Ciudad del Este. Agencia Regional.

Daniel Villalba, de 33 años, es un joven que recibe tratamiento de hemodiálisis hace siete años. Tras un peregrinar por otros servicios, incluso una estadía por Argentina, en el 2017 pasó a formar parte del grupo de pacientes renales que se dializan en el Centro de Hemodiálisis de Hernandarias, Alto Paraná, del Ministerio de Salud Pública.

Por el peligro de derrumbe del edificio, el año pasado debieron evacuar el lugar y tras mucha espera, recalaron finalmente en un sector del Hospital Regional del IPS, de Ciudad del Este, donde se le cedió al Ministerio de Salud Pública un espacio para instalar el centro. Son 30 las personas que realizan sus sesiones en este lugar, donde los equipos y el personal son del MSP.

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“Estuvimos casi una semana sin dializarnos, cuando se debió hacer el traslado, con el peligro que eso significa. Cuando nos instalamos en el IPS estuvimos mejor porque el lugar tiene una buena climatización y no pasamos el sufrimiento de cuando estábamos en Hernandarias”, explicó Daniel Villalba. Relató que él llevaba su ventilador para intentar soportar las 4 horas de sesión.

Indicó que tienen dos frentes de situación adversa. Una es la amenaza de tener que abandonar de nuevo el local porque el traslado al IPS fue solo temporal mientras que el Centro de Hemodiálisis se reparaba, pero el local sigue en las mismas condiciones y los pacientes renales no tienen un lugar donde ir. Otro problema es la falta de insumos y medicamentos.

Gastos de G. 100 a 120 mil por sesión

Guantes estériles, tubuladura para hemodiálisis y concentrado ácido son insumos que casi todo el tiempo deben comprar porque cuando hay dura muy poco, según Daniel Villalba. Esto significa que para cada sesión necesitan gastar entre 100 y 120 mil aproximadamente, dependiendo del procedimiento aplicado a cada paciente porque puede requerir de uno o dos personales.

“El guante que debe usar el personal para preparar al paciente a ser dializado es lo que debemos poner; muchos de los compañeros no tienen para comer y deben comprar esos elementos. Es terrible la situación que se pasa”, sostuvo el joven.

Los medicamentos que suelen estar en falta y deben comprar también los pacientes son heparina sódica y eritropoyetina.

Años de peregrinación por diversos hospitales

Daniel Villalba es de Ciudad del Este y empezó a dializarse hace siete años en el Hospital Nacional de Itauguá. Luego fue a Formosa, Argentina, para seguir su tratamiento durante un año, pero debió volver por razones de radicación y consiguió un lugar en el Hospital de Clínicas de Asunción. Luego se abrió el Centro de Hemodiálisis de Hernandarias y pudo continuar allí sus sesiones (tres veces por semana). El año pasado debieron mudarse al Hospital IPS de Ciudad del Este, de donde tendrán que salir de nuevo, según se informó por parte del personal.

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