La ministra de Salud, María Teresa Barán, lideró la apertura de las actividades del operativo que moviliza a unos 160 fun­cionarios del Senepa en el sur del país. Desde ayer viernes, la ciudad de Encarnación y el dis­trito de Cambyretá son el epi­centro de dos mingas ambien­tales destinadas a combatir el mosquito aedes aegypti, señala la agencia IP.

En un esfuerzo conjunto por forta­lecer las medidas de preven­ción, el Ministerio de Salud, a través de la Séptima Región Sanitaria y el Senepa, con el acompañamiento de las Fuer­zas Armadas de la Nación y la Policía Nacional y la Entidad Binacional Yacyretá encara­ron una gran movilización en Encarnación, ayer viernes, y otra similar está marcada para hoy, en Cambyretá.

La minis­tra Barán, quien estuvo pre­sente en la playa San José para dar inicio a la primera jornada, destacó la importancia del tra­bajo en equipo, fundamental para enfrentar la propaga­ción del dengue, zika y chikun­gunya. Durante su interven­ción, la ministra expresó: “Este es un gran ejemplo de trabajo en equipo. No solamente hay seneperos de Itapúa, sino tam­bién de Alto Paraná, Guairá, Coronel Oviedo y Capital Cen­tral, sumándose a los compa­ñeros locales para ayudarnos en esta gran lucha”.

Hizo hincapié en la importan­cia de prevenir y destruir cria­deros y el compromiso ciuda­dano: “La mejor arma para evitar que el dengue entre a nuestras casas es destruir todos los criaderos”. También abordó la preocupación por la concentración de casos en capital, Central, Itapúa, Para­guay, Caaguazú y Alto Paraná, aunque remarcó que la epide­mia se extiende a los 18 depar­tamentos del país.

En cuanto al turismo, la ministra Barán mencionó: “Encarnación se volvió un polo turístico del país. Estamos aquí para miti­gar el impacto y asegurar a las personas que vienen a Encarnación que no enfrentarán el dengue”. El operativo, que se lleva a cabo con maquinaria pesada y motomochilas para control químico, busca redu­cir la población de mosquitos adultos, pero los principa­les focos son los objetos que puedan servir como criade­ros de los vectores: electro­domésticos en desuso, tapi­tas, botellas, macetas, etc. Una casa limpia igual puede tener criaderos.