Por Yesica Vera Zarza yesica.vera@nacionmedia.com.py

Ante la inminente llegada de las fiestas de fin de año, época en que las familias se vuelven a reunir sin restricciones tras 2 años de pandemia por el COVID-19, también llegan las dudas de cómo actuar ante el aumento de cuadros respiratorios que se tienen en las últimas semanas en nuestro país y qué hacer para pasar unas fiestas seguras. Gustavo Villar, médico infectólogo y jefe de sala de internados del Instituto de Medicina Tropical, mencionó al respecto que lo fundamental en estas fiestas va a ser que se le tenga en cuenta al familiar con comorbilidades.

¿Cuándo usar tapabocas en las fiestas? Si bien dijo que es muy difícil ahora mismo pedir a las familias que usen porque ya está liberado a nivel sociedad, él como médico infectólogo y viendo este rebrote de COVID e Influenza A recomienda que aquellos pacientes que tienen comorbilidades utilicen las mascarillas cuando compartan con muchas personas.

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“Estamos viendo casos graves, que entran a respirador. Soy de tener en cuenta a pacientes con comorbilidades, sobre todo los ancianos, diabéticos, enfermedades inmunológicas y si va a haber una aglomeración en la casa, es conveniente que esa persona que tiene esa enfermedad use tapabocas”, afirmó en contacto con La Nación–Nación Media.

Dr. Gustavo Villar, médico infectólogo y jefe de sala de internados del Instituto de Medicina Tropical. Foto: Gentileza.

En este sentido, explicó que una de las personas con las que se comparte, puede ser un portador asintomático. Citó además que actualmente, en los supermercados, hay gente tosiendo y sin tapabocas, cosa que ya no llama la atención, como una especie de normalización nuevamente.

¿Quiénes deben consultar?

El infectólogo resaltó que ante la aparición de síntomas respiratorios es importante consultar. “El paciente que consulta es porque no está bien, tiene síntomas generales. Algunos tienen fiebre, mucho dolor de garganta, muchas deposiciones líquidas (diarrea), esos son a los que se les puede solicitar que se haga alguna prueba”, refirió.

Señaló que generalmente el interrogatorio incluye si el paciente tiene o no vacuna para SARS-CoV-2 y se encuentra con un gran porcentaje de negación, que no tiene o que tiene dosis incompletas de vacunas. Comentó además que la mayoría de la población no está vacunada con la antigripal que es antiinfluenza y ahora hay una circulación tremenda de influenza.

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“Mi recomendación fundamental que al paciente que acude a consultar que es aquel que se siente mal, solicitarle un hisopado y de acuerdo a eso, dependiendo de la situación clínica y siempre hay que individualizar persona a persona, se inicia un tratamiento ya sea con Molnupiravir que es específico para el COVID-19 o en el caso de la influenza, Oseltamivir. Ahí otra vez están las poblaciones especiales que son los pacientes diabéticos, los pacientes con enfermedades inmunológicas y las embarazadas, que es una población bastante grande y que hay siempre por cada año, son las poblaciones con las que hay que tener cuidado”, acotó.

El profesional habló además de los casos en que las personas tienen una congestión simple, una tos y que pasa esos síntomas sin mayores inconvenientes, generalmente por curiosidad se hisopa. En este sentido, destacó que no es una recomendación hacerlo si el paciente no tiene comorbilidades o si no acude a una consulta por mal estado general.

El infectólogo resaltó que ante la aparición de síntomas respiratorios es importante consultar. Foto: Ilustrativa.

Síntomas COVID-19 e influenza

En cuanto a los síntomas que actualmente se ve en consulta, Villar contó que generalmente la forma en la que ahora está viendo la influenza es que da mucho dolor de cuerpo, dolor de garganta intenso, fiebre y decaimiento del estado general, inapetencia (no quiere comer el paciente). “En COVID es un poco más leve pero sigue habiendo pacientes con pérdida del gusto, olfato pero también puede presentarse como una influenza. Son virus bastante similares, los dos tienen capacidad de infiltrar pulmón, de hacer neumonías, de hacer síntomas generales y también de revertir gravedad”, aclaró.

Indicó también que ahora está viendo mucho más influenza que COVID-19 y la influenza afecta mucho más al paciente, ya que le obliga a consultar porque se siente mal. El COVID sin embargo, es más congestión nasal, dolor de garganta, un poco de fiebre 2 días y después ya se va apagando.

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“Paciente que tenga un cuadro respiratorio, dolor de garganta, fiebre, tos con expectoración o sin expectoración, lo ideal es que siempre consulte a la urgencia y no se automedique. Siempre va a estar el que tiene el resfrío, la congestión nasal, le duele la garganta un día, no se va a consultar porque se siente bien pero la recomendación fundamental es que cuando tenga cuadro respiratorio con lo citado anteriormente, tiene que consultar”, aseguró.

Un antes y un después de la vacunación

En cuanto a la variación de síntomas de COVID-19 al inicio de la pandemia y después de las vacunas, enfatizó la diferencia. “Vimos eso cuando empezó a ser masiva la vacunación y empezaron a disminuir los casos graves, empezaron las reinfecciones de los pacientes, tuvimos algunos casos graves pero así también algunos no graves. También hay que tener en cuenta que la variante COVID que vino fue la ómicron, que era mucho más contagiosa pero de menor virulencia. Es decir, agarra a una gran población pero con menor capacidad de producir gravedad”, sostuvo y recordó que la vacunación completa son 4 dosis en nuestro país.

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