Una multitud se congregó para seguir la celebración religiosa que fue oficiada por el obispo de la diócesis, monseñor Ricardo Valenzuela. Foto: Archivo.
Volvió la celebración de misa en la explanada de Caacupé
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Tras un año y cinco meses, la misa central en la basílica y santuario de la Virgen de Caacupé volvió a celebrarse en la explanada. Una multitud se congregó para seguir la celebración religiosa que fue oficiada por el obispo de la diócesis, monseñor Ricardo Valenzuela.
Los fieles deben usar tapabocas y guardar el distanciamiento establecido por el protocolo sanitario. En tanto que las personas que deseen participar de las celebraciones pueden hacerlo hasta 300, sin agendamiento previo y sentarse en los bancos hasta cuatro personas.
El obispo de la diócesis pidió a los feligreses que cumplan el protocolo, más aún ante la inminente tercera ola. En ese sentido, pidió a la gente que sea responsable y use los tapabocas, que se laven las manos y también respeten el distanciamiento correspondiente para evitar los contagios, más aún ahora que la variante delta circula en el país.
Agregó que las primeras medidas que se tomaron en la fecha para dejar a los fieles visitar el lugar es más bien para ver cómo se van comportando, de modo que para el próximo fin de semana ya se tendrán más opciones. Pidió además que no se asusten cuando vean que la zona de la explanada está vallada, ya que este es un requerimiento del Ministerio de Salud.
Hoy las personas que llegan hasta el santuario y basílica pueden subir al mirador, mientras que el camerino de la Virgen estará habilitado solo hasta el mediodía, luego estará cerrado.
El religioso pidió a los devotos que cumplan las medidas de modo que la celebración de la fiesta patronal del 8 de diciembre pueda ser una verdadera celebración y no como la del año pasado en que se hizo de forma virtual.
Durante la misa de este domingo, monseñor Ricardo Valenzuela hizo un vehemente llamado a no abandonar a los jóvenes víctimas de adicciones. Foto: Gentileza
Obispo de Caacupé pide rescatar a jóvenes de las adicciones
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El obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela, se refirió a la problemática de las adicciones y emitió un breve mensaje en coincidencia con el Día Internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas.
Durante la misa de este domingo, el religioso hizo un vehemente llamado a no abandonar a las personas que cayeron en el vicio de las drogas.
Así también, agradeció a las organizaciones que trabajan para salvar vidas y lamentó que la adicción siga destruyendo la paz en las familias y comunidades.
“Quiero recalcar mi agradecimiento a todos aquellos agentes pastorales y también de la Municipalidad de Caacupé y de otras instituciones que están apoyando esta tarea de rescatar a estos jóvenes que han caído en la adicción”, manifestó.
Monseñor Valenzuela dijo que “lastimosamente este flagelo va destruyendo la paz y la tranquilidad de nuestra sociedad paraguaya”.
“Estamos viendo ese estrago que está haciendo y nos da mucha pena realmente. Démosle una oportunidad, rescatémosle y hagamos que traten de vivir lo mejor posible”, expresó.
En otro punto, congratuló a los movimientos y los agentes que trabajan en este ámbito. “Al señor intendente de nuestra ciudad que está acompañando de cerca esta gran tarea. Y así que se sumen otros también, ojalá otros intendentes hagan lo mismo. A todos les necesitamos, Necesitamos recuperar a estos nuestros jóvenes que han caído en esta desgracia”, puntualizó.
El obispo pidió una oración por las personas que cayeron en la adicciones a las drogas y para que se trabaje en coordinación con las instituciones para “lograr vencer esta situación que va destruyendo la paz, la tranquilidad y la serenidad de nuestra sociedad”.
Paraguay participa en el Jubileo del Mundo de las Comunicaciones
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Una delegación de Paraguay, encabezada por el monseñor Ricardo Valenzuela, obispo encargado de la Pastoral de Comunicación, participa del Jubileo del Mundo de las Comunicaciones, convocado por el Papa Francisco para este año en Roma, con la presencia de miles de comunicadores, periodistas y agentes de pastoral que venidos de todo el mundo.
“Fue una experiencia hermosa. Un momento de mucha y felicidad”, expresó Valenzuela, en una entrevista difundida por la Conferencia Episcopal Paraguaya en redes sociales, tras una de las actividades. Con el lema “Peregrinos de esperanza”, el evento se inició el viernes 24 de enero y concluye este domingo 26 con una eucaristía dedicada al “Domingo de la Palabra de Dios”, presidida por el Santo Padre desde la Basílica de San Pedro.
Una peregrinación de periodistas y comunicadores se desarrolló en la jornada, encabezada por monseñor Daniel Blanco, obispo auxiliar de San José de Costa Rica y coordinador del Centro para la comunicación, junto con monseñor Ricardo Valenzuela y monseñor Manuel Ochagavía, obispo de Colón-Kuna Yala (Panamá).
“Un recorrido lleno de alegría y cantos, que arrancó en la Via della Conciliazione, para atravesar la puerta Santa de la Basílica de San Pedro, donde juntos rezaron por una comunicación al servicio del anuncio de la buena nueva”, describió una publicación del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam).
Otro momento central del programa incluyó la entrada a la Basílica de San Juan de Letrán por la Puerta Santa, un símbolo de renovación espiritual y reconciliación. Posteriormente, los presentes participaron en la celebración de la Santa Misa, que fue concelebrada por monseñor Valenzuela, destacando el compromiso de la Iglesia con la evangelización a través de los medios de comunicación.
Obispo pide reflexionar sobre el valor de la familia
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El obispo de Caacupé, Ricardo Valenzuela, exhortó al diálogo en la familia para mantener la unidad, en coincidencia con la apertura oficial del Año Jubilar 2025 “Peregrinos de la Esperanza” y con la Fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret que se celebró dentro de la Octava de Navidad.
“Este símbolo de golpear la puerta y entrar en su interior se quitó de la Sagrada Escritura, del evangelio de San Juan cuando Jesús dijo yo soy la puerta, el que entre por mí se salvará”, reflexionó al mismo tiempo de instar a los feligreses a acudir a los templos para ganar esa indulgencia plenaria.
El prelado aprovechó la homilía para hablar de la importancia de la familia y la necesidad de mantener la cohesión dentro de ella, ya sea como matrimonio, entre los hijos y hermanos. “Qué pasa con nuestras familias, cómo no llegamos a comprender este regalo que el Señor nos hizo. Nos regaló una familia”, afirmó.
Dijo que dentro de una familia generalmente cada quien trae sus propias riñas, sus problemas, sus litigios. Así también expresó que muchos pasaron la Navidad con tristeza ya sea por problemas económicos o por la ausencia de algunos en la mesa.
El Estado debe cuidar los fondos de los aportantes, dice obispo en carta abierta
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Previo a la culminación de la misa central, el obispo de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, dio lectura a la tradicional carta de la iglesia católica al pueblo paraguayo, en este caso no solo brindó un mensaje de esperanza y ánimo a la sociedad en general, sino también se hizo eco del reclamo ciudadano y lo extendió a las autoridades que asistieron a la mayor festividad religiosa del país.
“Ojalá sea el Estado el que cuide y vigile esos fondos reservados pensando en un futuro seguro y mejor de los ciudadanos que han aportado”, manifestó. Las expresiones del obispo de Caacupé se dan en medio del debate sobre el proyecto de creación de la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones, el cual busca establecer un marco de control a las distintas cajas, tanto públicas como privadas.
En su extensa carta el monseñor hizo mención a la problemática de las distintas cajas de jubilaciones y pensiones y pidió a las autoridades que resguarden los recursos de los aportantes quienes tras tantos años de trabajo, buscan acogerse a este beneficio y disfrutar del fruto de su esfuerzo en su etapa de vejez.
“Necesitamos que nuestras autoridades se enfoquen en la búsqueda de soluciones y dejen de lado las rencillas internas, encontrar el centro de gravedad y concentrar toda la fuerza para dar el golpe certero. En nuestro caso la guerra es contra la pobreza, la inseguridad, la corrupción y la impunidad, lo que se exige a las autoridades es determinar la meta que se desea alcanzar”, expuso Valenzuela.
Ante la presencia del presidente de la República, Santiago Peña, la primera dama Leticia Ocampos, el vicepresidente Pedro Alliana, la jefa de gabinete Lea Giménez y varios ministros como el de Justicia, Ángel Barchini; de Educación Luis Ramírez; del Interior, Enrique Riera; de Salud María Teresa Barán; de Defensa Óscar González, entre otros, el obispo pidió el fortalecimiento de las instituciones del Estado.
“Si no hay una decisión política seria en materia de seguridad crecerá la delincuencia cotidiana que se ha convertido en la zozobra nuestra de cada día. Así también, si no se pone en marcha una política económica razonable la injusta pobreza crecerá”, manifestó y animó a las autoridades a no sucumbir en la lucha contra la delincuencia, el crimen organizado y la violencia.
El presidente de la República, Santiago Peña, y la primera dama Leticia Ocampos participaron de la misa central. Foto: Emilio Bazán
Corrupción
La corrupción y la impunidad continúan siendo “lacras” que carcomen los cimientos de la nación, afirmó el obispo de Caacupé, quien lamentó que este haya penetrado tanto a la sociedad que nos hemos acostumbrado a ver estos hechos sin que nos genere sobresaltos. Instó a no dejar de exigir castigo para quienes cometen estos delitos.
“En todo ese tiempo no supimos frenar la sangría de la corrupción que está volviendo anémica al país. Es hora de acabar con esto, se necesita patriotismo y coraje para que nuestro país alcance, un sitial destacado en el concierto de las naciones”, remarcó.
Valenzuela no olvidó mencionar el problema educativo y los generados a partir de las denuncias de títulos universitarios falsos. Advirtió sobre el peligro que esto genera puesto que se tiene a personas sin la capacidad necesaria, asumiendo cargos de suma trascendencia en diferentes ámbitos como la salud, la justicia, entre otros.
Mensaje de optimismo
“De ninguna manera el sentido crítico expuesto en esta carta debe interpretarse como una expresión de pesimismo y derrota frente a los problemas que afronta el país. Hemos señalado situaciones de nuestra realidad cotidiana, muchas de ellas circunstancias difíciles; no obstante, Dios promete edificarnos a través de esos padecimientos”, alentó el obispo de Caacupé.
El optimismo es multiplicador de fuerzas, expuso e insistió a la ciudadanía a que no se deje llevar por el mal humor social que se da especialmente en redes sociales y que tiene escaso resultado, hizo énfasis Valenzuela. “Tenemos la convicción de que vendrán tiempos mejores y que nuestras autoridades comprenderán la necesidad de servir al semejante para que todos lleguemos a buen puerto”, concluyó.
Como es tradicional, la misa central de Caacupé tuvo una gran concurrencia. Foto: Eduardo Velázquez