Korintia Alexis Ramírez Guzmán tiene 30 años, es oriunda de Fernando de la Mora y está iniciando la carrera de Criminalística. Es una madre jefa de hogar que no pone excusas para luchar por su pequeña hija y salir adelante. En el 2014 a causa de un accidente de tránsito perdió un brazo y dos años después fue beneficiada con la mano robótica entregada por la organización Po Paraguay.

Ella es todo un ejemplo de superación, ya que nunca dejó de trabajar y estudiar a pesar de las circunstancias. Es más, jamás se consideró una persona con discapacidad, ya que enfrenta el desafío como una más y siempre supera lo que se propone.

Días pasados participó de la feria de empleos organizada por la Cámara de Empresas Crecer y la Asociación Nacional Republicana (ANR), donde logró ser contratada por la empresa Andrés H. Arce S.A. Especialidades Odontológicas, allí trabajará como auxiliar de importación.

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“Tengo la mano robótica desde el 2016, perdí el brazo en un accidente de tránsito, estaba como acompañante en una motocicleta cuando me dirigía hacia el trabajo. En ese entonces tenía 23 años, pero nunca se me complicó trabajar por eso, yo hace un mes me enteré que era una persona con discapacidad, tal vez porque no nací con esta condición”, señaló Ramírez en comunicación con La Nación.

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La joven madre está muy entusiasmada con su nuevo empleo, celebró este tipo de iniciativas que ayudan a las personas a conseguir un puesto laboral, especialmente a aquellas con discapacidad, y pidió a las autoridades más apoyo a los jóvenes, especialmente en estos tiempos muy difíciles de la pandemia del COVID-19.

“Me accidenté en el 2014 y recién en el 2016 la Fundación Po Paraguay me donó la mano robótica, ya que ellos mismos fabrican atendiendo a la necesidad del adjudicado”, comentó.

Por su parte, Enrique López Arce, director de la Oficina de Empleos de la ANR y artífice de las ferias de empleo, celebró que una empresa privada tenga apertura con las personas con discapacidad, que mire el potencial y la experiencia de las mismas y no su condición.

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“Korintia es una mujer valiente, es una madre jefa de hogar, se esfuerza y se dedica mucho por su hija, no tiene miedo a los desafíos. Si bien sufrió mucho, tiene todas las ganas para salir adelante, es un verdadero ejemplo para todos. Ella participó de la feria de empleo ANR-Crecer y consiguió un empleo formal”, señaló López Arce a La Nación.

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