Se trata de un paciente con trasplante de riñón, el número 150 en adultos del Hospital de Clínicas. El hombre de 47 años y residente de Lambaré, tras recibir su alta, se retiró el martes con decisión, coraje y sobre todo muy agradecido con los familiares del donante, así como con los médicos. El mismo se quebró al contar que perdió todo, su comercio y su familia. Dijo que muchas veces para la pareja de uno es difícil sobrellevar una enfermedad crónica, pero que tiene esperanzas de un futuro mejor.

Padre de familia de dos niños de 7 y de 2 años, antes que nada extendió su agradecimiento a los familiares del donante de órgano por el gesto altruista. “Es un noble gesto que me estimula a darle más valor a mi vida. Le agradezco también a los médicos y a Dios; voy a volver a trabajar y a hacer muchas actividades que dejé de hacer por estar enfermo”, mencionó entre lágrimas.

Luego de estar dos años en terapia de hemodiálisis, a la que debía estar conectado tres veces por semana en sesiones de 4 horas cada vez, el beneficiario recibió su nuevo órgano en la madrugada del pasado lunes 31 de octubre.

La doctora Norma Arévalos, nefróloga, dijo que fue dado de alta en muy buenas condiciones y aprovechó para solicitar a los familiares de pacientes con muerte encefálica que donen los órganos, respetando la decisión del fallecido.

“El día en que le llamaron al señor, resultó que el donante era muy compatible con él, que ocurre pocas veces, por eso fue adjudicado por el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante para ser trasplantado”, agregó.

Igualmente, recordó el eslogan “Si sos donante que tu familia lo sepa” y enfatizó que sin donantes no hay trasplantes. “El trasplante le da una nueva vida al paciente, le cambia la vida. Hay pacientes que dicen quiero nomás un tiempito estar sin diálisis, por eso quieren trasplantarse”, refirió.

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Por su parte, el jefe del Departamento de Trasplantes de Órganos y Tejidos de la FCM-UNA, Agustín Saldívar, resaltó que justo en el día en que dieron de alta al trasplantado 150 que fue mediante un donante cadavérico, realizaron otro trasplante, él número 151, con donante vivo. “Realmente es un logro más a favor del paciente que necesita”, aseguró.

Resaltó que como Facultad de Ciencias Médicas no se puede olvidar que son un hospital-escuela, formadora de más profesionales. “En estos siete años del equipo de trasplantes nos sentimos muy comprometidos en seguir formando médicos residentes en todas las especialidades. Ustedes ven que un objetivo muy grande hace que aporte todo el hospital, que todo un equipo multidisciplinario que se mueva, y que el corazón se motive como ocurre en el caso de capítulo de trasplante”, enfatizó.

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