Miles de personas hicieron fila en el Congreso de Colombia el martes pasado para despedir al senador y precandidato presidencial Miguel Uribe, fallecido tras sufrir un atentado que lo mantuvo grave y en cuidados intensivos durante dos meses. El magnicidio del opositor sacude la campaña hacia las elecciones presidenciales de 2026 y revive los fantasmas de la violencia política que detuvo a disparos las aspiraciones presidenciales de cinco candidatos en el siglo XX.
Desde la mañana, kilométricas filas rodeaban el Congreso y se extendían hasta la central Plaza de Bolívar. Miles de personas aguardaban su turno para acercarse al féretro del político al interior del hemiciclo y rendirle homenaje durante unos segundos. Hijo de una periodista asesinada por Pablo Escobar, Uribe era el candidato favorito de la derecha para reemplazar al presidente izquierdista Gustavo Petro.
“En nuestro país, lamentablemente, tenemos ese gran problema de que, si una persona piensa diferente, la solución es matarlo”, dijo a la AFP en los exteriores del Congreso el diseñador gráfico José Corvita. “No podemos seguir así”, clamó. En el interior del palacio legislativo, el padre del presidenciable, Miguel Uribe Londoño, abrazó el ataúd cubierto por una bandera de Colombia y rodeado de flores.
Entre llantos y abrazos, la esposa del precandidato, María Claudia Tarazona, llegó cargando a su hijo menor junto a sus otras dos hijas, a quienes Uribe acogió como propias. Los ciudadanos de a pie no pararon de circular a lo largo del día. Algunos tomaban fotos con el celular. Durante una ceremonia militar en otro punto de la ciudad, Petro pidió un minuto de silencio en homenaje a Uribe y aseguró que “expertos internacionales” ayudan a “determinar las causas reales” del magnicidio. Las autoridades han capturado a seis personas vinculadas al asesinato, incluido el pistolero, un adolescente de 15 años, y señalan como principal sospechosa a la disidencia de las FARC conocida como Segunda Marquetalia.
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El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, calificó este martes de “bastante errático” al presidente de Colombia Gustavo Petro, en una entrevista con la radio WABC. “Estamos muy preocupados por Colombia”, declaró. “Por desgracia, el actual presidente de Colombia, ese tal Petro, es, en nuestra opinión, alguien que ha sido bastante errático en su toma de decisiones y en algunas de las cosas que está haciendo”, afirmó, según la traducción de la entrevista compartida por el Departamento de Estado.
“Y eso es un problema porque hay bandas de narcotraficantes que operan desde Venezuela con total impunidad. Nadie les hace frente”, se quejó Rubio. Recordó que a principios de la década de 1990 Colombia “era básicamente un Estado fallido” y “luchó muy duro para recuperar el país de las manos de los carteles”.
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“Solo pensar que pueda retroceder debido a la violencia política o la violencia relacionada con las drogas o cualquier otra cosa es desgarrador”, insistió el jefe de la diplomacia estadounidense cuando le preguntaron por la muerte del presidenciable colombiano Miguel Uribe Turbay como consecuencia de las heridas sufridas en un atentado durante un mitin. “En un mitin. Y aún queda un año”, afirmó Rubio sobre Uribe, quien era el favorito de la derecha para las elecciones presidenciales de 2026.
En rueda de prensa la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, informó este martes que el número dos de la diplomacia estadounidense, Christopher Landau, viajará a Colombia para asistir al funeral del senador. “Nos entristece profundamente la trágica muerte del senador”, cuyas “contribuciones al futuro democrático de Colombia (...) perdurarán e inspirarán a las generaciones futuras”, dijo.
Fuente: AFP.