El programa internacional que apuesta por la educación en una etapa tan importante como lo es la primera infancia tuvo este miércoles su acto de graduación de la primera promoción. Foto: Jorge Romero.
Primera promoción Hippy Paraguay: 300 niños se graduaron tras formar vínculos con sus padres
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Sin lugar a dudas, con amor, paciencia, empatía y compasión, se puede llegar muy lejos sobre todo cuando se trata de niños y niñas. Es lo que el programa Hippy Paraguay demostró en los últimos años, transformando vidas a lo largo del país y que este miércoles tuvo su acto de graduación de la primera promoción. El sistema educativo abarca desde los 2 hasta los 5 años, y participan 300 familias, con 29 tutoras en 5 localidades: Luque, Lambaré, Paraguarí, Cambyretá y Chaco.
La directora general de Hippy, Laura Duarte, explicó a La Nación/Nación Media que los niños del Chaco y los del jardín del Centro Educativo Arambé formaron parte de un proyecto piloto en el 2020, cuando probaron con 30 familias para ver si el programa iba a tener el impacto que tiene internacionalmente.
“Realmente fue una cosa que nos impresionó, que no nos esperábamos. Sabíamos que las familias en Paraguay quieren lo mejor para sus hijos pero muchos, si no la mayoría, no tienen los recursos. Sabíamos y partimos con esa premisa pero el compromiso que nosotros vimos ya con esas 30 familias es algo que nunca nos vamos a olvidar”, expresó Duarte.
Manifestó que a partir de esa experiencia hacen una gran apuesta al pasar de 30 a 300 niños, mencionando además la cantidad de gente que ya está en lista de espera a lo largo del país. “Estamos en las 5 localidades y queremos crecer en estas 5 para luego ganar más expertise y poder abarcar muchas más ciudades”, resaltó.
Laura Duarte, directora general de Hippy Paraguay con uno de los pequeños graduados de esta primera promoción. Foto: Jorge Romero.
“No olvidemos darle infancia a la niñez”
Duarte enfatizó en lo que la experiencia significó para padres y madres, resaltando que mejora el vínculo con el hijo, con la familia, compartiendo más tiempo juntos. “Ese siempre fue el objetivo: devolverle a las familias paraguayas su rol. Que la educación empieza en casa y luego viene la escuela. Es un día para celebrar la infancia, la familia y un día para celebrar a la educación”, afirmó.
“Niñez es un tiempo en la vida del niño e infancia son aquellos momentos, experiencias que marcan el transitar de ese tiempo. No olvidemos darle infancia a la niñez. No olvidemos ser aquel adulto que hubiéramos querido tener cuando éramos niños y sobre todo que una mirada de amor, puede transformar una vida”, destacó la directora general del programa.
Agradecieron a la familia Cartes por seguir apostando por la educación y por dar oportunidad en esta etapa tan crucial que es la primera infancia. Foto: Jorge Romero.
Lo que se viene en el 2023
En otro momento señaló que lo que fueron estos 3 años y lo que se proyectan es algo que no tiene límites. “Hippy está en 15 países alrededor del mundo hace más de 52 años y este es uno de los programas en casa a través de los padres, que tiene más evidencia científica y ha cerrado brechas de aprendizaje y desigualdad en países de primer mundo. Imaginarnos que esto que se hace en Australia, Nueva Zelanda, Finlandia que es modelo en educación, se está haciendo en Paraguay, realmente nos llena de orgullo”, subrayó Duarte.
Adelantó que el año que viene van a mantener las localidades en las que están con el mismo número de niños, buscando de alguna manera seguir creciendo y dejar capacidad instalada en esas localidades que ya están.
Los padres destacaron la grata experiencia que significó para ellos ser parte del programa Hippy Paraguay porque les acercó a sus hijos, creando vínculos amorosos. Foto: Jorge Romero.
“Hay muchas sorpresas, estamos trabajando con un material inclusivo, tenemos niños que tienen diferentes tipos de discapacidad. Continuamos formando a padres, niños y continuamos dando oportunidades a tantas mamás porque las tutoras que llevan son mamás de las comunidades donde estamos y son en su mayoría, mujeres que no han tenido la oportunidad ellas mismas de culminar sus propios estudios”, describió.
“De otra manera, no iban a poder tener un trabajo formal como es Hippy, nosotros apostamos a la palabra oportunidad en la Fundación Ramón T. Cartes y esta es una oportunidad enorme para estas mamás. Muchas de ellas terminaron la escuela y tienen planes de tener un estudio universitario. Hippy cumple su objetivo de trabajar para la comunidad y con ella, un modelo infalible que nos va a llevar muy lejos como sociedad y como país”, aseguró la educadora.
Así también, durante el acto de graduación agradecieron al expresidente de la República Horacio Cartes por seguir apostando por la educación y por dar oportunidad en esta etapa tan crucial que es la primera infancia.
Martín Silva Franco, en representación de los padres, aprovechó la ocasión para agradecer por este programa de estimulación temprana para los chicos de primera infancia. “Yo creé con mi hijo un vínculo amoroso, fraternal y de gran amor con él haciendo las tareas, los juegos y me emocionó eso, le voy a extrañar ya después de esto. Es un vínculo que jamás se va a romper y quedará en el corazón de los chiquititos”, expresó el padre.
Natalia Romero, coordinadora de Cambyretá contó que ellos trabajaron con 34 familias en su localidad. Foto: Jorge Romero.
Experiencia en Cambyretá
Por su parte, Natalia Romero, coordinadora de Cambyretá, en el departamento de Itapúa, comentó a La Nación/Nación Media que en su localidad trabajaron con 34 familias. “Los padres super contentos porque crearon vínculos impresionantes entre ellos y que no sabían que podían tener. Algunos niños ya fueron al jardín este año, saben los colores primarios, las figuras geométricas, incluso ya saben escribir sus nombres”, refirió.
Romero manifestó que tiene a su cargo 3 tutoras que son también madres de familias y explicó que son 5 días a la semana que se implementa el programa. “De lunes a viernes estamos o si algunas familias pueden fin de semana nos adecuados a sus tiempos. Cada entrenamiento dura alrededor de 25 minutos, tiempo compartido entre padres e hijos y en el 2023 empezamos con nuevas familias”, puntualizó.
Cambyretá es una de las 5 localidades donde se desarrolló el programa Hippy Paraguay y donde trabajaron con 34 familias. Foto: Gentileza.
La edición del 2025 arrancó el 31 de mayo en la ciudad de Villa Elisa, con gran público para el recital de la megaorquesta. Foto: Sonidos de Villa Elisa
La Ruta de Festivales llega el 21 de junio a Puerto Casado
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La segunda edición de la Ruta de Festivales de Sonidos de la Tierra arrancó con éxito en mayo pasado en la ciudad de Villa Elisa, y se encamina a su segunda escala, en la localidad chaqueña de Puerto Casado, en el departamento de Alto Paraguay, el sábado 21 de junio. Este año, el programa se renueva con cinco festivales regionales y un gran espectáculo de impacto nacional que reunirá a más de 70 orquestas juveniles.
“Vivimos en Villa Elisa una experiencia maravillosa con la primera parada de la Ruta de los Festivales, con la alegría, bullicio y música de casi 500 niños y jóvenes músicos”, expresó la escuela Sonidos de Villa Elisa tras la primera fecha de este evento. Más que una serie de conciertos, este circuito de encuentros artísticos y culturales moviliza a miles de jóvenes músicos en todo el país, llevando música, identidad y esperanza a comunidades de los 16 departamentos del Paraguay.
Con más de 3.000 participantes inscriptos, 70 escuelas comunitarias de música activas, la Ruta de Festivales se organiza de manera tradicional desde los inicios de la organización, con un circuito de Festivales Regionales, que reúne a varias orquestas de las escuelas comunitarias de música y que se traduce entre 300 y 500 jóvenes talentos de la región, para tocar juntos en una Megaorquesta. Por lo que se ha consolidado como una plataforma de desarrollo humano que promueve el talento musical, dinamiza la economía local, impulsa el turismo y fortalece la identidad cultural paraguaya.
“La Ruta de Festivales no solo forma músicos, sino también ciudadanos comprometidos. Cada comunidad que recibe un festival se convierte por unos días en un escenario vivo de integración, hospitalidad y arte colectivo”, destaca Lilian Molinas, directora de Gestión e Implementación de Proyectos y Programas.
Además de los conciertos, el programa incluye megaorquestas sinfónicas, clases magistrales, el desfile de los pueblos, acciones ambientales, espacios para emprendedores y una vibrante oferta turística. El exitoso Mercadito Sonidos, una feria de emprendedores locales, ya demostró su impacto económico directo en las comunidades anfitrionas.
“La Ruta de Festivales es posible gracias a una red maravillosa de personas que creen en el poder de la música para transformar. Cada parada es mucho más que un evento: es una invitación a descubrir el alma de nuestras comunidades, su creatividad, su hospitalidad y sus sueños. Los esperamos para vivir juntos esta experiencia única, donde el arte se convierte en puente y en esperanza”, palabras de Natalia García, directora ejecutiva de Sonidos de la Tierra.
31 de mayo – #Suena Villa Elisa: una fusión cultural que refleja el espíritu diverso de una ciudad construida sobre la convivencia de inmigrantes.
21 de junio – #Suena Puerto Casado: una expedición musical al Chaco paraguayo, histórico portal de Alto Paraguay, con paisajes, memorias y sonidos únicos.
19 de julio – #Suena Tacuatí: un homenaje al norte fértil del país y a la riqueza cultural y agrícola que define a esta región.
5 de agosto – Lanzamiento Festival Nacional: presentación oficial del evento cumbre de la Ruta, que reunirá a más de 70 orquestas de todo el país.
16 y 17 de agosto – #Suena San Juan: festival Nacional de Guitarras – Mangoré para el Mundo, inspirado en el legado de Agustín Barrios y el protagonismo de la guitarra como símbolo de la música paraguaya.
29 de septiembre – #Suena Atyrá: una invitación a descubrir la cultura viva de la ciudad más limpia del Paraguay, reconocida por su organización comunitaria y vocación ambiental.
El Concurso de Cortos Acesip confirma su edición consecutiva número 16 para cortometrajes documentales de hasta 5 minutos realizados por jóvenes, con el lema “Contanos una historia que nos haga crecer”. La convocatoria para entregar las obras anuncia la fecha de entrega del 21 al 30 de septiembre, en que pueden participar equipos de hasta tres personas.
Existen tres categorías: de 6.° a 9.° grado; de 1.° a 3.° de la educación media, y la categoría independiente para mayores de 18 años. Se premiará al mejor trabajo de cada categoría, pudiendo entregarse menciones de honor u otros reconocimientos que el jurado dictamine. Duración de hasta 5 minutos incluyendo créditos, agradecimientos y placas con logotipos del concurso y empresas auspiciantes (que debes descargar des desde el 1 de septiembre).
Máximo de 3 integrantes por corto presentado, mínimo de 1 integrante (en caso de ganar éstos serán los adjudicados con los premios). No más de un trabajo por equipo realizador. Cada equipo incluirá un reel de 30 segundos, donde se presentan, introducen el material y su temática. Este será compartido como promoción en las redes del concurso. La organización se reserva el derecho de utilizar los trabajos entregados para su promoción en medios.
Se deberá cuidar la imagen y sonido, ya que la baja calidad puede ser motivo de descalificación. Grabar siempre a la mayor calidad posible. Utilizar música e imágenes libres de derechos. Los cortos pueden ser removidos en caso de detectarse dicha falta. En caso de utilizar fragmentos de otros materiales o hacer referencia a ellos, siempre indicar la fuente.
El fallo del jurado será inapelable. La participación en el concurso indica la aceptación de estas bases. Fecha de entrega de materiales terminados: última semana de septiembre de 2025. Premiación: viernes 24 de octubre a las 19:00 en el Teatro del Colegio Cristo Rey, en Asunción. Habrá premios en efectivo, galardones personalizados, así como entrevistas en programas y espacios especiales.
Envío de cortometrajes documentales al correo: dptocomunicaciones@xtorey.edu.py indicando nombre del cortometraje, nombres y apellidos de realizadores con números de celulares, categoría, institución a la que pertenecen (colegio, facultad u otros). Para facilitar el envío, subir el material a un drive y compartir el enlace al correo indicado. Bases del concurso: bit.ly/concortos25-bases. En Instagram: @concurso_de_cortos_acesip y @docparaguay.
La periodista Teresa Godoy, versada en temas ecológicos, cuenta con un nuevo libro titulado “Las pequeñas ambientalistas”, que fue lanzado por la Editorial Rosalba en la reciente Feria Internacional del Libro de Asunción. Ilustrado por Adam y dirigido al público infantojuvenil, narra las experiencias del búho Lala y las tortugas Tina y Pacha, quienes reflexionan sobre la contaminación en Asunción y a lo largo del río Paraguay.
Con un lenguaje didáctico y accesible, el libro ofrece un mensaje claro: el futuro del planeta depende de la acción colectiva. Esta obra es una herramienta valiosa para docentes y una lectura esencial para jóvenes y adultos interesados en comprender mejor su papel en la protección del medioambiente. La edición cuenta con el apoyo del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec) y consta de 40 páginas.
Dice Blanca Nidia Fernández en el prólogo del libro: “Los cuatro relatos infantiles sobre temas ambientales constituyen un esfuerzo más de divulgación ecologista, tan necesario en este tiempo de extrema vulnerabilidad del planeta. Aquí, una sola interrogante como ejemplo: ¿Qué pasaría de nosotros, de los animales y de las plantas, sin el agua? Sin agua, no hay vida”.
Nacida en Paraguay y nacionalizada argentina, Teresa Godoy es escritora, periodista, ambientalista y promotora de la lectura. Estudió Comunicación en la UNA y Didáctica Universitaria en Uninorte. Autora de los ensayos literarios La generación dispersa (2012), Se fueron todos (2016) e Itinerantes (2020); y de las obras infantiles El portón de las mascotas (2018), Escalera de amor más allá de las nubes (2021), Voces verdes (2022) y Las pequeñas ambientalistas (2025). Publicó, igualmente, en varias antologías y plataformas virtuales.
Integra la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP), Escritoras Paraguayas Asociadas (EPA), el PEN Club Paraguay y el Club de Libros Paraguay. Fue asistente del desaparecido escritor y periodista argentino Héctor Germán Oesterheld, autor de El Eternauta, entre otros numerosos títulos de historieta y otros géneros.
El protocolo de paz fue firmado en la Casa Rosada de Buenos Aires y llevó la rúbrica de los cancilleres de Paraguay y de Bolivia, Luis Alberto Riart y Tomás Elío
El Chaco, el territorio que une y separa a dos países
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Jimmi Peralta
Fotos: Gentileza/Archivo
El 12 de junio de 1935 fue firmado en Buenos Aires el protocolo de paz que dio por terminadas las acciones bélicas que enfrentaron a Paraguay y Bolivia desde 1932. Los historiadores Erasmo González y Herib Caballero Campos cuentan los pormenores de las arduas negociaciones y el contexto en el que se desarrolló el conflicto entre ambos países por la posesión del Chaco Boreal.
Luis Alberto Riart y Tomás Elío, cancilleres de Paraguay y de Bolivia, respectivamente, fueron los encargados de refrendar el documento para poner fin a las hostilidades entre ambas naciones mediterráneas, que se disputaron una salida fluvial al mar y sufrieron la falta del vital líquido durante varios tramos de la contienda, lo que infligió múltiples sufrimientos además de los propios de toda guerra.
A 90 años del histórico acuerdo, se celebra la hermandad entre pueblos que, si bien tienen amplias fronteras en común, en gran parte siguen separados por el gran territorio chaqueño.
ANTECEDENTES
La guerra del Pacífico (1879-1884) cercenó territorialmente a Bolivia y lo despojó de 120.000 km2 de superficie y 400 km de litoral marítimo. Este fue un momento clave que provocó que el Chaco paraguayo entrara en los planes estratégicos del país del altiplano.
En Bolivia, con la pérdida de su costa sobre el océano Pacífico en la guerra que tuvo contra Chile, desplazaron hombres para irrumpir en el Chaco fundando fortines, al tiempo que los tratados se realizaban, pero no se solucionaron las diferencias territoriales.
“Las incursiones generaron tensiones al punto de que en febrero de 1927 es muerto en el fortín Sorpresa el teniente paraguayo Adolfo Rojas Silva. A partir de ese episodio el conflicto contra Bolivia se desarrolló en un ambiente en el que amplios sectores de la ciudadanía paraguaya reclamaban mayor presencia del Estado paraguayo en el Chaco. Desde el llamado a la movilización en diciembre de 1928 luego del ataque de tropas paraguayas al fortín Vanguardia, donde los bolivianos fueron desalojados, la crisis diplomática afloró con la expulsión de sus respectivos representantes diplomáticos que cumplían funciones en ambos países”, explica Erasmo González, doctor en historia.
El 23 de octubre de 1931, registrado como un ícono del reclamo ciudadano por la protección del Chaco, quedó en la memoria por la masacre de manifestantes estudiantiles en los jardines del Palacio de Gobierno, que estaba ocupado entonces por el presidente José P. Guggiari.
SIGILO
“Lo sucesivos gobiernos paraguayos venían realizando una prudente campaña de reforzar y dotar de mayor armamento al Ejército, que se inició con las reformas realizadas por el presidente Eligio Ayala. Durante su gobierno se mandaron comprar armas e incluso las dos cañoneras adquiridas de Italia: El Paraguay y el Humaitá”, indica González.
“En los últimos años han sido varias las investigaciones históricas académicas que han permitido comprender el esfuerzo del Estado paraguayo para armar al país. Efectivamente, sin un préstamo internacional se pudo comprar armamento moderno y capacitar a los jefes y oficiales para enfrentar el conflicto a partir de los planes consensuados entre el Gobierno y los jefes del Ejército en agosto de 1924”, explica, por su parte, el historiador Herib Caballero Campos.
A pesar de estos esfuerzos, en comparación con el despliegue boliviano Paraguay se encontró con una preparación un tanto menor en efectivos y en armamento para el inicio de las hostilidades.
EL AGUA Y EL GUARANÍ
“La contienda se inició con la toma boliviana en Pitiantuta, casi al mismo tiempo en que el doctor Eusebio Ayala asumía la Presidencia. Era una etapa difícil e incierta, pero el presidente tuvo el tino de apostar por José Félix Estigarribia para el mando del Ejército. La estrategia del comando paraguayo de llevar la guerra al interior de la región chaqueña fue fundamental. Los bolivianos incursionaron en un territorio adverso por las condiciones naturales del territorio, alejados de donde existía agua; además, considerablemente lejos de su puesto logístico”, refiere González.
“La utilización del idioma guaraní por orden general del comandante Estigarribia fue estratégica para comunicarse y despistar a los enemigos con códigos que los jefes oficiales y los soldados paraguayos podían entender. Además, servía para identificarse entre paraguayos si se encontraban en un lugar determinado, evitando confusiones que podían llevar al enfrentamiento entre los mismos”, agregó.
UNIDAD Y ESTABILIDAD
La primera mitad del siglo XX en Paraguay se caracterizó por un sinfín de tragedias internas a consecuencia de la inestabilidad política con revoluciones, golpes de Estado, exilios, atropellos, proscripciones y muerte. La hegemonía liberal había arrancado en 1904, pero tanto los conflictos dentro del propio partido de gobierno como las confrontaciones con la oposición impedían el desarrollo de un proyecto nacional.
“En el contexto de la guerra se había generado una tregua política. Según se estableció por leyes aprobadas por el Congreso, se reprimió a los sectores socialistas y comunistas que eran antiguerreristas, pues consideraban que la guerra del Chaco era una guerra imperialista. Asimismo, importantes jefes políticos de los dos partidos tradicionales se movilizaron o apoyaron al gobierno de Eusebio Ayala”, señala Caballero Campos.
“El territorio chaqueño no conoció diferencias políticas entre los combatientes paraguayos. Diferentes sectores de la sociedad acudieron al llamado: campesinos, obreros, estudiantes y con ellos artistas, poetas, intelectuales, choferes, deportistas, enfermeras y médicos. Con ese esfuerzo mancomunado se pudo sobrellevar la guerra con el acompañamiento de las mujeres, que realizaron diferentes actividades tanto en retaguardia como en el frente. Se destaca la labor de las madrinas de guerra como apoyo emocional para el soldado combatiente”, explica González.
A renglón seguido, destacó la unidad que se logró en el Paraguay durante la guerra a pesar de las diferencias que lo separaban anteriormente.
Erasmo González, historiador
“En general hubo un gran acompañamiento. Las personas hacían donaciones para las viudas y huérfanos de guerra; la Legión Civil Extranjera, conformada por miembros del comercio y la industria que eran de origen extranjero, colaboró con varias acciones para paliar las necesidades más urgentes. La Junta Nacional de Aprovisionamiento era una entidad gestionada por el Estado con fuerte colaboración de sectores privados, que proveían los alimentos básicos a las familias de los soldados combatientes que no tenían otros recursos para subsistir. La Cruz Roja Paraguaya, liderada por el Dr. Andrés Barbero, donó un avión ambulancia, así como también realizaron varias actividades para recaudar fondos, como el partido de fútbol en Buenos Aires en el que jugó Arsenio Erico, que finalmente fue fichado por el Independiente de Avellaneda”, citó Caballero Campos.
El esfuerzo de la guerra insumía ingentes recursos humanos y materiales, por lo que el armisticio fue celebrado en ambos bandos
VÍA DIPLOMÁTICA
En el contexto de una guerra con fuertes bajas para ambos bandos, la vía diplomática no estuvo clausurada. Esto a pesar de que Paraguay fue sancionado por la Sociedad de Naciones (antecedente de las Naciones Unidas) por haber sido declarado país agresor.
“El grupo mediador liderado por el gobierno argentino del general Juan B. Justo fue el impulsor de abrir una negociación con el apoyo de los demás gobiernos de la región, pero el último actor clave en sumarse y muy necesario fue el gobierno del Brasil, cuyo presidente Getulio Vargas visitó Buenos Aires en mayo de 1935, dando su acuerdo para que se impulse un alto al fuego en el infierno verde del Chaco”, comenta Caballero.
“De una posición defensiva en los primeros meses del conflicto, Paraguay pasó a la ofensiva en 1934 logrando recuperar territorios que los bolivianos fueron ocupando. Para 1935 ya había cruzado el río Parapití. Sin embargo, no debemos olvidar que todo esto significó sacrificios humanos de padecimientos por sed, pestes, heridas, traumas emocionales, muerte y angustia por la distancia de los seres queridos. Para 1935 los recursos se extremaron. Cada día de combate representaba un gran costo para el país, por lo que la gestión diplomática también fue ardua”, apunta González.
En este sentido, fue destacado el rol del canciller argentino Carlos Saavedra Lamas en el contexto de las negociaciones diplomáticas, quien fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz en 1936 por su mediación en este conflicto y por haber inspirado un tratado antibélico que lleva su nombre.
RUMBO AL PROTOCOLO DE PAZ
“Las negociaciones comenzaron en mayo de 1935. Primeramente, el grupo mediador se reunía con cada canciller por separado. El Paraguay desde un principio estaba conteste en general con los términos del documento propuesto por los mediadores, pero Bolivia pretendía esperar el resultado de su contraofensiva, que fue detenida exitosamente por el Ejército paraguayo en la batalla de Ingavi, el 8 de junio de 1935. En ese sentido, ya el 11 se anunciaba en los medios de prensa asuncenos que se había acordado entre los países un alto al fuego, pero se estaban aún ultimando los detalles del documento final”, explica Caballero Campos.
De su parte, González subraya que el protocolo se firmó en un momento en el que ya no se podía continuar con la guerra por la dificultad para obtener recursos y el agotamiento de los combatientes. Por ello, de alguna forma la firma del protocolo de paz del 12 de junio era el camino obligatorio.
“Ya en los últimos meses de la guerra, el cansancio, la hostilidad de la naturaleza en el alto Chaco, el revés en las estribaciones andinas hicieron que la mayoría de la tropa paraguaya ya se encuentre agotada y agobiada, según se puede deducir de varios testimonios. Además, las arcas del Estado paraguayo ya estaban exhaustas luego de casi tres años de guerra. Por ello, el alto al fuego al mediodía del 14 de junio de 1935 (día en que se festeja la Paz del Chaco en Bolivia) fue celebrado por todos los combatientes, pues era algo que se anhelaba en ambos ejércitos ”, agrega Caballero Campos.
Herib Caballero Campos, historiador
En agosto de 1935 se realizó el desfile de la victoria en Asunción, pero el país estaba con una economía extenuada, con la producción mayormente a cargo de ancianos, niños y mujeres. Todo esto fue terreno fértil para que afloren de nuevo las desavenencias, los golpes de Estado, revoluciones, persecuciones e inestabilidad política.
ACUERDO FINAL
El Tratado de Paz, Amistad y Límites definitivo se rubricó el 21 de julio de 1938. El documento final fue firmado por Cecilio Báez y José Félix Estigarribia por Paraguay, y Eduardo Díez de Medina y Enrique Finot por Bolivia. El acuerdo fue refrendado por un referéndum, que se realizó el 15 de agosto de ese año y tuvo una aprobación del 91 %.
En octubre de 1938, en cumplimiento de una de las cláusulas del tratado, se abrió una Comisión Mixta Demarcadora de Límites para señalizar la frontera en el terreno, que dio por concluidas sus tareas en 2007.
Por ello, recién en abril de 2009, con firma de Evo Morales por Bolivia y de Fernando Lugo por Paraguay, se oficializó el acta de cumplimiento y ejecución del mencionado tratado.
BARRERA
A poco de cumplirse el centenario de esta epopeya, la más grande del siglo pasado en el continente, que dejó cerca de 100.000 bajas, el vínculo entre ambos países sigue en parte separado por aquel territorio hostil.
“Evidentemente el Chaco hasta hoy en día es una barrera para que se dé ese relacionamiento más cercano entre bolivianos y paraguayos. Hoy la ruta Bioceánica es una oportunidad para mejorar esa integración, pero el Chaco aún hoy es un territorio despoblado, con muchas carencias y una necesidad de recibir políticas públicas que aseguren la educación, la salud y la movilidad a las poblaciones chaqueñas, tanto originarias como a las demás que habitan dicho territorio”, concluyó Caballero Campos.