Un comerciante argentino fue asaltado por presuntos adictos en la ciudad de Luque; es la sexta vez que le roban, y en cuatro ocasiones le habían vaciado el local de comidas ubicado en el barrio Laurelty. Hasta ese lugar llegaron dos sospechosos y uno de ellos atacó directamente al ciudadano extranjero, exigiéndole la entrega de todas sus pertenencias, conforme al relato del denunciante.

“Es la sexta vez que no existo para la Justicia, sexto robo, en uno ya casi perdí mi vida. Se llevaron todo, cuatro veces vaciaron mi local y tengo todas las denuncias ahí”, señaló Tony Moreno, víctima del asalto, a Telefuturo. “Prefiero irme antes que me maten por su vicio”, agregó el comerciante, quien lleva seis años viviendo en Paraguay.

El propietario del local gastronómico enfrentó a sus atacantes con un machete, con lo que intentó asustar a los delincuentes. Sin embargo, casi fue despojado del arma en el forcejeo. Afortunadamente, un vecino escuchó el pedido de auxilio y acudió a ayudarlo. Uno de los sujetos con aparentes signos de la adicción fue retenido por terceros hasta que los agentes de la Policía Nacional tomaron intervención en el caso.

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Los vecinos ayudaron a detener a uno de los asaltantes y lo entregaron a la Policía. Foto: Captura de vídeo

“Ya decidí irme”

Tras los reiterativos asaltos de su negocio, Moreno sostuvo que ya no soporta la inseguridad imperante en la zona, por lo que tomó la decisión de volver a su país. Dijo que primero se mudará a otro barrio y pondrá en venta todas sus pertenencias, a fin de alistarse para el retorno. “Ya decidí irme, ya puse en venta mis cosas. Me mudo a trabajar a otro lado. Ya no sé a dónde ir, buscando un poco de paz y progreso, si ya me han quitado todo el dinero que tenía invirtiendo en el local”, lamentó.

Manifestó que puso en la balanza el riesgo que corre permaneciendo en el citado lugar y la salud, por lo que optó por cerrar todo y empezar de nuevo en su tierra. “Con el daño que me han hecho ya he perdido todo. Voy a buscar un lugar para poder trabajar un tiempito más, mientras se vende todito. Y me voy a mi casa, porque mis hijos y mis nietos también necesitan disfrutar. No voy a quedarme aquí que me mate un atorrante por su vicio a la droga”, finalizó.

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