Desde tempranas horas de ayer, cientos de familiares formaron filas para visitar a sus parientes presos en la penitenciaría de Tacumbú, luego del sangriento motín que costó la vida de siete reos el martes pasado. Los asistentes intentaron cumplir con todo un protocolo sanitario antes de ingresar. Sin embargo, no se logró evitar las aglomeraciones para mitigar riesgos de contagios de covid-19. Se acercaron madres, hermanas, hijas, esposas y novias de los reclusos, que también llevaban alimentos para sus parientes presos. Bajo el intenso sol aguardaron durante mucho tiempo para poder ingresar a la penitenciaría de Tacumbú.
Por su parte, la ministra de Justicia, Cecilia Pérez, expresó que hasta el momento el clima aún continúa tenso en la principal cárcel del país, a dos días del fatal amotinamiento.
Pérez aclaró que se encontró el túnel por el que supuestamente escaparon los reclusos. Agregó que el motín se llevó adelante para distraer a los guardiacárceles al momento del escape. Se sospecha que los ahora fallecidos filtraron un plan de fuga del grupo liderado por Orlando Efrén Benítez, el recluso trasladado a la Agrupación Especializada.
“Ahora está un poco tenso todavía, ayer había bastante tensión en la revisión. Tenemos la información de la ubicación del túnel, pero no voy a revelar ningún dato de la investigación”, afirmó.
MALOS TRATOS
Ayer, el director de Medicina Legal del Ministerio Público, Pablo Lemir, manifestó que los fallecidos fueron sometidos a torturas con armas de diferentes tipos.
“El término tortura se aplica cuando se trata de agentes del Estado. Desde el punto de vista médico, se considera a cualquier apremio físico de parte de cualquier persona. Hay algunos cuerpos que tienen indicios de muchos malos tratos, en el sentido de muchos cortes”, expresó Lemir en contacto con 780 AM.
De los siete fallecidos, Julio César González Cáceres (35) y Julio Shareamm Barrios (31) eran dos personas con condenas firmes y ejecutadas. Mientras que Roberto Ríos (49) y Fernando Ortiz Echeverría (26) tenían causas en pleno proceso sin contar aún con culpa ni pena. Alcides González, Carlos Casco Rojas y Francisco Leiva completan la lista de víctimas fatales.