"Siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca", dijo Jorge Francisco Isidoro Luis Borges, que de todos esos nombres, eligió Jorge Luis, para firmar su extensa pero sobre todo imponente obra. Estuvo nominado al Premio Nobel de Literatura durante 30 años, pero jamás se lo dieron, sin explicaciones por parte de la Academia Sueca, pero la sospecha y los rumores que nunca dejaron de circular por el mundo de la literatura: sus convicciones políticas más ligadas al pensamiento conservador y no crítico a la dictadura militar que gobernó con mano de hierro a su país, la Argentina, aunque levantó la voz en contra de la incursión a las Malvinas, le habrían impedido recibir el más grande galardón a una obra que supera por mucho a muchas otras de autores que sí lo obtuvieron.
Pero, a la larga, esas historias marcadas por la historia y los momentos, quedan más como anécdotas y son superadas por la grandeza de una obra que es reconocida en todo el mundo y Borges, se quedó con la gloria de ser uno de los escritores más reconocidos y admirados del mundo, hasta por quienes lo criticaron duramente y lo "condenaron" en su momento por su actitud.

UN HOMBRE DE LETRAS

En su monumental obra, Borges creó un mundo fantástico, metafísico y totalmente subjetivo. Su obra ha despertado la admiración de numerosos escritores y críticos literarios de todo el mundo, dice un estudio sobre el mismo, publicado en Europa. Describiendo su producción literaria, el propio autor escribió: "No soy ni un pensador ni un moralista, sino sencillamente un hombre de letras que refleja en sus escritos su propia confusión y el respetado sistema de confusiones que llamamos filosofía, en forma de literatura".
El 24 de agosto pasado, las portadas en los diarios, y sobre todo los cientos de mensajes que se suceden en la red social Twitter resaltaron la vida y obra del creador de "El Aleph", cuya impronta literaria dejó marcada para siempre a las letras hispanas del siglo XX. Nunca publicó una novela, pero cuentos como "El Aleph" lo consagraron como una de las grandes mentes del siglo pasado y su poesía singular , abrevó en las fuentes populares relacionadas con los "bajos fondos" y los personajes de dudosa fama y muy cercanos al tango, pero también en la erudición y el profundo conocimiento intelectual.
En su honor, la fecha fue declarada como "Día del lector" y en su país, la Argentina, en donde tuvo tantos detractores como defensores de su nombre y obra, se realizaron numerosas actividades y homenajes al autor nacido hace 118 años y que falleciera en Ginebra, Suiza, el 14 de junio de 1986.

“SUELTA DE LIBROS” Y OTROS HOMENAJES

Unos los rememoraron con algunas de sus más célebres frases, otros le rindieron tributo leyendo hoy alguno de sus libros, mientras viajaron camino a su trabajo en el popular metro de Buenos Aires. En ese medio de transporte muy usado por los bonaerenses se realizó una "suelta de libros", con la puesta a disposición de los pasajeros de obras de Jorge Luis Borges, que muchos leyeron y compartieron. La "suelta de libros" en Buenos Aires contó con la participación de las actrices Ana María Picchio y Muriel Santa Ana en distintas estaciones de metro de la capital argentina. Además, el Centro de Estudios y Documentación Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional organizó paseos gratuitos por puntos relacionados a la vida del célebre escritor, como el llamado "Borges tour", un paseo gratuito. La frase "Uno llega a ser grande por lo que lee y no por lo que escribe", de Borges fue la más usada, repite en los mensajes en Twitter, donde los usuarios dejaron también fotografías y llamados donde invitan a leerlo y releerlo. El nombre fue tendencia en Twitter, y la mayoría de ellos fueron iniciativas como dejar plasmados en esa red el título de la obra favorita o simplemente dándole las gracias y mostrando su orgullo de que haya nacido en el país.

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Describiendo su producción literaria, el propio autor escribió: “No soy ni un pensador ni un moralista, sino sencillamente un hombre de letras que refleja en sus escritos su propia confusión y el respetado sistema de confusiones que llamamos filosofía, en forma de literatura”.

EL TOUR BORGIANO

Una de las actividades más convocantes del público fue el llamado "tour borgiano", que se realizó desde la Biblioteca Nacional, cuya dirección fue un cargo que Borges desempeñó con pasión, aunque le llovieran entonces críticas. Recorrieron lugares emblemáticos, como la antigua sede de la Biblioteca, y visitaron el antiguo despacho del escritor. En el despacho usado por él en la Biblioteca, Alberto Rojo leyó obras como "El poema de los dones". Por otra parte, el libro "Universo borgeano", resultado de la exposición homónima que se realizó el año pasado como homenaje por el 30º aniversario de la muerte de Jorge Luis Borges y que incluyó obras artísticas de diferentes creadores y en diversas disciplinas, se presentó también el 24 en el Auditorio Manuel Belgrano del Banco Ciudad, en Buenos Aires, con la presencia de la viuda del escritor María Kodama.

POESÍA

Uno de los poemas más difundidos y reconocidos de Jorge Luis Borges. Un "autorretrato" pintado con maestría.

EL POEMA DE LOS DONES

Nadie rebaje a lágrima o reproche
esta declaración de la maestría
de Dios, que con magnífica ironía
me dio a la vez los libros y la noche.

De esta ciudad de libros hizo dueños
a unos ojos sin luz, que solo pueden
leer en las bibliotecas de los sueños
los insensatos párrafos que ceden

las albas a su afán. En vano el día
les prodiga sus libros infinitos,
arduos como los arduos manuscritos
que perecieron en Alejandría.

De hambre y de sed (narra una historia griega)
muere un rey entre fuentes y jardines;
yo fatigo sin rumbo los confines
de esta alta y honda biblioteca ciega.

Enciclopedias, atlas, el Oriente
y el Occidente, siglos, dinastías,
símbolos, cosmos y cosmogonías
brindan los muros, pero inútilmente.

Lento en mi sombra, la penumbra hueca
exploro con el báculo indeciso,
yo, que me figuraba el Paraíso
bajo la especie de una biblioteca.

Algo, que ciertamente no se nombra
con la palabra azar, rige estas cosas;
otro ya recibió en otras borrosas
tardes los muchos libros y la sombra.

Al errar por las lentas galerías
suelo sentir con vago horror sagrado
que soy el otro, el muerto, que habrá dado
los mismos pasos en los mismos días.

¿Cuál de los dos escribe este poema
de un yo plural y de una sola sombra?
¿Qué importa la palabra que me nombra
si es indiviso y uno el anatema?

Groussac o Borges, miro este querido
mundo que se deforma y que se apaga
en una pálida ceniza vaga
que se parece al sueño y al olvido.

Sobre el escritor

La "historia oficial" sobre la vida del escritor afirma que fue parte de una familia conservadora de alta clase social aunque, según él, de escasa fortuna, del elegante barrio de Palermo.
En 1908 publicó su primera obra: una traducción del inglés al español de "El príncipe Feliz", de Oscar Wilde. Apenas tenía 9 años de edad cuando esa traducción se publicó en las páginas del diario La Razón, de Bs.As. En 1914, la familia se trasladó a Europa, porque el padre comenzó a sufrir un serio deterioro por enfermedad degenerativa de la vista, una ceguera para la que no había tratamiento en Argentina. Se radicaron en Ginebra, Suiza, donde el entonces adolescente y joven Jorge Luis recibió una educación privilegiada en el famoso Liceo "Jean Calvin", donde recibió elogios por su erudición y apego a la lectura. Luego de que terminara la primera Guerra Mundial, fueron a Barcelona y luego a Mallorca y Madrid, en España, en donde fue amigo del escritor Rafael Cansinos Assens, Guillermo de Torre y Ramón Gómez de la Serna. En España se hizo parte del movimiento "ultraísta", que luego criticaría duramente. Vuelve a Buenos Aires en 1924 donde colabora con varias revistas y publica poesía, ensayos y traducciones. Su apego al mundo de lo popular a través de temas como el uso del lunfardo, el tango y los personajes de "mala vida" convivieron con sus búsquedas literarias de más alto nivel, con temas filosóficos y metafísicos, lo que lo hizo cosmopolita y famoso en el mundo. En la década del 30 publica su "Historia Universal de la Infamia" y reseñas en la revista Sur de Victoria Ocampo, aunque su mejor amigo, Adolfo Bioy Casares, con quien compartió salidas, encuentros y hasta obras a cuatro manos, estaba casado con Silvina Ocampo, la hermana de la editora de la mítica revista cultural.
Luego vinieron las obras más célebres, los volúmenes de cuentos: "Ficciones" (1945) y el "El Aleph" (1949). En ellos, su prosa se vuelca en biografías apócrifas, reseñas de libros que no existen, teologías heréticas, thrillers metafísicos, cosmogonías idealistas y demás invenciones que le valdrían el reconocimiento de la crítica.
En los años 50, el destino le reserva la paradoja de la que habla tanto: el reconocimiento como escritor por la crítica mundial y a la vez, la ceguera que antes había afectado a su padre.

En 1908 publicó su primera obra: una traducción del inglés al español de “El príncipe Feliz”, de Oscar Wilde.

Cuentos

Historia universal de la infamia (1935), Ficciones (1944), El Aleph (1949), El informe de Brodie (1970), El libro de arena (1975), La memoria de Shakespeare (1983).

Ensayos

Inquisiciones (1925), El tamaño de mi esperanza (1926), El idioma de los argentinos (1928), Evaristo Carriego (1930), Discusión (1932), Historia de la eternidad (1936), Otras inquisiciones (1952), Siete Noches (1980), Nueve ensayos dantescos (1982), Atlas (1985).

Poesía

Fervor de Buenos Aires (1923), Luna de enfrente (1925), Cuaderno San Martín (1929), El hacedor (1960), El otro, el mismo (1964), Para las seis cuerdas (1965), Elogio de la sombra (1969), El oro de los tigres (1972), La Rosa Profunda (1975), La moneda de hierro (1976), Historia de la Noche (1977), Adrogué, con ilustraciones de su hermana Norah Borges (1977), La Cifra (1981), Los Conjurados (1985).

Obras en colaboración

Seis problemas para don Isidro Parodi (1942), con Bioy Casares
El Martín Fierro (1953), con Margarita Guerrero
Poesía gauchesca (1955), con Bioy Casares
Cuentos breves y extraordinarios (1955), con Bioy Casares
El Libro de los Seres Imaginarios (México, 1957), con Margarita Guerrero

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