Ciudad del Este. Agencia Regional.
Un niño de 11 años se escapó de un hogar infantil de Ciudad del Este ayer a las 17:00 aproximadamente. Por disposición judicial, el niño quedó bajo cuidado del Hogar Infantil Santa Elena (HISE) desde el pasado 7 de octubre. Esta mañana regresó solo a su casa de Caaguazú. El niño habría sufrido abuso sexual y la causa está siendo investigada por la Fiscalía.
El escape se produjo cuando el niño estaba jugando frente a la institución de abrigo, donde están instaladas algunas estructuras de juegos infantiles como casita, tobogán y hamaca. Una de las adolescentes que estaba jugando allí lo vio cuando llegó el momento de ingresar a la casa, pero en segundos desapareció. Es lo que explicó la directora del HISE, Elena Tindel.
Dos defensores públicos de la Niñez de Caaguazú atienden casos relacionados a la víctima. Uno de ellos es el abogado Javier García, quien intervino en la denuncia de abuso sexual que habría sufrido el niño hace un mes aproximadamente y que está siendo investigado por la fiscala Estela Marys Ramírez de Caaguazú, según contó a La Nación/Nación Media al ser requerido sobre el hecho.
En el antecedente de la víctima figura que llegó a escapar de su casa en otras dos oportunidades y esa situación fue atendida por la defensora pública Carmen Espínola, quien explicó a La Nación/ Nación Media que el padre indicó a la misma que ya no tenía condiciones de retener al niño porque “no sabía cómo hacerlo”.
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Cuando supuestamente se escapaba el niño, se desplazaba entre algunas terminales de ómnibus de Asunción, Coronel Oviedo y Caaguazú, según dijo la abogada Carmen Espínola. No obstante, tras salir del hogar de Ciudad del Este, volvió solo a su casa, informó la defensora.
“Entre todas las instituciones trataremos de ver que pueda permanecer en su casa”, expresó la defensora pública, señalando que se trata de uno de los tantos casos complejos que requiere el seguimiento entre varios de sus colegas.
Por su parte, la directora del HISE, Elena Tindel, refirió que nunca antes pasaron por una situación así, aunque muchos de los niños, niñas y adolescentes que llegan a la casa de abrigo al inicio están con la idea de escaparse. “Esto no es una cárcel y por el bienestar, la contención y la recuperación que merecen los menores de edad no podemos hacerlos sentir que están como encerrados”, expresó la directora, aclarando que no disponen de guardias.
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