La educación a distancia se convirtió en una de las tantas dificultades que trajo consigo la pandemia. Es que para muchos estudiantes de escuelas y colegios es difícil el acceso a internet, especialmente en el interior del país. Según datos del Ministerio de Educación, en el 2020 se registró 4,9% de deserción escolar.
Con esta cifra se destaca que 5 de cada 10 estudiantes dejaron de presentar sus tareas durante ese periodo y ya no se volvieron a matricular para el 2021. Las razones enumeran problemas socioeconómicos, repitencia, la falta de conectividad o herramientas informáticas para seguir con las clases virtuales.
Según la viceministra Alcira Sosa, en algunos departamentos estos índices fueron superiores como en Amambay, Canindeyú, Presidente Hayes, Boquerón, Alto Paraguay, Concepción y Alto Paraná en el 2020.
“Esto quiere decir que en promedio en nuestro país 5 de cada 100 estudiantes que se matriculan para el año escolar no se matriculan en el siguiente año”, manifestó la profesional.
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Programas de apoyo
Argumentó que a veces existe el abandono por un tiempo limitado, pero que existen programas para el retorno de los estudiantes como los de nivelación y propuestas de apoyo escolar que hacen efectivo el retorno de estudiantes.
“Sabemos que nuestros propios docentes van a buscar a veces a sus estudiantes a sus casas para que retornen a las escuelas más allá de la situación de la pandemia que genera sin duda otro escenario”, manifestó.
El MEC dio a conocer que ante el aumento de casos de COVID-19 de los 1.497.662 matriculados, el 77% está desarrollando las clases a distancia, mientras que apenas el 23% accede a la educación mediante el sistema híbrido, en parte virtual y en parte presencial.
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El 33% de los estudiantes no tiene conexión a internet
En tanto, desde la Dirección de Estadísticas y Censo destacaron que apenas el 33% de los niños y jóvenes en edad escolar tiene en sus casas conexión a internet y computadoras. Los demás con suerte acceden a un celular.
Cabe destacar que a nivel país nos encontramos al borde de dejar fuera del sistema cultural y social a muchos niños y jóvenes, ya que por cada niño o adolescente que abandone la escuela habrá un adulto condenado al desempleo y eventualmente a la marginalidad o delincuencia.