Ciudad del Este. Agencia Regional.
Un funcionario de la Defensoría Pública de Presidente Franco fue condenado a 15 años de prisión por el abuso sexual de su hija menor de edad. La sentencia se dio a conocer durante un juicio oral que culminó el viernes último en el Palacio de Justicia de Ciudad del Este, sede del km 9 Monday. La fiscal Vivian Coronel fue quien defendió la acusación ante el tribunal integrado por los jueces Margarita Martínez, Diego Duarte y Cinthia Garcete.
En el juicio oral el acusado fue encontrado culpable de abuso sexual en niños. Se demostró que el hombre no solo violentó una vez a su hija, sino en forma sistemática. La fiscal presentó pruebas que convencieron al tribunal de la culpabilidad del acusado y dictó la sentencia condenatoria.
Según los antecedentes, los hechos ocurrieron en repetidas ocasiones en una vivienda de la capital del Alto Paraná. La última agresión sexual tuvo lugar en el año 2018, cuando la víctima tenía 12 años de edad. Los abusos consistieron en manoseos a la niña, como también la obligación para que ella realizara actos similares al padre.
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La fiscal Vivian Coronel explicó a La Nación/Nación Media que el caso se descubrió cuando en un colegio se estaba realizando charla sobre violencia, como parte de la prevención de hechos punibles que afecten a la niñez y adolescencia. Una alumna de 12 años se quebró y empezó a llorar, hecho percibido por una docente y ella la llamó después a conversar.
Siguió contando que en ese diálogo la alumna terminó contándole el martirio que venía padeciendo con su padre, quien la manoseaba desde los seis años aproximadamente. Ante esa revelación, la docente realizó el informe respectivo y la denuncia llegó al Ministerio Público, donde se inició el procesamiento del hombre.
Según la fiscal Coronel, el hoy condenado era un personal contratado por la Defensoría Pública y cumplía funciones administrativas. Como consecuencia del caso, la madre de la víctima también está procesada por violación del deber del cuidado porque, supuestamente, la niña le había contado lo que estaba pasando y la mujer no hizo caso. La mujer fue al exterior a trabajar.
Con el objetivo de proteger la identidad de la víctima, de acuerdo con el artículo 29 del Código de la Niñez y Adolescencia, se mantienen en reserva el nombre del condenado y otros datos que pudiesen indicar la identidad de la niña.
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