Los reclamos en el Instituto de Previsión Social (IPS) son de nunca acabar. Asegurados y pacientes siguen reclamando la falta de medicamentos e insumos básicos que deben comprar, pese a que mes a mes se les descuenta el aporte, sin ninguna garantía que al momento de necesitar asistencia sanitaria serán atendidos dignamente.

Entre lágrimas de impotencia, los pacientes y asegurados refieren que deben humillarse y mendigar para comprar los medicamentos e insumos que le solicitan. Una mujer, en el galpón de la Urgencia del Hospital Central del IPS, contó a Telefuturo que el sábado ingresaron a su madre para una cirugía de urgencia y que debió comprar todo, desde hilos y agujas, y se encuentra gastando diariamente unos G 700.000.

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Los familiares de pacientes sufren diariamente, ya que deben ingeniarse para conseguir los medicamentos e insumos para sus pacientes internados. Otro asegurado afirmó que en la previsional siguen los faltantes y que tuvo que utilizar sus ahorros para adquirir los fármacos para su paciente.

‘’Compré remedios por G. 450.000, tenía G. 500.000 y me sobró G. 50.000, de ese fui a mi casa a Ñemby y usé otra vez para venir hoy (viernes). Hoy, no sé qué me van a pedir seguro’', expresó don Francisco Penayo, en contacto con Telefuturo, un asegurado que lamenta la situación de IPS, pese a haber aportado por años con el sacrificio de su trabajo.

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Asimismo, Don Penayo destacó la solidaridad que tienen entre los familiares de los pacientes, quienes hacen vaquitas cuando uno no cuenta con el monto del medicamento. Así como la solidaridad de vecinos y amigos en los barrios que realizan hamburgueseadas y todo tipo de actividades económicas para solventar los gastos. En este sentido, el pueblo paraguayo con su característica solidaridad debe hacerse cargo de este problema.

“Mis vecinos del barrio 8 de Diciembre van a hacer hamburgueseada en la plaza, porque somos pobres y no vamos a poder así, ¿si no tenía esa plata qué iba a hacer? Acá no podés estar sin plata”, dijo. Agradeció, por otro lado, la buena labor de muchos profesionales de blanco del IPS, quienes también se las ingenian en medio de las precariedades.

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