En el marco del supuesto secuestro ocurrido el sábado pasado, en el Cuarto Barrio de la ciudad de Luque, de quien habría sido víctima un hombre identificado como Édgar Ayala, de 27 años, los cinco policías sindicados como autores del mismo ya fueron imputados y guardan reclusión en el cuartel de la Agrupación Especializada.

Todos los implicados en el caso son parte del Grupo Operativo 1 de Investigaciones de Asunción, pero se encontraban fuera de servicio desde el viernes por la tarde. Los mismos fueron identificados como el oficial inspector Luis Colmán, el oficial 2.° Ramón García y los suboficiales Richard Rojas, Pedro Blanco y Carlos Aquino.

Los dos primeros fueron detenidos en la madrugada del domingo en el marco del operativo desplegado; por su parte, Rojas y Blanco se entregaron en la mañana en las oficinas de Investigación de Delitos y, finalmente, el quinto integrante de la banda se entregó en horas de la tarde de ayer.

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Los cuatro agentes policiales se presentaron ante el agente fiscal Federico Delfino, de la unidad especializada Antisecuestro, y se abstuvieron de presentar declaración indagatoria, igualmente, los cinco fueron imputados por los hechos punibles de privación de la libertad, robo agravado y asociación criminal. Para los cinco, la Fiscalía solicita la prisión preventiva.

Por su parte, el comandante de la Policía Nacional confirmó que, tras el hecho, se recibieron informaciones de carácter oficioso, por medio de investigaciones rápidas, de que las mismas personas estarían involucradas en situaciones similares en puestos anteriores ocupados en dependencias del interior del país.

Denuncia

Édgar Ayala, el joven quien sería víctima de los agentes policiales, manifestó en su denuncia que habría sido retenido por los efectivos policiales por aproximadamente seis horas. Según el mismo, había pautado un encuentro con un tercero para efectuar la compra y engorde de ganado y en ese momento en el que fue interceptado por los agentes, que por un lapso de cuarenta minutos lo mantuvieron dando vueltas, luego le robaron una pulsera de oro, un celular y treinta millones de guaraníes.

Ayala manifestó además que fue golpeado y maniatado por sus supuestos raptores, pero el médico forense del Ministerio Público, Miguel Zacarías, quien lo inspeccionó, manifestó que no encontró rastros de golpes ni de ataduras o forcejeos, agregando que emocionalmente se encuentra estable y con mucha tranquilidad.

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