Un enfrentamiento entre supuestos campesinos sin tierra y propietarios de una estancia dejó como saldo un joven indígena muerto, que se desempeñaba como guardia, y un efectivo policial gravemente herido. El hecho se produjo por la mañana de este jueves en la colonia Tacuapí, en el distrito de Yasy Cañy, del departamento de Canindeyú.

Autoridades policiales de la zona confirmaron el deceso de Mateo Vargas Vera, de 28 años, oriundo de la comunidad Parakaukejha, del distrito de Capiibary, en San Pedro. El mismo recibió un impacto de arma de fuego en la cabeza, mientras desarrollaba su tarea como guardia de seguridad privada del establecimiento.

La propiedad pertenece a Gladys Estela López de Sanabria y a Gerónimo Sanabria Abente, donde en anteriores ocasiones ya se registraron graves enfrentamientos por las tierras y de donde hace unos meses fueron desalojadas cerca de 300 personas asentadas en el lugar desde hace varios años.

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La otra víctima del incidente, ocurrido específicamente en la zona de Mburucuyá, es el suboficial superior Osvaldo Vázquez, quien acusó cuatro impactos de bala, al parecer de una escopeta. El mismo recibió los primeros auxilios en el Hospital de Curuguaty y, posteriormente, fue trasladado en helicóptero hasta Asunción.

Según los primeros informes policiales, Velázquez, quien presta servicio en Caaguazú, se encontraba de visita en la citada estancia, donde también trabaja un hermano. Junto con el guardia Vargas salieron a recorrer por los límites del establecimiento cuando de pronto fueron blanco de disparos con armas de fuego desde una zona boscosa. Se habla de que podría haber más heridos.

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No es la primera vez que se registran hechos de violencia en dicha propiedad de 2.000 hectáreas que está en litigio desde hace varios años, y donde ya se produjeron allanamientos y desalojos, dejando a su paso varios heridos, muertos y quemas de vehículos y maquinarias agrícolas.

El último grave incidente se produjo el pasado mes de diciembre, cuando un grupo de sintierras, con armas de fuego en mano, ingresó hasta el casco principal de la estancia, donde se apoderaron de varios vehículos, que más tarde fueron incinerados.

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