La situación de la pandemia del COVID-19 sin dudas ya es parte de los momentos más difíciles que les toca pasar a miles de compatriotas, y más todavía a aquellos que no estaban en buenas condiciones incluso antes de este periodo de crisis. La Nación, en su espacio de “Ejemplo de superación”, difunde casos de paraguayos que cayeron ante las adversidades del contexto actual pero que -a pesar de ello- no renuncian y siguen luchando para salir adelante.

En esta ocasión conocimos a doña Limpia Domínguez, del barrio Santo Domingo de Lambaré, quien es una mujer luchadora y madre de familia que quedó sin trabajo en plena pandemia tras 17 años de continuo e impecable servicio público en el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE). Debido a su condición de contratada, nunca gozó de la estabilidad laboral y en marzo de este año le llegó la peor noticia: le informaron que no firmaría más contrato. Sin mayores explicaciones, quedó prácticamente en la calle y con una familia encima que mantener, debido a que tiene tres hijos en casa que alimentar. Es así, que doña Limpia empezó a buscar artículos de interés general para la venta, como joyas y otros, a fin de encontrar una vía de sobrellevar la situación.

“Me quedé sin contrato tras 17 años de antigüedad en el TSJE. Al preguntar por qué ya no podía firmar contrato, no supieron encontrar motivo. Solo me dijeron que ya no firmaría. No era por llegada tardía o faltar al trabajo. Me decían que mi legajo era impecable y excelente pero que ya no iba a continuar. Me fui con la jefa de Recursos Humanos de la entidad y me dijo que un político tendría que pedir por mi en la sede central”, expresó.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Podés leer: Ejemplo de superación: joven de 16 años convierte hierro en arte para pagar sus estudios

Esta situación suscitó en el mes de marzo de este año y desde entonces, doña Limpia intentó de todo para retornar a su puesto de trabajo pero nada resultó. Para agravar la situación de quedar sin trabajo en plena pandemia, su pareja, pintor de profesión, cayó ante el COVID-19 y así toda la familia. Todos fueron contagiados pero el que más sufrió las consecuencias fue el hombre de la casa.

“Mi esposo se contagió del virus y casi se murió. Mis familiares y vecinos me hicieron actividades de solidaridad. A todos luego nos agarró el virus. Yo me recuperé y lo antes posible salí de la casa y me fui a Puerto Elsa para buscar artículos para vender y tratar de salir adelante”, comentó.

Doña Limpia tiene cuatro hijos en total y tres de ellos viven aún en casa; dos son menores de edad. Su pareja también quedó sin trabajo pero no por contraer el virus, sino porque mermó totalmente la demanda de pintores y también por el temor de la gente de dejar entrar a sus hogares a personas fuera del entorno familiar por justamente la situación de muchos contagios.

La crisis económica se complicó mucho más porque tuvieron que enfrentar a la enfermedad con todo lo que tenían y también con lo que no. Tuvieron que pagar el tratamiento como la compra de oxígeno y costosos antibióticos. Sacaron dinero desde donde no tenían, realizando préstamos y generando grandes deudas. Además, comentó doña Limpia que viven en un alquiler, por lo que también se les acumuló deuda de renta, agua, luz y otros servicios básicos.

“Mi marido se recuperó del COVID-19 pero quedó con muchas secuelas. El doctor le dio reposo por 6 meses. Entonces, soy yo la que tengo que mantener de momento a toda la familia”, explicó.

Algunos de los productos que ofrece doña Limpia, a sus clientes. Foto: Gentileza.

Leer también: Ejemplo de superación: mediante emprendimientos, angoleño persigue sus sueños en Paraguay

En momentos de crisis, la solidaridad sale a relucir en su máxima expresión desde personas de buen corazón y es así como una conocida de doña Limpia, enterada de su situación, le contactó a fin de ofrecerle una propuesta. Le mencionó que podía darle lotes de joyas para que ella pueda vender y ganarse un porcentaje de las ganancias totales.

Entonces, doña Limpia se puso a comercializar estos artículos principalmente utilizando las redes sociales como el WhatsApp. Ella ofrece sus productos directamente a personas conocidas y estas a la vez, a otras clientas. La situación todavía de momento no muestra mejoras en atención a que las deudas que tiene la familia son demasiadas y cada día que pasa parece venirse todo encima.

Sin embargo, doña Limpia expresó que nunca pierde la esperanza y manifestó que -mediante Dios- espera que las cosas mejoren pronto. Adelantó además que seguirá luchando para que le repongan en su puesto de trabajo del cual fue excluido injustamente y sin explicaciones. Está confiada en que no bajando la cabeza y mirando hacia adelante, podrá autosuperarse a pesar de la situación adversa.

Las personas que estarían interesadas en adquirir algunos de los productos que comercializa doña Limpia o ayudar de alguna manera con su situación, pueden contactar con ella a través del número telefónico 0982102140.

Podés leer: Ejemplo de superación: el pintoresco vendedor de chipas que guarda una dura historia de vida

Dejanos tu comentario