Se realizó el anuncio del Ciclo de Conversaciones sobre Liderazgo al estilo Ignaciano, en el marco de la celebración de los 500 años de la conversión de San Ignacio de Loyola, organizada por el Centro de Espiritualidad Ignaciana “Santos Mártires” Jesuitas del Paraguay. Dicho centro y su director, el padre Carlos Canillas, invitan al mencionado ciclo de charlas.
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El Año Ignaciano con el lema “Ver nuevas todas las cosas en Cristo”, recuerda los 500 años del “hito” que orientó a Ignacio de Loyola a un nuevo estilo de vida. Este camino se concretizó en la fundación de la Compañía de Jesús (1540), orden religiosa que lidera, desde el siglo XVI hasta nuestros días, un nuevo modo de ser y estar en la realidad, según tiempo, lugares y personas, como decía San Ignacio.
“A todas luces el mundo y Paraguay piden nuevos tipos de liderazgos. Presentamos estas conversaciones con la pretensión de responder a esa necesidad en un momento social-político educativo-eclesial muy particular. Están dirigidas a todos aquellos que se sientan invitados a construir un nuevo país, deseosos de formar parte de los cambios que para lograrlo son necesarios”, menciona el comunicado de prensa.
El lanzamiento será el sábado 31 de julio, día en que se recuerda su fallecimiento, será en Santos Mártires (Limpio) a las 11:00.
El sábado 7 de agosto, a las 10:30, se tendrá la conversación “Buscar a Dios en la gestión empresarial” con Pascual Rubiani. El jueves 9, siempre a las 10:30, se tendrá “Enseñanzas de San Ignacio para administrar la vida” con Augusto Scavone. El domingo 10 se realizará la charla “Con Fe y Alegría. Líderes en la periferia desde la Educación” con Elena Velilla.
El sábado 6 de noviembre, “Contemplativos en acción, una experiencia de ser y estar en el mundo” con Natalia Arriola. El sábado 4 de diciembre “De Pamplona a Asunción, caminos que transforman realidades”, con Hugo Royg.
Para más datos sobre los conversatorios, se puede contactar con el padre Carlos Canillas, en el número 0981-755575 o por el correo electrónico carloscl@gmail.com.
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Liderazgo visible. Cuando medir te transforma
Gabriela Teasdale
Presidenta de la Fundación Transformación Paraguay
El mes pasado, fui testigo de una verdadera transformación. Mi amiga Laura, con antecedentes familiares de diabetes, decidió tomar el control de su salud de una manera innovadora: usando un monitor continuo de glucosa (MCG). Este pequeño dispositivo, que registra los niveles de azúcar en sangre en tiempo real, le brindó resultados asombrosos: más energía, un sueño profundo y, aunque Laura siempre ha sido una de las personas más activas que conozco, un visible aumento de juventud y vitalidad. Intrigada por su experiencia, decidí probarlo yo misma.
Lo que descubrí me impactó profundamente. Si bien la idea de perder peso nunca había sido suficiente motivación para cambiar mis hábitos alimenticios de forma consistente, ver el impacto numérico inmediato de una deliciosa medialuna rellena con dulce de leche en mis niveles de glucosa, que se dispararon, creó una nueva sensación de urgencia. Había leído muchos artículos sobre alimentación saludable, entendía la ciencia y conocía las recomendaciones, pero el conocimiento por sí solo no fue suficiente para cambiar mi comportamiento. Pero ver, en tiempo real, cómo respondía mi cuerpo a diferentes alimentos, cambió mi perspectiva radicalmente.
Más allá de mis lecturas personales, el MCG me brindó tres perspectivas poderosas y directas sobre el liderazgo, aplicables tanto a nuestra vida personal como al mundo organizacional.
- La medición visible genera responsabilidad. La primera gran lección es que la medición visible genera responsabilidad de una manera que los objetivos abstractos simplemente no pueden. Con demasiada frecuencia, operamos con metas vagas. Un equipo puede trabajar durante meses sin indicadores claros de progreso, o un líder puede tomar decisiones sin ver su impacto inmediato. Así como el MCG me mostró que una caminata de 10 minutos después de cenar podía reducir drásticamente los picos de glucosa, las organizaciones necesitan sistemas que revelen la causa y el efecto en tiempo real.
- La retroalimentación en tiempo real transforma. La segunda perspectiva es que la proximidad de las consecuencias modifica nuestra toma de decisiones. Antes de usar el MCG, los efectos de mis elecciones dietéticas parecían lejanos, posibles problemas de salud a largo plazo. Pero ver mis niveles de glucosa fluctuar a lo largo del día trajo esas consecuencias al presente. Cada comida se convirtió en una elección con resultados inmediatos y visibles. Esta comprensión directa del ciclo de retroalimentación creó una sensación de urgencia y responsabilidad personal que nunca antes había experimentado. En el liderazgo, lidiamos con la misma desconexión. Las decisiones estratégicas que se toman hoy podrían no mostrar resultados durante trimestres o incluso años. Los cambios culturales ocurren lentamente, lo que dificulta vincular los comportamientos de liderazgo con los resultados.
- Las métricas correctas liberan una motivación desconocida. Finalmente, la medición correcta libera una motivación que desconocemos tener. Durante años, la perspectiva abstracta de “perder peso” no me motivaba a saltarme el postre constantemente. Controlar mis niveles de glucosa lo cambió todo. La métrica se convirtió en el motivador, no porque las cifras fueran significativas por sí mismas, sino porque hacían visible lo invisible y presente el futuro. A menudo, nos motiva más la retroalimentación inmediata que los objetivos abstractos.
En las organizaciones, a veces dependemos en exceso de objetivos anuales, visiones y recompensas a largo plazo para impulsar el rendimiento. Mi experiencia con el MCG sugiere que encontrar las métricas adecuadas en tiempo real, aquellas que conectan las acciones diarias con resultados significativos, puede generar una fuente inagotable de motivación e inspiración.
En la vida y el liderazgo, la lección es clara: la medición no se trata solo de monitorear el progreso, sino de crear las condiciones para la transformación.
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Inspirar desde la claridad y el buen ejemplo
Por: Adelaida Alcaraz
Carlos comenzó su carrera entre vehículos de lujo, pero hoy impulsa marcas gastronómicas que transforman la experiencia culinaria en Paraguay.
Este profesional del marketing encontró su vocación primero en Mercedes-Benz, Volvo y Maserati, donde aprendió “el valor de la precisión, la coherencia de marca y la conexión emocional con el cliente”. Aquella formación en el mundo de los detalles y la excelencia le sirvió de base para reinventarse en un sector completamente distinto, el de la gastronomía.
Hoy, desde NGO División Gastronómica, lidera estrategias con marcas como Rational, Fagor y Tokyo Industrial, con el foco en “generar valor para profesionales del sector y posicionar soluciones de alto impacto en el mercado”.
Cuenta que de una de sus mentoras aprendió que “liderar no es imponer, sino inspirar desde la claridad, la coherencia y el criterio”. De ella aprendió a combinar sensibilidad estética con toma de decisiones estratégicas, siempre con propósito.
Lo que más valora Carlos de su equipo es “el compromiso genuino, la apertura al cambio y la energía con la que enfrentan los desafíos”. Él cree firmemente en el liderazgo con el ejemplo. “Comparto visión, doy contexto, y, sobre todo, los empujo a salir de la zona cómoda”, relató.
Con la mirada puesta en el futuro, sueña con consolidar marcas memorables y desarrollar proyectos con impacto social en educación gastronómica e inclusión. Él es de aquellos líderes que buscan guiar con propósito y dejar una huella que inspire a las próximas generaciones.
Frase con la que se identifica: “Una marca con propósito es una marca con futuro”.
Libro favorito: “Shoe Dog”, de Phil Knight
Líder que admira: Steve Jobs, por su capacidad de transformar ideas en experiencias memorables y elevar los estándares de toda una industria.
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Próximas conversaciones entre rusos y ucranianos previstas para el miércoles, dice Zelenski
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó el lunes que Rusia y Ucrania mantendrán nuevas conversaciones de paz el miércoles, después de dos anteriores rondas de negociación en Estambul sin grandes resultados para poner fin a la guerra.
“Comenté con (el secretario del Consejo de Seguridad ucraniano) Rustem Umerov los preparativos para un intercambio y una nueva reunión en Turquía con la parte rusa. Umerov dijo que la reunión está prevista para el miércoles”, declaró Zelenski en su discurso diario difundido en redes sociales.
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Las dos anteriores reuniones celebradas entre Moscú y Kiev no lograron avances hacia un alto el fuego, pero se saldaron con acuerdos para el intercambio de prisioneros y para devolver los cadáveres de soldados muertos.
Durante la última ronda de negociaciones en junio, Rusia esbozó una lista de duras exigencias, entre ellas que Ucrania ceda más territorio, rechace toda forma de apoyo militar occidental y la pertenencia a la OTAN.
Kiev las calificó de ultimatos inaceptables y cuestionó el sentido de seguir negociando si Moscú no está dispuesto a hacer concesiones.
Sin embargo, el Kremlin afirmó a principios de este mes que está dispuesto a continuar las conversaciones con Ucrania, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, diera a Rusia 50 días para alcanzar un acuerdo de paz o enfrentarse a sanciones.
- Fuente: AFP
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Liderazgo sostenido por la neurociencia: un enfoque de presencia ejecutiva
- Livia Mandelli
- Professora da FDC, Brasil
La neurociencia ha revelado hallazgos relevantes sobre cómo las emociones afectan el rendimiento humano, el liderazgo y la toma de decisiones. Para los ejecutivos que ocupan posiciones jerárquicas más elevadas en las organizaciones, comprender el comportamiento humano ya no es solamente un diferencial – se ha convertido en una necesidad en escenarios empresariales cada vez más volátiles y emocionalmente desafiantes.
La inteligencia emocional y el equilibrio emocional se configuran como competencias esenciales; sin embargo, el contexto futuro exigirá aún más de los líderes. Comprender la interacción entre los sistemas cognitivo, emocional y social del cerebro será fundamental para ejercer un liderazgo estratégico y, principalmente, humanizado. La regulación emocional en el cerebro está vinculada a la actuación sinérgica entre la amígdala, responsable del procesamiento de las emociones, y la corteza prefrontal, que desempeña el papel de moderadora de las reacciones, permitiendo decisiones más reflexivas y menos impulsivas.
Esta competencia es esencial para controlar impulsos que podrían perjudicar decisiones de gran relevancia y, sobre todo, afectar la disposición de las personas a ser lideradas por uno.
No obstante, ocupar posiciones de liderazgo en niveles organizacionales elevados requiere trascender el dominio de las emociones. Es imprescindible establecer límites saludables, cultivar la empatía con discernimiento, crear redes de apoyo eficientes e integrar prácticas de autocuidado y fortalecimiento emocional como elementos fundamentales de un liderazgo sostenible.
Los espacios colaborativos que enfatizan el apoyo mutuo actúan como amortiguadores naturales frente al estrés. En estos entornos, los líderes no solo mantienen su equilibrio emocional, sino que también promueven una cultura organizacional saludable y productiva.
Es fundamental destacar que, en ambientes de liderazgo, la empatía –una habilidad vinculada a la inteligencia emocional– a menudo es subestimada. No obstante, la empatía se destacará como uno de los diferenciadores más significativos en las organizaciones en los próximos años. Las investigaciones en el campo de la neurociencia indican que esta capacidad está sustentada en circuitos neuronales específicos e influye directamente en la forma en que un líder es percibido por quienes lo rodean. Cuanto más refinada sea su empatía, mayor será su reputación como líder.
Los líderes empáticos tienden a establecer vínculos más sólidos con sus equipos, promoviendo un aumento del compromiso, la confianza y el desempeño colectivo. Sin embargo, la empatía no debe confundirse con la permisividad: se refiere a la comprensión profunda de las motivaciones y necesidades de los demás, con el fin de tomar decisiones más coherentes y duraderas.
Liderar con eficacia exige sensibilidad para percibir el clima emocional del equipo y ajustar las estrategias de manera dinámica. Esta habilidad está indisolublemente ligada a un elevado nivel de inteligencia social, que integra el razonamiento lógico con una aguda percepción interpersonal, conocida como destreza social.
Aunque la lectura pueda no dar la impresión de que sea posible mejorar los niveles de inteligencia emocional, es importante recordar que uno de los fundamentos más revolucionarios de la neurociencia contemporánea es la neuroplasticidad.
Este concepto se refiere a la capacidad del cerebro para modificarse y progresar a lo largo de la vida. Para los profesionales con amplia experiencia, esto significa que el liderazgo no es una competencia inmutable, sino más bien un proceso continuo de adquisición de conocimientos y perfeccionamiento.
Adoptar una mentalidad orientada al crecimiento, basada en el aprendizaje continuo y en la flexibilidad cognitiva, será imprescindible para enfrentar con agilidad los desafíos de un contexto volátil. Los programas de capacitación profesional fundamentados en principios de la neurociencia representarán herramientas eficaces para perfeccionar competencias emocionales, incrementar la capacidad de liderazgo y establecer la flexibilidad como una característica distintiva de la alta dirección.
Finalmente, es imprescindible reflexionar sobre la resiliencia, ya que, más que una simple evidencia de fortaleza interior, este concepto se configura como un proceso íntimamente relacionado con el funcionamiento del sistema nervioso. Los líderes resilientes demuestran una mejor capacidad para ajustar sus reacciones frente al estrés y logran recuperarse emocionalmente de manera más eficaz, constituyendo así una competencia esencial para funciones de gran responsabilidad.
Además de garantizar su propia estabilidad, estos líderes promueven la creación de entornos organizacionales que favorecen el bienestar colectivo. Al fomentar la inteligencia emocional, estimular el apoyo mutuo y legitimar la atención a la salud mental, tales prácticas se vuelven fundamentales para una cultura organizacional orientada hacia la sostenibilidad y el rendimiento a largo plazo.
El futuro del liderazgo no estará determinado por quienes mejor controlen sus emociones, sino por aquellos que sean capaces de comprenderlas e integrarlas como instrumentos de influencia y transformación. Para garantizar su relevancia futura, los ejecutivos deberán expandir su conocimiento sobre el funcionamiento cerebral y adoptar un enfoque integrado que valore por igual las habilidades emocionales, sociales y cognitivas.
Esta representa la nueva frontera del liderazgo: una actitud ejecutiva más empática, más consciente y, sobre todo, más relevante para la construcción de una sociedad cada vez más justa, equitativa y saludable. Quienes adopten este modelo estarán preparados para liderar sus organizaciones con claridad, innovación y resiliencia en un mundo en constante transformación.
REFERENCIAS
Goleman, D. (2011). Inteligencia emocional: La teoría revolucionaria que redefine qué es ser inteligente. Editorial Objetiva.
Siegel, D.J. (2012). Mente y cerebro: La neurociencia de las relaciones interpersonales. Editorial Cultrix.
Stein, S.& Book, H. (2020). La ventaja del cociente emocional. Ed. Vozes.