Durante la noche de ayer, un grupo de delincuentes hizo un boquete en la pared del comedor de niños “San Francisco” en San Pedro y se llevaron todo, dejando sin cubiertos a los chicos y víveres que eran para el almuerzo. El hecho es considerado culpa de la inseguridad, de los microtraficantes y adictos que inundan en la zona.
Según la coordinadora del comedor, doña Lucia Gómez, esto significa una pérdida muy grande para el local ya que se mantienen de la caridad de la ciudadanía y que estaban teniendo muchos alimentos para poder seguir cocinando, tras casi haber cerrado por falta de insumos, pero que la ciudadanía siguió ayudando al comedor.
“Agujerearon la pared, seguramente fue con algún mazo. Los malvivientes ingresaron por este lugar y se llevaron casi todo lo que teníamos. Todo lo que había en la cocina eran donaciones que realizó la ciudadanía para seguir adelante con el almuerzo para más de 100 niños y niñas de escasos recursos”, dijo en entrevista con canal Trece.
Lea también: Intento de feminicidio: hombre atacó a su pareja con cuchillo de cocina en Capiatá
Afirmó que por la zona ya se sabe quiénes fueron las personas que cometieron el robo y que ya dieron parte a la Policía Nacional para que puedan detener a los mismos y que esta situación no se vuelva a repetir. “Son jóvenes adictos, pero ellos no son los culpables. Los verdaderos culpables son los que les venden las drogas”, resaltó.
La mujer denunció que cada vez son más los jóvenes que caen en el vicio de las drogas y que las autoridades no hacen nada para detener a los traficantes de la zona. “Hay quienes venden la droga y se les conoce. Queremos saber qué se puede hacer para acabar con este mal que aqueja al barrio”, expresó.
Los malvivientes se llevaron fideos, arroz, harina, aceite, cubiertos, galleta, entre otros víveres. “Por suerte no teníamos carne, porque si eso se llevaba íbamos a sufrir mucho porque es lo que más necesitamos en el comedor y lo que más nos cuesta conseguir. Los que compran (el producto robado) qué corazón tienen si saben que lo que ellos (los adictos) venden no es producto del trabajo”, lamentó.