto Martínez Flores.
La celebración tuvo lugar en la basílica parroquial Santa Teresa de Ávila, sede de la curia general de los Carmelitas Descalzos en Roma.
Fue concelebrada por sacerdotes paraguayos y otros miembros carmelitas descalzos. Asistieron autoridades nacionales, la embajadora del Paraguay ante la Santa Sede, la señora Romina Taboada; la embajadora de Paraguay ante la República de Italia, la señora María José Argaña.
También fueron parte del acto funcionarios administrativos y coordinadores de la comunidad Virgen de Caacupé en Roma; residentes paraguayos y miembros de la comunidad parroquial; el superior general de los Carmelitas Descalzos, el padre Miguel Márquez, quien destacó la cercanía espiritual que siente con la beata.
“El día que me eligen general tenía dos frases para decir, una de Santa Teresa y otra de Chiquitunga. La de Chiquitunga era esta: Con miedo y cobardía, pero me entrego. Es una frase que ella dice el día de la toma de hábitos”.
El cardenal Adalberto Martínez compartió un pequeño episodio vivido en la ciudad de Roma:
“El otro día desapareció mi maletín en la plaza Minerva. Yo me preocupé mucho porque dentro tenía la reliquia de Chiquitunga y mi pasaporte. Pero después de dos horas se encontró el maletín intacto en otra iglesia. Quedé feliz y estoy seguro que es fue por obra y gracia de Chiquitunga”.
A 66 años de su partida, la luz de Chiquitunga sigue brillando, cruzando fronteras, manteniendo viva su presencia en la memoria y en el corazón de todos.
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Misa de Domingo de Pascua reunió a cientos de feligreses
Ante cientos de fieles católicos se llevó a cabo en varias iglesias de nuestro país la misa del Domingo de Pascua o de resurrección. Igualmente en las homilías se criticó a la Justicia y a otros poderes del Estado.
Con la celebración eucarístistica de la Pascua, los cristianos recuerdan la resurrección de Jesucristo, quien fue colgado de un madero y resucitó al tercer día.
Gran cantidad de feligreses se pudo observar en la misa central de Pascuas de Caacupé. Se instó a seguir trabajando en la educación de todos los niños, adolescentes y jóvenes de la república.
Tupasy ñuguaiti
Una de las costumbres más arraigadas en la cultura paraguaya es la celebración de la Pascua y de modo especial en muchas iglesias se realiza el tradicional Tupasy ñuguaiti, que traducido del guaraní se refiere a que la Madres (la Virgen María) ha encontrado a su hijo (Jesucristo).
No habrá paz social sin justicia
Por su parte el obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela, en su homilía realizó una profunda reflexión de la resurrección de Jesucristo. Señaló que la fe en la resurrección “nos propone pasar de una situación de vida marcada por el pecado a otra situación de vida marcada por la intimidad, la confianza, la solidaridad, la caridad, la apertura a lo trascendente y a la esperanza”, indicó.
Asimismo, el religioso sostuvo que “nos ponemos más allá de la absurda muerte y de las miserias. La muerte ya deja de ser absurda, pero si lo es para alguien, entonces se nos propone, desde la fe más profunda, que Dios nos ha destinado a vivir con él. No es posible negar la dinámica de la resurrección, estamos llamados a vivir para siempre”, expresó.
Valenzuela manifestó que se debe construir un país nuevo con la participación de la ciudadanía y que las autoridades “deben y tienen la oportunidad de dar el nuevo horizonte a nuestro país”. Fue claro en señalar que “no habrá paz social con inequidades y sin justicia”, afirmo monseñor Ricardo Valenzuela en la misa central de Caacupé.