Monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo metropolitano, presidió esta mañana la misa central de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María Nuestra Señora de la Asunción, en la que aprovechó para invocar la protección de María –madre de Dios– “en este tiempo difícil de la pandemia y de la vida democrática de nuestro país”, en alusión a las protestas con cierres de calle, principalmente de los camioneros, sumadas a las manifestaciones de docentes y campesinos.

“Venimos a invocarla nuevamente, que, por su intercesión, Dios nuestro Padre, escuche las plegarias de su pueblo. ¿Qué le venimos a pedir, para nuestra población, para los niños y jóvenes, para los ancianos y desamparados, para los indígenas y para cuantos buscan, a través de sus marchas de reclamos, los beneficios para sí y para el país? Pedimos por su intercesión, a las autoridades: justicia, respuestas adecuadas, protección de la vida, igualdad y libertad. En una palabra, paz verdadera”, indicó Valenzuela en su homilía esta mañana.

Pidió también a la Virgen Nuestra Señora de la Asunción, Patrona de Paraguay, que por su intercesión las cuestiones pendientes como la promoción de la dignidad, la construcción del bien común, la República, tengan respuestas.

Además, aprovechó para hacer unos cuestionamientos al pueblo como: ¿Hacia dónde va nuestro país? ¿Hacia el populismo o una verdadera democracia? ¿Trabajo formal o informal? ¿Impuestos o evasiones de impuesto? ¿Salud pública o salud privada? ¿Educación escolar y universitaria con valores humanos, cristianos de calidad para todos y no solo para las élites?, interpeló Valenzuela.

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Igualmente, en su homilía habló de la creciente corrupción que, según él, es fruto de la falta de justicia y de honestidad de parte de varias instituciones públicas. Y preguntó nuevamente si existe interés en mejorar las instituciones públicas, de modernizarlas, de hacerlas más eficientes y menos burocráticas. También habló sobre la propuesta de la reforma del Estado, que se lanzó al inicio de la pandemia y si se llevará a cabo.

“Las variadas y repetidas manifestaciones de campesinos, indígenas, ahora de docentes y de camioneros, ¿son escuchadas a tiempo? ¿Reciben respuestas rápidas, dialogadas y razonables sobre criterios de justicia y de bien común? Es bueno saber que los intereses particulares son importantes, pero los intereses nacionales no deben obstaculizarse. De ahí la necesidad del diálogo y del discernimiento, en la construcción del bien particular y del bien común”, señaló.

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Valenzuela cuestionó también el funcionamiento de la justicia que debería ser independiente a los poderes del Estado –Ejecutivo, Legislativo–. También habló del impacto del narcotráfico en la política y la economía, la seguridad ciudadana, la violencia armada.

Así como también habló sobre los secuestros y el posible apoyo de ciudadanos que viven fuera de ley; la degradación del medio ambiente, el cambio climático; sobre las cárceles; sobre la producción agroganadera; sobre las desigualdades sociales, entre otros temas.

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