Las autoridades del Ministerio de Salud recuerdan la obligatoriedad por ley de la donación de órganos en Paraguay. Esto en coincidencia con el Día Mundial de la Donación de Órganos y Tejidos, que se conmemoró el sábado último. Es una iniciativa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para concienciar sobre la importancia de la donación de órganos.

“Esta conmemoración nos invita a la solidaridad y a la generosidad, además de apostar por la vida en una sociedad que está francamente con dificultades para comprender eso. Porque hay mucha violencia, hay guerras que dominan hoy el escenario mundial, hay inseguridad en todos los países. Entonces, son elementos que conspiran bastante contra la solidaridad o la generosidad”, reflexionó el director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), Hugo Espinoza, en diálogo con el programa “Arriba hoy”, del canal GEN/Nación Media.

El médico recordó la vigencia de la Ley Anita, por la que todos los ciudadanos paraguayos o residentes extranjeros permanentes mayores de 18 años al acceder a la muerte del individuo son donantes de órganos.

“Excepto que hayan dicho en vida que no quieren ser donantes. En la práctica, lastimosamente, debo ser completamente honesto que no ocurre de esa manera”, señaló.

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Dijo que en la realidad, una vez que ocurra la muerte encefálica, es certificada por los terapistas y comunicada a la familia. Y luego de este trámite, se plantea la posibilidad de la donación para el trasplante de órganos con donante cadavérico.

“Nosotros tenemos un sistema que se llama de coordinadores del instituto. Son personas entrenadas para eso y hacen lo que llamamos la entrevista familiar una vez confirmada la muerte encefálica. Y ahí ocurre y es el duelo de la familia; generalmente los familiares son varios y es un choque importante”, remarcó.

Explicó que lo primero que se hace es que los familiares comprendan el significado de la muerte encefálica, “que en realidad es la muerte de la persona”. “Y después les hablamos de la ley efectivamente y ahí empieza una situación muy especial. Porque el duelo de las personas es muy variable, algunas toman con cierta calma, otros con mucha desesperación”, refirió.

El titular del INAT lamentó que las negativas de los familiares de posibilitar la donación siguen siendo una constante en los servicios de salud.

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