El 8 de diciembre de cada año Paraguay celebra el Día de la Virgen de Caacupé, patrona de todos los paraguayos, pero esta fecha es doblemente especial para doña Ramona Graciela Sanabria Reyes porque es su cumpleaños. Año a año lo celebra peregrinando de su natal Ciudad del Este (CDE) hasta la capital de la fe.
Hoy, doña Ramona cumple 52 años y como cada año, excepto el 2020 en que se suspendieron las actividades debido a la pandemia del COVID-19, llega hasta la Basílica de Caacupé para saludar a la virgen, agradecer por su salud y la de sus familiares; por el trabajo, la armonía y el amor en su familia.
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“Hoy cumplo 52 años gracias a Dios y a la Virgen, vengo a celebrar esta fecha a los pies de la virgen de Caacupé como cada año; es una tradición mía y la de mi familia que data de hace varios años. El año pasado por la pandemia no vinimos, este año vine acompañada de mi familia: tengo dos hijos, dos nietas, mis hermanos y mis hermanas”, relató doña Ramona cuando se disponía a participar de la celebración mariana en la explanada de la basílica tras su largo viaje desde el barrio Obrero de CDE.
Asegura que a lo largo de su vida, se encomendó muchas veces a la virgencita azul de Caacupé y que ella nunca le falló. “Es milagrosa y siempre responde a mis plegarias”. En esta oportunidad, se acerca a ella para hacerle una petición: que es la aliviar el dolor de su hermana, quien está padeciendo de una enfermedad, pide su pronta curación.
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“Vine a rezar por mi hermana que está enferma, más por ella este año me dispuse a peregrinar. Le pido a la virgen María, a nuestra madre de Caacupé, que le conceda a ella la pronta sanación que necesita y también voy a rezar por todos los enfermos. Tengo muchísimos milagros concedidos por ella, es muy milagrosa, a muchas personas ya le curó”, indicó doña Ramona.
Así como ella, cientos de almas se acercaron entre ayer y hoy a los pies de la virgen de Caacupé para presentarle sus pedidos, algunos de ellos son familiares de personas enfermas que claman sanación para sus seres queridos, otros urgen de alguna solución a sus problemas, mientras que otros llegaron ante ella para darle gracias por superar estos tiempos de pandemia.
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