El monseñor Adalberto Martínez, quien asumirá próximamente como el primer cardenal de Paraguay, agradeció al papa Francisco la confianza depositada en su persona y sostuvo que se trata de un enorme privilegio, tanto a nivel personal como también para la iglesia en Paraguay.
En entrevista con el canal GEN-Nación Media, el arzobispo de Asunción habló sobre su nombramiento como cardenal, anunciado ayer de manera sorpresiva por el sumo pontífice desde el Vaticano, y comentó que en agosto se hará la entrega del birrete y el anillo para constituirse oficialmente en cardenal.
Se mostró agradecido por esta oportunidad y recordó cuando hace 7 años el papa Francisco había visitado suelo paraguayo “como mensajero de la paz”, momento en el que ya había prometido que algún día nuestro país tendría un representante en el Colegio Cardenalicio.
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Según explicó, ser nombrado cardenal no es un sacramento ni una ordenación, aunque se considera como un cargo honorífico que otorga un estatus diferencial a la persona que lo ocupa. El rol del cardenal tiene mayor peso al momento de ser convocado un cónclave para elegir a un nuevo papa, tal y como ocurrió hace unos años atrás cuando Benedicto XVI había renunciado al cargo.
Martínez aclaró que este nombramiento no le impedirá seguir cumpliendo con sus funciones de arzobispo metropolitano de Asunción. De igual manera, admitió que el hecho de ser cardenal podría darle mayor fluidez en el trato con el papa y darle la oportunidad de trabajar más de cerca con él, sobre todo considerando que el cargo implica frecuentes viajes a la Santa Sede.
“Es un privilegio”, aseguró el monseñor al referirse sobre esta nueva misión que asumirá en su labor pastoral. En otro orden de cosas, resaltó la figura del papa Francisco como un pastor humilde que mostró apertura y cercanía no solo con los católicos sino también con personas de otras denominaciones religiosas, así como con los más desprotegidos. “Tenemos que poner el oído en el corazón de todos, especialmente de los pobres, los necesitados, y trabajar por un mundo mejor, porque finalmente somos ciudadanos cristianos”, manifestó.