El festival musical Ja’umína Fest que se llevaba a cabo en el anfiteatro José Asunción Flores, en San Bernardino, acabó en tragedia cuando un hombre que estaba en el sector vip comenzó a realizar disparos hacia personas que estaban en el evento.
Testigos señalaron que fueron siete tiros, generando heridos, algunos de gravedad. Dos de las víctimas fueron trasladadas a un centro asistencial de la ciudad. En tanto que Cristina “Vita” Aranda, esposa del futbolista Iván “Tito” Torres, fue socorrida de emergencia en una ambulancia.
Inicialmente, la Policía reportó de forma extraoficial que una persona perdió la vida, sería Marcos Mora Rojas; en tanto se presume que los heridos son tres.
Según el informe policial, el autor de los disparos es el guardaespaldas de uno de los invitados, y el trasfondo de la acción sería que el ataque iba dirigido a un hombre y que la mujer fue víctima de forma accidental.
Por su parte, la doctora Yolanda González, directora del Hospital Nacional de Itauguá, informó que “Vita” Aranda llegó en grave estado al nosocomio. “Es Cristina Aranda, llegó con herida de arma de fuego en la cabeza, fue intubada”, dijo la doctora González.
Así también, la directora del Hospital Nacional de Itauguá agregó que tras maniobras de reanimación, Aranda fue remitida a la unidad de terapia intensiva, mientras que al final de la noche se confirmó el fallecimiento de Cristina “Vita” Aranda.
En tanto que el Ministerio Público, en su red de Twitter, informó que “en atención a los hechos ocurridos esta noche en San Bernardino, interviene la agente fiscal de la zona Angélica Insaurralde. Además, se conforma un equipo de trabajo con agentes fiscales de la Unidad Especializada de #CrimenOrganizado del Ministerio Público”.
MÍNIMO CONTROL
De acuerdo a las personas que acudieron al evento, que finalmente quedó suspendido tras la tragedia, el control para el ingreso fue mínimo y justamente por esto no se detectó que la persona ingresó armada. Agregan además que en el sector vip nunca hay control. De acuerdo a los informes policiales, la seguridad del evento estuvo a cargo de la empresa organizadora, mientras que sí había efectivos policiales en los alrededores. “Cateo por cumplir”, aseguran algunos de los participantes del evento, al indicar que prácticamente no se realizó un control exhaustivo.